El 25 de enero de 1924, y como consecuencia de la peste bovina que se manifestó en Bélgica por el paso por Amberes del transporte de cebú que exportaba Asia del sur hacia Brasil en el año 1920, veintiocho Estados decidieron firmar un acuerdo que dio origen a la Oficina Internacional de Epizootias (OIE).
En 2003 esta se convirtió en la Organización Mundial de Sanidad Animal, aunque conservó sus iniciales históricas. De esta manera la OIE, a través de sus 178 países miembros y desde su sede en París, reconoció a la República Argentina como “país históricamente libre de peste equina y como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación a los altos valles cordilleranos del departamento de Calingasta, en San Juan”.
Este logro se produjo luego del trabajo en conjunto con las autoridades sanitarias de Chile, y manifestado durante la 81° sesión general de la Asamblea Mundial de Delegados de la OIE, a la cual asistieron, por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el médico veterinario Marcelo Miguez (presidente), Bernardo Cosentino (director de Epidemiología y Análisis de Riesgo), Leonardo Mascitelli (coordinador de Relaciones Internacionales), además de Gastón Funes, quien se desempeña en las funciones de consejero agrícola ante la Unión Europea.
Este reconocimiento regional, que beneficia a Chile y Argentina, fue solicitado por el Senasa y pasó por el análisis de la Comisión Científica para las Enfermedades de los Animales de OIE. La aprobación representa, según las autoridades de Senasa, “beneficios para los productores caprinos y el ordenamiento y preservación de los recursos naturales de los Altos Valles de Calingasta”. Además, se suma al reconocimiento oficial de Argentina como país libre de influenza aviar, enfermedad de Newcastle (propia de aves y que, según investigaciones del Centro James Martin para Estudios de No Proliferación, Estados Unidos analizó como arma biológica antes de desarmar dicho programa), de riesgo insignificante de encefalopatía espongiforme bovina (más conocida como “la vaca loca”) y libre de fiebre aftosa con zonas en las que se vacuna y zonas sin vacunación.
Para finalizar, aprovecho para mencionar las exportaciones bovinas de “otras carnes frescas” (denominación de Senasa para los cortes Enfriados y Congelados no Hilton) de la República Argentina que tienen en Chile y China sus únicos mercados notoriamente ascendentes, mientras que se mantiene el creciente comercio con Brasil, Hong Kong, Israel, Rusia y Venezuela. Asimismo, un informe preparado por el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas destaca la reaparición de Marruecos como destino de las carnes locales, luego de haber estado inactivo durante el año pasado. Por otra parte, la categoría de “carnes procesadas” no logra repuntar su comercialización histórica (actualmente cerca de una octava parte de lo que fue en el año 2003), donde las hamburguesas representan poco menos de un tercio de los productos de este grupo y que tienen a Estados Unidos e Italia como principales mercados.
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