El borrador de una película

Dentro de la Competencia Argentina del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se presentó la película «El empresario» de Germán Scelso.

El padre de Germán fue parte de una organización guerrillera que en 1976 secuestró a un empresario y lo mantuvo escondido durante dos meses. Cuando miembros del ejército encuentran y liberan al empresario, también se encargan de secuestrar y desaparecer a uno de los guerrilleros, el padre de Germán.

«Este trabajo es parte de una saga de cuatro películas en las que mi padre desaparecido atraviesa todas las historias, pero sin ser el personaje principal. Por ejemplo, en ‘La sensibilidad’ (2011), las protagonistas son su madre y su suegra, mis abuelas, mientras que en ‘El empresario’ el desplazamiento de la mirada es aún más radical, dejándolo casi invisible frente al testimonio de los familiares del empresario. Como si en ese desplazamiento apareciera su figura con más fuerza», expresó Scelso.

En el resultado vemos una película que nunca parece haber encontrado su ensamble, su sentido mayor. Las piezas están presentes: las entrevistas a los hijos, algo de contexto histórico, algo de archivo. Pero cada parte parece el zaguán de lo que debería ser.

La reconstrucción de esos dos meses de secuestro es imprecisa y dispersa, lógicamente por provenir de un recuerdo recogido en la infancia y adolescencia, el montaje no colabora con la puesta en orden de esa información, la dirección no se ocupa de encausar el relato.

La contraposición a Germán ahí sentado escuchando aporta una expectativa importante, pero su figura se desdibuja al darnos cuenta de que nada va a emerger del encuentro como un suceso clave de la historia de la vida de estas personas. Estos lo interpelan con «ustedes los de los derechos humanos», o le hablan de «tu papá», pero esas puntas, y algunas de otra índole, se pierden al no ser recogidas.

El punto de vista del director se filtra inconexo en el intento de construir un sentido contextual al secuestro, pero cuyo objetivo tampoco llega a algún puerto. En síntesis, una premisa poderosa que quizás se siente más como un primer borrador de lo que sería la película.