En los últimos 12 meses el zoológico de la Ciudad de Buenos Ares sufrió varios accidentes con los animales que alberga. En diciembre del año pasado falleció un oso polar, en agosto de este año murieron dos lobos marinos, en octubre una jirafa y el mes pasado una de las maras que se escapó del predio. Además, tiene un deterioro en las instalaciones y en los refugios de los ejemplares.
Ante esto, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad envió nuevamente un oficio a Gabriel Astarloa, titular de la Dirección General de Concesiones -responsable directa de controlar el desarrollo de la concesión del Zoológico-. En el mismo, la subsecretaria Bárbara Rossen solicita que se le envíe una copia del inventario de animales que recibió la concesionaria al hacerse cargo del lugar tras la firma del contrato con el Gobierno de la Ciudad y la actualización de ese detalle de animales. También le pide las explicaciones en los casos de especies en los que haya diferencias entre ambas nóminas.
Cabe destacar que no es la primera vez que la Defensoría hace estos pedidos de informes en los que, además, exhortaba que se le informara lo sucedido con los animales así como las presiones a la que son sometidos los mismos. Asimismo, se pide que se envíe copia de los informes presentados por la Comisión encargada del seguimiento de esta concesión, en donde deberían estar explicados todos los casos. La información que se obtenga permitirá, según sostiene la Defensoría, esclarecer lo sucedido con los ejemplares en cautiverio cuyo bienestar y salud es responsabilidad de la Dirección General de Concesiones y la empresa Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires Sociedad Anónima.
Intervención del zoológico
El pasado mes de septiembre, el legislador porteño Adrián Camps (Partido Socialista Auténtico) pidió al GCBA que intervenga «de forma inmediata» el Zoológico de Buenos Aires a raíz del «agravamiento de la crisis que afecta a su personal, los animales y su patrimonio arquitectónico», a la vez que exigió que se revoque el contrato de concesión.
«Hoy los empleados comenzaron la jornada con un paro sorpresivo en reclamo de mejoras salariales y mejores condiciones para los animales. Esto sucede una semana después de que se conociera la muerte de dos lobos marinos del acuario. El 26 de diciembre de 2012 el último oso polar había muerto debido a las malas condiciones de habitabilidad», explicó el legislador.
Además, Camps afirmó que «el Gobierno de Mauricio Macri tendrá que admitir que fue un grave error el remate de la concesión efectuado en 2012 y que no es posible mantener al concesionario hasta el año 2017 en las actuales condiciones de incumplimiento y de conflicto».
La Comisión de Ambiente del legislativo porteño tiene en estudio diversas iniciativas que «plantean la prohibición de reproducir animales en cautiverio salvo cuando se trate de especies nativas en peligro de extinción y su destino sea la reintroducción a su hábitat natural». Al respecto, Camps señaló: «Llama la atención que el Gobierno de la Ciudad siga permitiendo estas prácticas cuando la Agencia de Protección Ambiental en su propuesta ‘Zoológico Verde’ plantea con claridad prescindir de las especies exóticas».
Por otra parte, el legislador consideró que «la reproducción de especies exóticas en nuestro zoológico tiene como claro fin sostener un comercio de animales para, si logran sobrevivir, mantenerlos cautivos durante toda su existencia para exhibirlos, en muchos casos, con fines comerciales».