Diciembre del 83, el inicio de un camino

Durante todo este año se han venido realizando homenajes, actos, recordatorios y todo tipo de actividades para celebrar los 30 años desde la recuperación democrática. Y llegamos a diciembre, el último mes de 2013, y en este mes tenemos quizás la fecha más importante de todas las que se recordaron.
raul-alfonsinEl 10 de diciembre de 1983 finalmente asumió Raúl Alfonsín, el primer presidente de esta restauración, el radical que por primera vez en la historia había vencido al peronismo en elecciones libres, sin proscripciones. Atrás había quedado una campaña electoral que en muchos aspectos fue inédita y, vista a la distancia, irrepetible. Más atrás todavía la derrota en la guerra de Malvinas, el hito que fue el puntapié inicial para la vuelta a la democracia y que sirvió, de una manera triste y cruel, para correr la venda de los ojos de mucha gente que descubría espantada los crímenes y el horror del llamado Proceso de Reorganización Nacional.
Pasado el 30 de octubre ya se sabía quién sería el encargado de manejar las riendas de la Nación durante los próximos 6 años. La expectativa crecía rumbo al 10 de diciembre, el día en que conoceríamos los nombres que ocuparían los innumerables casilleros que había que ocupar de forma íntegra en la administración nacional. Todo un gobierno que había que completar.
eleccinesComo ya hemos dicho en otras oportunidades, afortunadamente más de una generación ha vivido completamente en democracia. Sin embargo, todavía hay deudas. Pero sería injusto achacárselas a la democracia en exclusividad. A fin de cuentas, es solo un sistema político de gobierno, una forma con la cual regir los destinos de un grupo de personas. En definitiva, son justamente las personas las que lo ponen en práctica.
democraciaPasados treinta años de ejercicio democrático cuesta creer que mucha gente crea que el deber cívico se agota en el voto, nos preocupamos cada dos años aproximadamente de qué tenemos que hacer, nos movilizamos y en el tiempo intermedio nos olvidamos. Hubo excepciones como las sublevaciones militares durante el alfonsinismo o durante las protestas del terrible verano 2001-02. Pero, a grandes rasgos, podemos decir que tenemos una democracia electoralista muy fuerte pero débil institucionalmente. Aunque parezca contradictorio, esto muestra a la vez un cambio en el comportamiento de la sociedad. El rechazo a cualquier otro régimen, lejos estamos como sociedad de correr al auxilio militar para “solucionar” los problemas. Ya tenemos claro que la sociedad civil debe resolver por sí sola y dentro del sistema sus dificultades, los militares están para otra cosa.
democracia¿Es suficiente? No, y falta mucho para que nuestra democracia sea fuerte, aunque no sea ya tan joven, pero solo ejercitando más y más puede llegar a ser el sistema que queremos. Imperfecto es cierto pero, hasta ahora, el mejor posible. Ya sabemos que lo que sucedió hasta hace 30 años no volverá a ocurrir, es hora de dar un paso adelante.