El mundo se puso raro

¡Ya está, se termina la tortura electoral! El domingo se define cuánto tiempo vamos a tardar en estar peor que ahora.

Para darnos un panorama más claro del nivel mental de ambos candidatos, se llevó adelante el último debate con una conclusión: Javier Milei hizo un papelón, le tosieron y lo boludearon dejándolo expuesto como lo que es, un improvisado que no está listo para meterse en el barro de la política argentina.

Curiosamente, no lo fue a ver ninguno de los aliados PRO. No vaya a ser que pierda y queden pegados.

Por el lado de Sergio Massa, se la pasó entrevistando a Milei y dándole como opción respuestas solo por “sí o no”, y el boludo entró en todas como un gil.

También nos mandó, ante cada cuestión que tiraba, a buscar datos a Google, y entre los datos encontramos que a pesar de lo que dijo, es muy amigo de empresarios y que por más que se queje contra el arancelamiento a la educación, él lo pedía allá por el 2015.

Uno de los momentos más divertidos de este show decadente fue cuando Massa lo carpeteó a Milei porque no le renovaron la pasantía en el Banco Central por estar turulo, y sacó a relucir su título de “psicólogo de la calle” para analizar que de ahí vienen las ganas de quemarlo.

Esta semana, los dueños del país los sentaron a Massa y Milei delante de ellos en el Consejo de Inversiones para el Comercio y la Producción (CICYP) y los hicieron declarar a ver cuál conviene más para seguir forrándose en guita.

Según el candidato “pajertario”, la obra pública no genera empleo. Mirá vos, andá a saber entonces quiénes son los que laburan haciendo rutas.

Por otro lado, Milei promete que con sus políticas económicas vamos a volver a Disney. Se nota que les habla a votantes de 16 años.

Al que engancharon en esta conferencia fue, justamente, a uno de los exjefes que tuvo Javier Milei, el empresario Eduardo Eurnekian que, cuando le preguntaron por su «pollo», dijo: “Tengo 3.700 empleados y uno salió fallado”. Fallado puede salir un jean, a este flaco no lo parieron, lo cagaron.

Por su parte, el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, tiro ante el círculo rojo: “Quiero ser el presidente que entierre la grieta”. Mirá que nos venís enterrando la grieta a todos hace un año.

Siguiendo con su raid de promesas y revoleos de guita, Massa prometió un millón de créditos hipotecarios y solución para los UVA. Si la campaña duraba una semana más nos prometía vacaciones en el Caribe y la cuarta copa del mundo.

Al ser consultado si va a levantar rápido el cepo al dólar, el actual Ministro de Economía respondió: «Nos va a llevar doce meses de trabajo hacerlo». El famoso “vamo’ viendo”.

Desde La Libertad Avanza ya están abriendo el paraguas y la “hermanovia” de Milei denunció un «fraude colosal» y acusó a Gendarmería de cambiar el contenido de las urnas para favorecer a Sergio Massa. Todo esto sería coordinado por terraplanistas bolcheviques de la escuela de analistas de aliens progenitores de seres superiores.

Ante esta denuncia, la Justicia Electoral advirtió a la Libertad Avanza que la ausencia de boletas en las mesas electorales será su exclusiva responsabilidad. En pocas palabras, “no rompas las pelotas y hacete cargo”.

La que fue curiosa fue la participación de Patricia Bullrich ante este quilombo electoral, en la que en primera instancia dijo que no iba a haber fraude, 24 horas después dijo “ojo con el fraude” y ahora tiró: “Hay que cuidar el uso de la palabra fraude”. Está bien, «Pato», seguí dándole al tubo de Bordolino que es lo tuyo.

La candidata a vicepresidenta por LLA, Victoria Villarruel, está interesada en que no pase un día sin decir una forrada y es por eso que, para llevar paz y tranquilidad, dejó esta hermosa reflexión: «¿Cómo vas a resolver el país si no es con una tiranía?».

Por si no nos queda claro lo que le gustan las botas y la fajina, Villarruel tiró una idea genial cuando le volvieron a preguntar sobre el centro de detención en la ESMA y propuso que deberían poner un parque para que la gente lo disfrute. Unas ganas de ir a jugar un fulbito con los nenes donde fusilaban gente. También se podría jugar a la escondida, pero qué cagazo si no te encuentran rápido.

Asimismo, Lilia Lemoine no pudo cuidar la abeja y ahora salió a bancar los dichos de un exmilitar que pedía un alzamiento de las fuerzas contra el gobierno. Después se enteró que este tipo es un nazi con denuncias de la DAIA y que había fajado libertarios en la pandemia y pidió disculpas por hacerse eco de sus dichos, pero no de los conceptos golpistas. Para cerrar su semana democrática amenazó a una periodista de la Televisión Pública diciéndole que haga bien su trabajo porque iban a privatizarla. Qué tranquilidad que me da saber que estaremos en manos de gente tan empática.

Por último, Alberto Samid, el excandidato a intendente de La Matanza, se vio conmovido por la censura que está sufriendo el cantante Roger Waters, al que le cancelaron varias reservas hoteleras en el país por sus dichos criticando el accionar del Estado israelí contra Palestina. Es por eso que le ofreció quedarse en su casa de Ramos Mejía. Qué imagen maravillosa verlo a Waters clavándose un asadito y yendo a comprar un cuartito de helado a la DUE.