Cuando a una mujer le interesa un hombre su comportamiento cambia, su cuerpo habla por ella y su lenguaje corporal se vuelve un arma de seducción. Es por esto que a veces, sin emitir una sola palabra, podemos llegar a intimidar a ese chico que nos gusta.
Hacete la difícil
El excesivo entusiasmo puede limitar la atracción en un hombre. Te conviene demorar la historia. Hacé siempre dos pasos para adelante y uno para atrás.
Desarrollá una personalidad divertida
Será más fácil para vos destacarte entre la multitud y permitir que los hombres te miren.
Usá perfume
El aroma es una de las influencias subconscientes más poderosas del mundo. Por eso, perfurmarte es vital para tener éxito en la seducción.
Mostrá un poco, pero ocultá un poco más
No te vistas demasiado provocativa, insinuá los atributos de tu cuerpo sin llegar a exhibirlos del todo.
Mostrá seguridad
Tenes que aprender a tener la confianza de una top model, ser una mujer que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Esto para los hombres es fascinante.
Mandale señales de interés
Mordete los labios de vez en cuando, jugá con tu pelo, incliná tu cabeza hacia un costado cuando él hable, mostrá tus muñecas… las técnicas son varias pero, siempre, acordate de no exagerar.
Matá con la mirada
Empezá con miradas de reojo, como si fueran accidentales. Después podés pasar a un contacto visual directo. Tratá de crear una mirada inocente y aniñada. Los ojos y la mirada son muy importantes, crean una conexión única entre las personas. Si están en una reunión con más gente, trata que tu contacto visual sea solo para él, así se dará cuenta que te importa.
Tocalo accidentalmente
Acariciá su mano sin querer, tratá de que parezca creíble. Así, generás una conexión física y comunicás que tu interés va más allá de una amistad. Tenés que tener cuidado porque cualquier exceso se puede prestar a malos entendidos. Si se encuentran conversando cerca el uno del otro, tocá su brazo de forma que él perciba que te sentís cómoda con su presencia… y casi al mismo instante quitala.
Mirá su boca
No se trata de mirarle solo la boca y parecer como si en cualquier momento te fueras a tirar encima de él. No, se trata de lanzar unas cuantas miradas a sus labios en momentos clave. Si está conversando, directamente mirá su boca, sonreí y después miralo a los ojos.
Hacelo sentir importante
Debés accionar el interruptor del hombre que hace pensar que él te sedujo, no al revés. Permitile el lujo de sentirse el héroe: a ellos les encanta sentir esa sensación de seguridad.
Siempre recordá que la sonrisa es tu mejor accesorio y el mejor maquillaje. Ya sabés lo que tenés que hacer.
Artículo elaborado especialmente para puntocero por Melody Cwaik.
