La historia detrás del Rey del Pop

Cuando uno escucha el nombre Michael Jackson, automáticamente le llegan un montón de ideas: ya sea «larga vida al Rey», «el más grande coreógrafo jamás visto», «el sucesor de Fred Astaire», «Caminata Lunar» o, sencillamente, la más grande estrella que pisó el planeta Tierra.

Con una fortuna inmensurable que, si bien trágica y repentinamente le tocó partir a la edad de 50 años recién en 2009, actualmente sus hijos (ya adultos, cada uno por cuenta propia) continúan recibiendo las ganancias correspondientes, herencia por discográfica, mensualidad-anualidad, porcentaje acorde a la difusión de temas (cuántas veces se tocó en tal local de tal país) o “cuota” de streaming, por citar algunos ejemplos.

Para aquel que sostiene que cierta persona nació en «cuna de oro», gozando de privilegios hasta su funeral, en ataúd moldeado en oro macizo como si se tratase del rey Midas o el faraón egipcio Tutankamón, bueno: puede ir sacándose esa idea de la cabeza.

El 29 de agosto de 1958 el condado de Gary, Indiana, Estados Unidos daba la bienvenida a quien reformaría la década de los 60, 70, 80, 90 y comienzos del 2000 con su impecable voz aguda (aunque hablaba de forma más grave), su forma de vestir que aludía a la moda del momento, ostentosa y, obviamente, cara; su coreografía propiamente elaborada con la que rompió diversidad de estereotipos, su creatividad escénica, y su intelecto a la hora de editar y combinar distintos tipos de sonido, percusión y acústica, con los que compuso varios de sus temas mundialmente reconocidos.

Hijo de Joseph “Joe” Jackson, exboxeador y trabajador del acero en U.S. Steel; y Katherine Esther Scruse, clarinetista y testigo de Jehová, era el octavo de diez hermanos pertenecientes a una familia afroamericana con residencia en una ciudad industrial en el área metropolitana de Chicago. Desde muy chico demostró que tenía buena predisposición vocal y sus hermanos se lo hacían saber cuanto podían. Su padre, a quien más tarde describiría por su violencia no solo emocional y verbal sino, también, psicológica y físicamente, se dio cuenta de ello y lo puso a él y a sus cuatro hermanos varones a practicar frente a él.

A partir de ese momento surgiría una nueva etapa para la familia, ya que, para 1969, con el éxito rotundo de «I Want You Back», lo más escuchado a nivel local y encabezó la lista de mejores temas, el mundo del espectáculo daría la bienvenida a la banda afroamericana The Jackson 5. Para 1971, la familia se mudó a California, con lo que ganaron en ventas de discos pudieron comprar una propiedad de dos acres en la localidad de Encino, pero la cosa estaba lejos de terminar. Para el momento, el grupo descripto como un «ejemplo de vanguardia de artistas crossover negros» había lanzado otros temas como «The Love You Save» (1970) o «I´ll Be There» (mismo año) que, junto con el primero, encabezarían la Billboard Hot 100. Un año más tarde, quien fuera el solista de la banda por tener la mejor voz, entre 1972 y 1975 lanzó cuatro álbumes en solitario: «Got to Be There» (1972), «Ben» (1972), «Music & Me» (1973) y «Forever, Michael» (1975). Los primeros dos se convirtieron en sencillos exitosos, al igual que una versión de «Rockin’ Robin» de Bobby Day.

Había comenzado su carrera como solista, aunque mantenía nexos con el resto de la banda. Dado que su niñez, describiría más tarde, junto con parte de su adolescencia estuvo marcada por el trabajo duro, soledad, angustia, y maltrato familiar. Su relación con su padre fue todo cuanto “tortuosa y devastadora”, ni hablar a la hora de ensayar. Cada vez que uno de ellos se equivocaba en un paso les pegaba con el cinturón, y él era la cabecilla de la banda, la prioridad era con él. Se burlaba por decir que tenía “una nariz gorda”, lo cual más tarde desembocaría en su eterna insatisfacción con su apariencia física. Varios de los atributos por los que fue víctima de bullying por otros niños, que lo calificaban como “raro”, era por su forma de hablar (comparable con la de un chico, por más que fuese ya un adulto), su baja estatura y la transformación de su piel que desembocó en vitiligo, un problema en la pigmentación que produce cambios en el color, lo cual hizo que la prensa lo acusase posteriormente de querer hacerse blanco.

La década de los 80 fue su “Edad de Oro”

A finales de 1982 lanzó el álbum «Thriller», el más vendido de todos los tiempos, y que le valió siete Grammys más de los que tenía, y ocho premios American Music, entre ellos el Premio al Mérito, el artista más joven en ganarlo. ​Fue el álbum más vendido en todo el mundo en 1983, y se convirtió en el más vendido de todos los tiempos con un estimado de 65 millones de copias.​ Encabezó la lista Billboard 200 durante 37 semanas y estuvo entre los 10 primeros de los 200 durante 80 semanas consecutivas. Fue el primer álbum en tener siete sencillos top 10 junto con «Billie Jean», «Beat It» y «Wanna Be Startin’ Somethin'».

En diciembre de 2015, «Thriller» fue certificado por 30 millones de copias equivalentes por la RIAA, convirtiéndolo en el único álbum en lograr esa hazaña en Estados Unidos.

En 1985 emprendió una gira por la lucha contra el hambre en África: su tema «We Are The World» fue compuesto junto a otros artistas de renombre como Kenny Loggins, Tina Turner, Lionel Richie, Cindy Lauper, entre otros. Su debut en el Superbowl 1993 supuso un cambio permanente en el evento comercial más exclusivo del año: impuso una reforma completa en las normas de coordinación de dicho evento, y su performance junto a la inclusión de algunos de sus tan aclamados temas como «Billie Jean», «Jam», «Black or White» y «Heal The World» hicieron del evento lo más sintonizado a nivel local. Más tarde se globalizaría.

Fue la imagen de la marca Pepsi durante años, y en uno de sus shows sufrió un accidente pirotécnico que acabó quemándole el pelo, tuvieron que asistirlo y enviarlo a terapia intensiva. Algo que lo marcaría durante el resto de su vida, ya que tomaba más de un remedio al día para calmar el dolor. Su transformación física debido a su insaciable disconformidad tampoco pasaba desapercibida. Especialmente, la rinoplastia con la que acabó deformándose por completo la nariz. Objeto de burla desde que contaba con uso de razón.

Viajó por todo el mundo asistiendo a eventos en honor a su solidaridad, y en 2000, el Libro Guinness de los récords lo reconoció por apoyar a 39 organizaciones benéficas, más que cualquier otro artista. Es uno de los pocos artistas que fueron introducidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll dos veces, y también fue incluido en el Salón de la Fama de los Compositores y el Salón de la Fama de la Danza como el único bailarín de música pop y rock. Otros de sus logros incluyen varios récords Guinness, 13 premios Grammy, el premio Grammy Leyenda, el premio Grammy a la carrera artística, 26 premios American Music -más que cualquier otro solista masculino- incluyendo el Artista del Siglo y Artista de los años 80, 13 sencillos número uno en los Estados Unidos durante su carrera en solitario -más que cualquier otro artista masculino en la era Hot 100- y ventas estimadas de más de 400 millones de producciones musicales en todo el mundo. Se convirtió en el primer artista en la historia en tener un top 10 en el Billboard Hot 100 en cinco décadas diferentes, cuando «Love Never Felt So Good» alcanzó el número 9 el 21 de mayo de 2014.

En 2016, la revista Forbes lo calificó como una de las celebridades fallecidas con más ingresos, con ganancias de 825 millones de dólares, la cantidad anual más alta jamás registrada por la publicación, y en 2020, pese a las denuncias acumuladas en su contra por abuso infantil, mantuvo su estatus por undécima vez consecutiva.

En 1993 recibió su primera denuncia por abuso de menores, ya que, para entonces, contaba con su propia finca paradisíaca en el centro del condado de Los Angeles, Neverland, la cual había adaptado como su propio parque de diversiones, concretamente, a la figura de Peter Pan, personaje con el que se sentía fielmente identificado.

Padecía Síndrome de Peter Pan, condición que lo hacía pensar, actuar, incluso desarrollarse como un menor de edad. Tratándose de un niño que nunca crece, y que no hace otra cosa salvo divertirse en el mítico País de Nunca Jamás.

Si bien no se presentaron pruebas concretas de que haya cometido los crímenes contra los chicos que albergaba en su estancia por tratarse de familias con escasos recursos, el que más abundancia aportó fue el de su ama de llaves que, según declaró tiempo después de que se encontró muerto al artista de su alcoba en condiciones inciertas, había ingresado a la habitación y encontrado “pares de ropa interior del cantante junto a la de varios de los otros niños” y que, en otra de esas, lo vio “tanto a él en la alberca desnudo, y a uno de ellos besándole uno de sus pezones”.

Hay una teoría que sostiene que, debido a que el propio Joseph lo castró de niño para que no perdiese la voz, sus tres hijos fueron producto de inseminación artificial. Estuvo dos años casado con la hija de Elvis Presley, Lisa Marie (muerta a inicios de enero a los 54 años por un infarto agudo), y la razón por la que daba asilo a todos ellos, justamente se debía “a la mala experiencia que sufrió en su remota infancia, con el propósito de que no fuese el mismo ejemplo con ellos”, o así aclaró en más de una entrevista.

Con quien más afinidad tenía era su madre, quien, testigo de la brutalidad de Joseph, eventualmente llegó el día en que el matrimonio marcó ruptura definitiva luego de seis décadas continuas. Macaulay Culkin, conocido por su rol como Kevin McCallister en la franquicia de «Mi Pobre Angelito», fue uno de sus “huéspedes” que más adelante declararía a favor de Jackson. Actualmente es padrino de sus tres hijos.

Habiéndose efectuado el prontuario, habiendo salido a declarar hasta su propia hermana en su contra, habiendo ingresado el FBI en la finca en busca de prueba de todo cuanto se alegaba, al final las causas fueron desestimadas, La Toya Jackson retiró los cargos, incluso la madre de uno de los chicos lo desmintió más tarde alegando que se trató de “una movida para sacarle plata”. Aun así, las familias denunciantes recibieron indemnización.

Actualmente, la mansión de Neverland prevalece como espacio de exposición ya que, poco después Jackson junto con sus hijos se fueron de allí, y nunca volvieron a poner un pie. Acababa por anunciar su retiro de la música mediante su última gira «This is it» que nunca pudo llegar a concretar, y a partir de allí pasaron a moverse de un lado a otro, lejos de la prensa y de los medios.

Habiendo gastado gran parte de sus fondos en inmobiliaria y en bienes raíces, no le quedó otro remedio que hacer un concierto más para recaudar fondos y adquirir una estancia permanente. En un principio se trató de algo breve, pero como las entradas se vendieron en menos de una hora, no le quedó de otra que alargar la gira. De esa forma, volvió a trabajar duro (horas y horas de ensayo continuo), de modo que padecía de insomnio y un dolor físico de lo más agobiante.

Lo peor vino cuando contrató un médico personal, el cardiólogo Conrad Robert Murray, para que le recetara una nueva medicación para dormir mejor. En la mañana del 25 de junio de 2009, Michael Jackson sufrió un paro cardiorrespiratorio en su mansión alquilada de Holmby Hills. Los paramédicos, quienes llegaron 9 minutos después, lo encontraron sin pulso ni respiración, por lo que le aplicaron reanimación cardiopulmonar y lo trasladaron al Ronald Reagan UCLA Medical Center, ubicado en Los Angeles a las 13:14 horas. Pero a pesar de los esfuerzos de los médicos fue declarado muerto a las 14:26.

Luego de realizar la autopsia, los médicos del Instituto Forense de Los Angeles aseguraron que la muerte de Jackson había sido provocada por una intoxicación de propofol, suministrado por Murray, de modo que la causa quedó caratulada como «muerte como intoxicación aguda de propofol». Murray fue condenado a cuatro años de prisión, pero salió recién en 2011, actualmente se encuentra en libertad. Los restos de Jackson descansan en el Forest Lawn Memorial Park en Glendale, California.

El hecho sacudió a la comunidad del espectáculo tanto como a varios de los países en los que su nombre era cantado y citado por sus millones de fans devotos. Su hija Paris, en su momento padeció una depresión severa de la que aún no se recuperó. Fue alumna de la actriz Charlize Theron, actualmente canta y compone siguiendo los pasos de su padre, destaca por su voz, su cabello largo rizado, sus ojos azul brillosos y sus muñecas tatuadas de modo que sirve para cubrir los cortes que se auto efectuó en un intento por quitarse la vida.

En carácter de resolución, la vida de quien será siempre tanto quien marcó una época de clásicos musicales, una carrera dedicada a su incansable compromiso con el arte y su extrema solidaridad y aporte al mejoramiento ambiental no fue para nada agradable y/o privilegiada. Para quienes no lo saben, su primera Navidad la celebró recién a los 35 años e, incluso, después de separarse de Lisa, continuaron viéndose normalmente. La soledad, la depresión y la ansiedad fueron atributos que lo acompañaron desde el primero hasta el último de sus días. Según aseveró, “casi todas las noches salía a recorrer su jardín solo, buscando alguien con quien hablar”. El dinero le importaba poco o nada. Aun así, le era necesario. Hubo una vez en la que uno de sus fans amenazó con tirarse de una terraza si no tenía la oportunidad de hablar con quien era su ídolo, y el mismo Jackson asistió personalmente, le pidió que se bajara, y de esa forma evitó lo que pudo haber terminado en tragedia. Una de sus tantas contribuciones fue para un hospital con falta de fondos para comprar camas de oxígeno, dado que el mismo se encargó de proveer de estas, incluso, hasta se sacó una foto durmiendo en una, otro de los tantos motivos de burla.

Tenía miles de fans, y ni un solo amigo. En el último tiempo, por todo el dolor que experimentaba tenía que ser cargado por su escolta de seguridad como a un inválido. En «Will You Be There», cortina musical del éxito cinematográfico “Liberen a Willy”, alude a lo mucho que necesitaba un amigo, alguien que le fuese fiel o que, en alguna situación de necesidad, estuviese ahí para socorrerlo, mientras que en «Who is it» se refiere, básicamente, a esa soledad que lo asediaba constantemente.

Lo cierto, es que por más que haya quienes sostienen que tal artista ya no existe, a pesar de tener 65 años de estar aquí presente, y a pesar de que su muerte fue repentina tanto como prematura, las leyendas simplemente nunca mueren.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por Germán Nonell.