Día Mundial del Teatro… sin teatro

El Día Mundial del Teatro nos encuentra con las salas cerradas y con experiencias virtuales que distancian ese vínculo tan particular de este arte entre el acto performático y sus espectadores y espectadoras. Cada año, con motivo de esta celebración, una prestigiosa figura de talla mundial invitada por la UNESCO comparte un mensaje sobre el teatro, la cultura y la paz, y hace un lectura en las salas del mundo traducida a más de veinte idiomas.

El dramaturgo pakistaní Shahid Nadeem fue el elegido para 2020 y en su texto reflexiona sobre conflictos de índole religiosa con el foco puesto en las zonas de guerra. Al pasar entre los párrafos, nos deja una frase como “Los malos momentos son buenos para el teatro” y nos podemos aferrar a eso para pensar en esta fecha y en esta celebración tan atípica que nos toca vivir.

El Ministerio de Cultura de la Nación comparte algunas reflexiones más cercanas a los conflictos que urgen, de parte de personalidades argentinas del mundo del teatro como el director del Teatro Nacional Cervantes, Rubén D’Audia; Ricardo Bartis (actor, director, profesor de teatro y creador de Sportivo Teatral); Laura Paredes (actriz, codirectora del grupo «Piel de Lava»); Lorena Romanín (directora de teatro y dramaturga) y Maruja Bustamante (actriz, directora, dramaturga y cantante).

Rubén D’Audia

«Si pensáramos que el teatro es solo el encuentro de un grupo de artistas con su público dentro de un espacio físico que damos en llamar salas teatrales… ¿qué sucede con esta actividad cuando esta situación entra en suspenso? ¿Deja de existir el teatro? ¿También se suspende el estatus que cada quien posee en cuanto potencial público? ¿Qué sucede con los actores, qué con las actrices? ¿Qué hacer con los textos que no podrán ser dichos desde un escenario hacia una platea? ¿Dónde se alojan las imágenes que nos provocan cientos de miles de escenas? ¿Dónde se instalan las miradas de los directores sobre sus elencos?». Luego, continúa reflexionando sobre la práctica teatral a través de la historia de nuestra existencia y hasta el fin de los tiempos.

Ricardo Bartís

«Envueltos en la tristeza y el miedo, miramos azorados la tragedia de la pandemia. Perseguidos por ese enemigo invisible, negado casi todo contacto humano por el riesgo al contagio, encerrados en nuestras casas, en nosotros. Todo quedará afectado, todo deberá cambiar, ojalá aprendamos; ahora el personaje trágico es la Humanidad. El Teatro Trágico nos ha presentado fuerzas que no pueden ser enteramente comprendidas, ni derrotadas por la lógica racional, un mundo inexorable y absurdo. Todo será distinto, todo. Qué destino tendrá el Teatro, no lo podemos saber. Pero siempre habrá una manera poética de ‘hablar’ de aquello imposible de nombrar, de lo humano inasible, donde solo el eco poético puede ponerle nombre. Y habrá contra todo dolor, contra toda tristeza Teatro.»

Laura Paredes

«Llevo seis días encerrada y tomé la íntima decisión de no sucumbir ante la propuesta (bien intencionada) de mantener vivo al teatro a través de las redes o de las plataformas visuales. Decidí que mi humilde homenaje al teatro sería negarme a reemplazarlo y no ceder jamás esa experiencia física; ese encuentro que hace siglos reúne a los mortales y a los dioses para alejar a la muerte aunque sea por un rato o evocarla, invitarla a escena y volverla ficción. Los cuerpos se ven atravesados por el tiempo de la ficción, que nunca será el tiempo del streaming: es un tiempo misterioso y, de algún modo, subversivo». Luego de extender su reflexión sobre el streaming teatral que estamos viviendo, culmina: «En el Día Mundial del Teatro brindo por todos los actores, actrices y performers que cada noche, desde que el mundo es mundo, se paran frente a un puñado de personas y entregan sus ¡cuerpxs! y sus emociones al juego más ingenuo y sagrado que jamás se haya visto. Ingenuo y sagrado: esos dos adjetivos que se intuyen como opuestos pero que son grandes aliados nuestros y de nuestro trabajo».

Lorena Romanín

«Los teatros están vacíos. Nosotros, quienes hacemos teatro, en nuestras casas. De a uno. Y este virus enrostrándonos lo importante. Y lo importante es la reunión. El teatro sucede solo cuando estamos juntos. No hay otro modo. Y ahora no es tiempo de teatro. Un día nos saludábamos con el codo. Y enseguida, suspendíamos ensayos y funciones. De un día para el otro, nos enteramos que nos despedíamos sin despedirnos. De que la última función ya había pasado y no habíamos podido tener nuestra cena de cierre y tampoco teníamos idea de cuándo íbamos a poder retomar la tarea. Todavía, hoy, ahora mismo, que escribo en mi computadora, no sabemos cuándo podremos volver a pisar un teatro y hacer una obra. Pero, sin duda, cuando esto suceda va a ser diferente: con más conciencia. Con más cuidado. Sabiendo que el poder estar ahí, reunidos, en ese momento, no es tan obvio como nos parecía hasta hoy. Ni para los que hacemos teatro ni para los que vamos a verlo. Ahora no es tiempo de teatro. Sin embargo, feliz Día Mundial de Teatro.»

Maruja Bustamante

«Un vacío raro tengo en estos días de incertidumbre. Es angustiante pensar que lo que hiciste hasta ahora, no lo podés hacer. Es mi profesión además de tener una fuerte vocación por el teatro. Por otro lado, en la vida fui muy dócil a los cambios y pienso que podré sobrevivir, entonces me tranquilizo. Y cuando me despierto muy positiva pienso que el teatro volverá pura fuerza y amor. Lo que está bueno es que tenemos tiempo de pensar y pensarnos. Podríamos generar un poco de reflexión o de literatura de la práctica. El teatro me salvó la vida, siempre lo digo. Y es el arte/artesanía que requiere del encuentro. Del cuerpo a cuerpo. De la respiración aunada. Es ritual. Es amor del bueno. Ojalá volvamos pronto para poder conversar con todes les que quieran acercarse.»