Una lenta victoria tucumana

En un clima de denuncias por irregularidades y con un escrutinio lento, el kirchnerismo retuvo la gobernación de Tucumán. Con el 81,55% de las mesas escrutadas, el candidato del Frente para la Victoria, Juan Manzur, se imponía con un 54,42 por ciento sobre el postulante del opositor Frente Acuerdo para el Bicentenario, el radical José Cano, quien alcanzaba el 40,76 por ciento. En tercer lugar se ubicaba Ricardo Bussi, hijo del exmilitar Antonio Domingo Bussi, con el 3,12%. De esta forma, el exministro de Salud y actual vicegobernador en uso de licencia, se encaminaba a suceder a José Alperovich al frente del Ejecutivo tucumano. El porcentaje de concurrencia fue del 80 por ciento, más que en las PASO nacionales de agosto (que fue del 78 por ciento).

El candidato a presidente del FpV, Daniel Scioli, estuvo presente en la capital de la provincia y señaló que «este gran hombre, Juan Manzur, con este respaldo de la gente, nos da esperanza». «La gente votó seguir transformando Tucumán y la Argentina», manifestó Scioli.

Además, el gobernador bonaerense pidió que Mauricio Macri «admita la derrota electoral y felicite a Juan Manzur como yo he hecho con otros gobernadores que no son del palo», y consideró que el líder del PRO «no puede poner en duda el resultado cada vez que pierde. Así pasó en Santa Fe, cuando podía ser porque hubo una diferencia ajustada».

«Veo una clara voluntad del pueblo tucumano de respaldar la gestión de nuestra presidenta y del acta acuerdo que firmamos con Manzur para llevar adelante proyectos para la provincia», indicó Scioli, quien agregó que «el pueblo tucumano va camino a dar muestra de una madurez extraordinaria». «Vengo a ratificar mi compromiso con Tucumán porque cuando gana un gobernador es para todos los habitantes de esa provincia y yo pienso gobernar para todos los argentinos», sostuvo Scioli.

La jornada estuvo marcada por denuncias por diversos hecho vandálicos como quema de urnas. Una de las denuncias ocurrió en la localidad de San Pablo, en las afueras de la capital, donde se quemaron 27 urnas, información confirmada por el secretario electoral Darío Almaraz. También ocurrieron hechos de violencia en Alberdi, 50  kilómetros al sur de San Miguel, donde la gendarmería tuvo que reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma a manifestantes al igual que en La Florida, donde opositores y oficialistas se enfrentaron a golpes mientras se desarrollaba el escrutinio.

Las incidencias más importantes tuvieron lugar en Sargento Moya, localidad ubicada a 50 kilómetros de la capital, donde dos personas fueron acusadas de quemar dos urnas, lo que obligó a la Junta Electoral de Tucumán a suspender las elecciones y se llamará a nuevos comicios para elegir al comisionado comunal. Almaraz señaló que el total de urnas quemadas fue de 42 y dijo que «lamentablemente hemos tenido que vivir esa experiencia de violencia delictiva en algunas comunas de la provincia, como en San Ignacio de los Pizarro, Sargento Moya, San Pablo, Los Ralos, y creo que en La Florida también».

Respecto de estos hechos, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acusó a la oposición por los mismos. En ese sentido, precisó que «hasta ahora» las dos personas que fueron detenidas por la destrucción de las urnas en algunos distritos de Tucumán estaban relacionados con la alianza opositora integrada por la UCR y el PRO. «Son de esta alianza o Frente del Bicentenario, no sé si son de PRO o del radicalismo», afirmó el funcionario.

El candidato del Acuerdo, José Cano, anunció que pedirá a la Junta Electoral Provincial (JEP) la suspensión del escrutinio provisorio y la inmediata iniciación del recuento de sufragios definitivo. La fórmula se considera triunfadora y señaló que no estaban dadas las garantías para continuar con el proceso electoral.

«Con Amaya vamos a ir a la Junta Electoral a pedirle a (Antonio) Gandur que garantice la transparencia del comicio. Nosotros creemos que esta llegada de funcionarios nacionales, de gobernadores de otras provincias como ocurrió en las PASO, un desfile de jet privados, en una Argentina totalmente desigual, me parece que no ayuda a la transparencia de un comicio que esté a las 20 horas cuando todavía no había empezado el escrutinio definitivo. Me parece que no le hace bien a Tucumán», cuestionó el radical.

Respecto de las dudas sobre el recuento de votos, Cano expresó que «son capaces de hacer cualquier cosa por no perder los privilegios. Es sospechoso que la Junta todavía no tenga una información veraz. Hemos ganado en Bella Vista, en Concepción, en Yerba Buena, en Aguilares, en Tafí Viejo. El triunfo en la capital es contundente, estamos ganando por más de 20 puntos», sentenció.

Finalmente, el dirigente radical criticó el proceso electoral por irregularidades con los telegramas y denunció una adulteración del software utilizado para la carga de datos. Cano aseguró que lo «avergüenza que en cada proceso electoral la provincia trascienda las fronteras por el clientelismo absoluto, por la falta de cumplimiento de las normas que expresamente prohíben el traslado de votantes, que prohíben la dádiva. Y todo eso lamentablemente ocurre en nuestra provincia. Y que se empiecen a cargar datos del interior y no de la capital, me parece una barbaridad». Asimismo, sostuvo que «no puede ser que lo que expresa la voluntad popular del pueblo esté supeditada a que una fuerza política tenga o no la posibilidad de poner 3.400 fiscales. Lo que debería garantizar la transparencia del fiel reflejo de la voluntad popular. En San Pablo, al darse cuenta de que estaban perdiendo, agredieron a las mujeres, hirieron a un gendarme y quemaron las urnas. Es vergonzoso que esto ocurra en el siglo 21 y luego de más de 32 años de democracia. Tenemos datos de Los Pizarro, La Florida, de Tafí Viejo en donde estaban perdiendo y cortaron la luz. No hay que dramatizar tanto sobre los procesos electorales. En el oficialismo, como creen que el Estado es de ellos y que forma parte de su patrimonio, hacen cualquier cosa para ganar».