A dos años de Once

Hace dos años a las 8:32 de la mañana chocaba un tren del ferrocarril Sarmiento en la estación Once.
Para qué contarte más detalles si lo vivimos hasta el día de hoy cada vez que nos subimos al tren.
Hoy, 22 de febrero, a esa misma hora y en el andén 2 (donde ocurrió), los familiares hicieron sonar una sirena en conmemoración a los fallecidos y a los 700 heridos.
onceEl acto lo llevó a cabo Paolo Menghini, el padre de Lucas Menghini Rey, el chico que, luego de una larga búsqueda, fue encontrado muerto entre los vagones: «Hace dos años, en este preciso momento, nuestras vidas cambiaban para siempre. La vida de este país cambiaba para siempre. La corrupción, la falta de respeto a la vida, la falta de respeto al ciudadano y la falta de cuidado nos arrancaba 52 inocentes», relató Paolo. «En este momento en que nuestros hijos, abuelos y hermanos morían a manos de la unión de corrupción entre funcionarios, sindicalistas burócratas y empresarios absorbidos por el poder, un sistema ferroviario abandonado a su suerte durante 20 años, dejaron que 52 vidas se perdieran», continuó. El padre de Lucas dijo que es una jornada de dolor y lucha y que los encuentra unidos como desde el primer día, y no solo a ese grupo de familiares, sino a todos los que se acercaron. «Este día es el luto de un país que vio a 52 personas morir por esa corrupción que mata, por esa desidia, por ese ánimo desenfrenado de lucro a cualquier costo», señaló, y remarcó que «es imposible la justicia sin verdad y sin memoria».
Además, el papa Francisco les envió una carta a los familiares para acompañarlos en este dolor: “Estimadas familias: aquel 22 de febrero de hace dos años nos enlutó a todos. 52 víctimas, la mayor parte de las cuales iba a trabajar, se quedaron a mitad del camino, a mitad del camino de la vida. Víctimas de sombrías negligencias de los responsables irresponsables como los llamé en la misa del 24 de marzo de aquel año.

Foto: Télam
Foto: Télam

Se acerca el segundo aniversario y me acuerdo de esas 52 personas. Mi corazón se pone triste y lloro con ustedes… lloramos en esa ciudad que no llora porque no sabe cómo se hace. Quiero acompañar a los familiares de las personas que fueron arrebatadas aquel día gris de nuestra historia como pueblo.
Ese día ofrecer la misa por ustedes y por los muertos. Ese día estar muy cercano. Rezo por todos ustedes y por favor les pido que lo hagan por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide fraternalmente, Francisco».
Murieron 52 personas, una de ellas embarazada.
Hace un tiempo escribí esto y no quiero dejar de compartirlo:
«Nosotros vamos a trabajar. Ustedes también.
Nosotros viajamos en tren. Ustedes no.
Nosotros viajamos mal. Ustedes no.
Nosotros somos ganado. Ustedes humanos.
Nosotros viajamos parados. Ustedes sentados.
Nosotros viajamos inseguros. Ustedes gozan de seguridad.
Nosotros escuchamos. Ustedes no.
Nosotros reclamamos. Ustedes fingen.
Nosotros los votamos. Ustedes se ríen.
Nosotros los miramos. Ustedes nos observan.
Nosotros padecemos. Ustedes no se mueven.
Nosotros seguiremos. Ustedes se irán.
Nosotros cambiaremos. Ustedes iguales van a estar.
Nosotros nos cuidamos. Ustedes se protegen.
Nosotros nos ayudamos. Ustedes desmerecen.
Nosotros perdemos seres queridos por falta de gestión.
Nosotros pagaremos un boleto.
Nosotros nos cansaremos.
Pero nosotros lucharemos.
Nosotros esperaremos.
Nosotros aguantaremos.
Nosotros sonreiremos.
Nosotros ganaremos.
Sin nosotros perderán.
Me sumo a esta lucha.»
cande once