Venezuela sin diálogo

Luego de que la crisis política y social que afecta a Venezuela derivara en que haya dos personas que se consideran legítimos presidentes del país, ambos políticos se manifestaron en favor de un diálogo para encontrar una solución a la crisis.

Sin embargo, las palabras no dejan entrever una franca disposición de actitudes en pos de una solución. Mientras tanto, Nicolás Maduro y Juan Guaidó siguen cosechando apoyos.

De esta manera, Maduro obtuvo el respaldo de Rusia, China, Turquía, Nicaragua, Bolivia y Cuba y Guaidó de la mayor parte de América Latina y de Estados Unidos.

Asimismo, Maduro pidió a la oposición que «se salga de la trampa en que la metieron y se abran caminos para un diálogo razonable, sincero, en favor de los intereses de la mayoría de los venezolanos» y afirmó estar dispuesto a dialogar en persona con Juan Guaidó. «Estoy comprometido con el diálogo nacional. Hoy, mañana y siempre estaré comprometido y listo para ir donde haya que ir. Yo, personalmente, si tengo que ir a encontrarme con este muchacho, voy», expresó el mandatario.

Además, Nicolás Maduro aseguró que «estamos enfrentando, desmontando y vamos a derrotar un Golpe de Estado que pretende intervenir la vida política, echar de un lado la soberanía de Venezuela e instaurar un régimen tutelado por los intereses del imperio estadounidense y sus aliados en el mundo occidental».

Por otra parte, el presidente venezolano se mostró a favor de la propuesta de México y Uruguay para llegar a una solución pacífica. «Bienvenido, es un regalo que nos han hecho. Si el debate se prolonga para la próxima semana, cada vez que quieran debatir en el Consejo de Seguridad de la ONU, bienvenido, y cuidado si me aparezco yo en New York para llevar la verdad de Venezuela personalmente ante el Consejo de Seguridad», indicó.

«Falso diálogo»

Pese a los dicho de Maduro, Juan Guaidó, autodeclarado presidente encargado de Venezuela, sostuvo que no se prestará «para falsos diálogos», y alertó que «el pueblo no va a asistir a unas elecciones que no tengan condiciones y garantías reales».

Como condiciones necesarias para que sean elecciones libres, el titular de la Asamblea Nacional señaló que debería realizarse una «renovación del Consejo Nacional Electoral, abrir el registro electoral en el exterior, tener auditorías previas y que no haya inhabilitados». «No nos van a detener, para falsos diálogos no nos vamos a prestar y menos para unas elecciones sin condiciones», añadió.

El líder opositor sostuvo que «desde hoy se inicia el proceso de protección de activos para que no se sigan robando el dinero de Venezuela. Aquí hay gente en la calle para rato, hasta que logremos que cese la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres». También dijo que les dará la amnistía a militares que ayuden con una transición, una herramienta para quebrar el frente militar que dio su apoyo a Maduro como mandatario de Venezuela y denunció un Golpe de Estado en curso.

«Llegó el momento de ponerse del lado de la Constitución, de ponerse del lado del pueblo», les dijo Guaidó a los militares. Y remarcó que va a trabajar para que llegue ayuda humanitaria al país y proteger los activos venezolanos en el exterior. Estados Unidos anunció una ayuda de 20 millones de dólares para entregar a Venezuela tan pronto como las condiciones del país lo permitan.

Recordemos que Guaidó se auto proclamó presidente interino basándose en el artículo 233 de la Constitución, que establece que hay vacío de poder con la renuncia, incapacidad mental, muerte del presidente o abandono del cargo. Así lo había determinado en 2017 el Congreso, aunque la decisión fue anulada por la Corte Suprema.

También existe la disputa acerca de la legitimidad de las elecciones realizadas en 2018 ya que, según la oposición, debían ser convocadas por la Asamblea Nacional encabezada por Guaidó y con mayoría opositora. Sin embargo, en 2017 Maduro convocó a elecciones para integrar un nuevo organismo que estaría ubicado por encima en cuanto a jerarquía: la Asamblea Nacional Constituyente, que fue la que llamó a las elecciones presidenciales de 2018. Esta última convocatoria es la que provocó discusiones acerca de su legitimidad y disparó esta etapa de la crisis política venezolana.