Debates por la emergencia

Durante 19 horas, los diputados debatieron el proyecto de ley de solidaridad que finalmente recibió la sanción de la Cámara Baja. Durante ese lapso, 135 legisladores expusieron argumentos en favor o en contra de la iniciativa.

Pobreza estructural

El diputado radical y presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Alfredo Cornejo, rechazó que el gobierno de Cambiemos haya dejado «tierra arrasada», aunque admitió que tampoco se hicieron las «bases» sólidas «para empezar a crecer». «La pobreza estructural es un problema no solo del Gobierno de Macri sino de los gobiernos anteriores sucesivos», señaló y añadió que «no hay ni tierra arrasada y tampoco hemos dejado las bases para empezar a crecer. Ni lo uno ni lo otro. Lo digo desde la coalición Cambiemos».

Al exponer en el debate sobre la ley de emergencias, el exgobernador mendocino manifestó su decepción con Alberto Fernández, ya que consideró que el proyecto de emergencia no está a la altura del discurso de «unidad nacional» que pronunció durante su asunción. «No esperaba que después de ese discurso el presidente Alberto Fernández se animara a un proyecto de este tipo», expresó el diputado radical, y sostuvo que significa un «aumento fuerte de impuestos contra el sector productivo argentino y contra la clase media». «Lamentablemente, en nuestro gobierno la clase media sufrió un ajuste, pero ahora insisten en seguir castigándola», afirmó Cornejo y remarcó que el proyecto es «violatorio de la división de poderes y de la Constitución Nacional».

Cuestión de poder

El presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, consideró que la intención del oficialismo de sancionar esta ley es solo una cuestión de poder. Y recordó que «en 2002 se estableció una emergencia que duró 16 años y se la sostuvo incluso creciendo a tasas chinas. La emergencia no era económica, era política, solo se quería acumular poder».

«La emergencia no se justifica. Nos han dicho que no hacemos autocrítica, pero somos grandes, sabemos que se perdió la elección, entre otras cosas por la política de shock en la salida de los subsidios que el kirchnerismo acumuló por 130.000 millones de dólares. Se nos disparó la inflación, pero también al kirchnerismo le pasó lo mismo, solo que tenían un ministro que pedía que no le pregunten sobre ello», indicó el diputado cordobés.

Además, sostuvo que «el kirchnerismo dejó 254.000 millones de dólares de deuda pública, nosotros dejamos 333.000 millones de dólares porque nos financiamos con 20.000 millones en gastos corrientes, porque Argentina gasta más de lo que recauda, y se gastaron 40.000 millones de dólares en pagar intereses de la deuda tomada antes. Entonces no digan que se desendeudaron. Néstor Kirchner le pagó al Fondo, pero luego se agregaron 110.000 millones de dólares en deuda que se financiaron por otro lado».

Por otra parte, sostuvo que el país no es igual que el de 2015. «Hay menos déficit fiscal, no hay déficit energético, hay superávit comercial, el doble de reservas en el Banco Central, se pagó el costo de las tarifas atrasadas, no hay tipo de cambio atrasado, Vaca Muerta produce el triple que en 2015, no se importan barcos de gas, hay más pensionados y jubilados y aumentaron las AUH. Objetivamente no son las mismas condiciones que en 2015. Les pido que no escondan la parte de la película en la que actuaron ustedes».

Sobre el final del extenuante debate por la ley de solidaridad social y recuperación productiva, el presidente del interbloque comenzó citando a Raúl Alfonsín. Lo hizo tras aclarar que no acostumbraba a echar mano a personas muertas, pero señaló que el líder del radicalismo «tenía una obsesión: equilibrar el poder; él no quería vivir en el país de la excepción. No tengo dudas de que hubiera tenido diferencias con el gobierno que finalizó, pero si esta noche estuviera acá estaría diciendo que es mal camino concentrar el poder», sostuvo.

Finalmente, cuestionó la suspensión de la ley de movilidad jubilatoria y señaló: «Desde el fallo Badaro se exigió un índice de movilidad jubilatoria y ahora ustedes vienen por la suspensión, pero no traen otra fórmula. Cuando casi se incendiaba la ciudad, nos decían ‘les roban un trimestre a los jubilados’, pero ustedes se quedan con un semestre. Acá hay un impuestazo asentado sobre tres patas: el campo, la clase media y los jubilados».

Desterrar el hambre

El diputado del Frente de Todos, Carlos Heller, defendió el proyecto y criticó la herencia económica que dejó la gestión de Cambiemos. Heller afirmó que la denominación de la iniciativa que habla de «solidaridad social» y «reactivación productiva» es «una definición en sí misma». El legislador subrayó que «uno de los primeros objetivos que tenemos por delante es desterrar el hambre, reducir la desigualdad y volver a crecer» y señaló que el proyecto «suena dramático, pero la realidad es dramática. No es una descripción exagerada».

«El escenario que recibimos nos plantea urgencias», subrayó Heller y precisó que «en materia financiera, los compromisos heredados de la deuda resultan absolutamente insostenibles y requieren recuperar esa sostenibilidad. El anterior gobierno tuvo que plantear el reperfilamiento porque los hechos demostraron que la deuda tal como estaba contraída era imposible de pagar» y remarcó que «el PBI per cápita cayó estos cuatro años entre un 9% y un 10%».

Pasaron cosas

Máximo Kirchner habló en su rol de presidente del bloque oficialista y consideró que la actualidad se parece más al 25 de mayo de 2003 que al 9 de diciembre de 2015. «La propia situación económica en la que han dejado en el país se asemeja más a ese 2003, basta recordar el cuasi default de Lacunza en medio de las elecciones», precisó.

Además, señaló que al escuchar las declaraciones de la actual oposición pareciera que «el gobierno de Macri no hubiera sucedido. Que nadie hubiera gobernado. Y fueron pasando cosas».

Asimismo, Kirchner cuestionó las críticas a los planes sociales y dijo que «se ha tornado una cuestión cuasi metódica tener discursos discriminadores, por ejemplo, los planes sociales. Tratar de construir consensos a través de la crítica a la gente que recibe una ayuda de parte del Estado» y subrayó que, según datos de Marcos Peña, en 2015 había 200.708 planes, en 2019 hay 517.043 planes e indicó que durante el gobierno de Cristina Kirchner tenían «menos de la mitad (de planes) de lo que generó el macrismo al final de su gestión».

También precisó que, si se sacaran los planes, en 2015 hubiera habido 7,5% de desocupación, pero en 2019 llegaría a 13,6. «Con un problema, aparte, no solo se han destruido puestos de trabajo, muchos han sido precarizados, y otros tantos, a pesar de tener empleo formal, no sobrepasan la línea de la pobreza», puntualizó.

En otro pasaje de su discurso, Máximo Kirchner mencionó que Caputo y Guido Sandleris «nunca tuvieron acuerdo del Senado. Dos presidentes del Banco Central que rifan las reservas de Argentina, sin acuerdo del Senado. Esta gente nunca fue al Senado y dilapidaron años del futuro de la Argentina».

La política económica del macrismo se vio agravada «cuando en marzo de este año el presidente dice: ‘Iremos en la misma dirección, pero lo más rápido posible’. Pasan los días y el 8 de abril de 2019, la Argentina tenía 66 mil millones de reservas, el 9 de abril entra uno de los préstamos del Fondo Monetario con 77 mil millones de reservas, el 15 de julio tenía 63 mil, ya se habían ido 14 mil, entran el 16 de julio otra vez… se comen más de 35 mil millones de dólares en cuatro meses en reservas para bancar una campaña electoral que terminaron perdiendo», manifestó el diputado.

Plenos poderes

El titular de la bancada de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, consideró que «más que ley de solidaridad social y reactivación productiva, esto es una nueva ley de plenos poderes». «El aval que les dio la ciudadanía con su voto no es un cheque en blanco para que vuelvan a instaurar en la Argentina el estado de excepción», añadió. «Cuando en 2001 se discutían los plenos poderes a Domingo Cavallo, la diputada Carrió sostenía claramente en su discurso que hay culturas jurídicas donde hay cosas que no se pueden discutir, que no se pueden obviar, porque en el lenguaje del derecho, si cualquier cosa es posible en un texto, todo es posible en Argentina», sostuvo Ferraro.

Sobre la gestión de Cambiemos, Ferraro expresó: «No vamos a permitir que se instale desde el punto de vista del texto que esto es una ley de solidaridad para sacar a la Argentina adelante. Llamemos las cosas por su nombre: esta es una ley de plenos poderes para que el Ejecutivo haga lo que quiera». «Gobernamos cuatro años con aciertos y con errores. No somos infalibles. Nos hacemos cargo de la responsabilidad que nos otorgó el mandato popular. Pero no vamos a permitir que se diga que estamos ante una Argentina de ‘tierra arrasada'», agregó.