El desarraigo forzado

EL DESARRAIGO FORZADO

A partir de este jueves se puede visualizar, en el Cine Gaumont, el film de Ezequiel Erriquez «La Crecida», que ya había tenido su estreno la semana pasada en la sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, que se focaliza en un grupo de habitantes de la localidad de Panambí, provincia de Misiones, que se debaten entre la disyuntiva de permanecer en un pueblo casi a punto de desaparecer, debido a la construcción de una represa hidroeléctrica que amenaza con inundar todo a su paso, o bien, migrar a Brasil.

Es precisamente esa transición la que se propone registrar su director, por eso tal vez resulte más acertado decir que tal vez esta sea una película sobre tiempos: el que le queda a la familia protagonista para abandonar el lugar, el tiempo interno que conlleva tomar tal decisión, el que insumirá la adaptación a un nuevo lugar, el de vida útil que representa la situación planteada para un anciano, el vertiginoso tiempo del amor con el cual una pareja lucha por el suyo por encima de todo, el tiempo de tomar conciencia acerca del fin.

Tales incertidumbres son captadas por la cámara de Gustavo Schaffino, que enmarca los rostros y cuerpos atribulados de actitudes pausadas, sirviendo la exuberante y vital naturaleza del entorno testigo. Curioso el contrapunto de la exuberante vegetación en juego con la inminente aniquilación de la misma que se adivina, se palpa, se respira.

Toda esta letanía está simbolizada en los ojos de la pequeña Marianela Campos, que acompaña cada uno de estos desafíos de vida: la de un grupo familiar que se queda sin trabajo, la de un anciano sin futuro, la de una pareja a punto de perder su pasión, la de una dupla de hermanos cuya erotización debe encontrar una vía de definición. Y son esos “tempos”, esos retos, esas incertidumbres, esas pequeñas muertes, las que Erriquez logra plasmar con tanta minuciosidad y talento en su film.

Filmada con el aporte de actores no profesionales y lugareños de la zona, «La Crecida» se constituye en un feroz alegato de las impunes consecuencias que un emprendimiento hidroeléctrico genera en su población, a través de una devastación silenciosa y letal.