Desde principios de octubre, en la Ciudad de Buenos Aires, quienes concurrimos a hacer las compras nos encontramos con un cambio en lo que respecta a las bolsitas que nos entregan para llevarnos los productos. Ya no son de color blanco, ahora tenemos de color verde, de color negro y en dos tamaños diferentes.
¿A qué se debe este cambio? A la sanción de la ley 1.854 en la legislatura porteña, que apunta a que los vecinos separen sus residuos según sus características. En las bolsas verdes deberá desecharse lo que sea reciclable y en las negras los residuos orgánicos. Estas nuevas bolsas serían más grandes y tendrían más capacidad que las que se entregaban anteriormente.
Y hubo otra novedad, esta vez para el bolsillo del cliente, ya que estas nuevas bolsas había que pagarlas a razón de 25 centavos las grandes y 15 las más chicas. El valor de las bolsas estaría relacionado con el costo y la incidencia impositiva.
Si bien en un momento circuló el rumor de que los supermercados chinos no cobrarían las bolsas, esto fue desmentido a .cero por el titular de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Propiedad de Residentes Chinos (CASRECH), Miguel Calvete, quien señaló que esa decisión la había tomado una cámara taiwanesa de desarrollo pero que los chinos “siempre las cobraron”. Además, justificó el hecho de que se cobren, ya que si no la gente pide bolsas de más. “Se cobra redondeando pero no es por el tema del costo”, señaló.
De acuerdo a la ley porteña, las bolsas que entregan los supermercados tienen que desaparecer en los siguientes plazos: desde el 1° de enero de 2013 el 25 por ciento de las bolsas no biodegradables, la mitad para un año después y para el 7 de octubre de 2014 ya no se podrán entregar más. Esto es para incentivar el uso por parte de la población de las bolsas de tela, la “antigua bolsa de las compras».
Desde el gobierno porteño se apuntó al aspecto de la contaminación como uno de los temas a combatir con el cambio de bolsas, según el ministro de Espacio Público, Diego Santilli, así se disminuirá en un 55 por ciento la cantidad que actualmente se entregan. De los 1.050 millones, se calcula que se distribuirán 580 millones menos de bolsas “que tapan desagües, contaminan el suelo o terminan en el mar”.
Y el tema de la contaminación y los residuos es uno de los más controversiales de esta medida. Calvete considera que el tema del reciclado “es a largo plazo” y que el asunto de las bolsas “sirve para concientizar a la gente, hay que hacerlo en todos los estamentos, desde la escuela para que los chicos aprendan”. Además, indicó que el tema de la separación de residuos “corresponde a las empresas”.
Y el tema del tratamiento de los residuos va más allá de las bolsas, según Consuelo Bilbao, coordinadora de la Unidad Política de Greenpeace, quien opina que “lo de las bolsas no es un punto central en el tema de la basura, es una medida de marketing que incentiva a la separación de residuos pero no lo soluciona”.
¿Qué es lo que falta?
Lo principal, indica Bilbao, es hacer hincapié en la inversión pública, tener una logística, una campaña de tratamiento de los residuos. “Esto es un proyecto político como los que hay desde el gobierno de Ibarra, lo que hace falta es una política pública, no hay gestión integral de los residuos”.
La especialista de Greenpeace además duda de los acuerdos alcanzados entre el gobierno porteño y los municipios del conurbano respecto de la disminución de la cantidad de toneladas que se envía desde la ciudad a los rellenos sanitarios. “Reducir la cantidad de basura en un 78 por ciento es una meta ambiciosa que no explica cómo se va a cumplir y la propuesta de incinerar los residuos es peor que los rellenos sanitarios que no dan abasto, va a ser una problemática creciente en el 2013”.
Queda claro que la iniciativa de separar en bolsas diferenciadas los distintos tipos de residuos no alcanza. Como sucede con toda problemática compleja, la solución no es sencilla y hacen falta una serie de medidas de implementación conjunta y progresiva para que se vayan incorporando como un quehacer cotidiano de la gente.
Y en esas medidas que faltan hay mayor responsabilidad de las empresas recolectoras de residuos y de las autoridades para la implementación de un verdadero plan de separación de residuos y de reciclado, para que la gente vea que su esfuerzo de separar en distintas bolsas no queda en la nada y en una simple medida vistosa.
Bolsas de colores: primer paso para reciclado de residuos
Un comentario sobre “Bolsas de colores: primer paso para reciclado de residuos”
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Muy buena nota. Es fundamental, en mi opinión, que las personas se enteren o recuerden que no se cumple con un debido plan de tratamiento de los residuos, porque no es un tema menor, sino uno que amerita el reclamo social de su cumplimiento.