El mundo se puso raro

Volvieron los desfiles militares para las fiestas patrias. A muchos el enano fascista que tienen adentro les festejó de lo lindo. Los sindicatos siguen haciendo quilombo para ganar adeptos, es decir, afiliados. Una buena, y tardía, medida de Gabriela Michetti desató la furia de Pino Solanas. Es que con 150 lucas un político hace malabares para llegar a fin de mes. Como hacemos nosotros con la décima parte de ese dinero.

Noticias de la Gorra

¡Qué lindos son los festejos del 9 de Julio! Y más cuando escuchamos nuevamente el repiquetear de las botas por las avenidas patricias de Buenos Aires. Así es, con un desfile militar de antaño celebramos a la patria mientras muchos viejos de bigotes y señoronas de tapado y fijador de pelo sacudían su banderita celeste y blanca al son de las tanquetas. Como dato curioso, podemos decir que se olvidaron en marcha un tanque y se la pusieron contra un árbol. Algunos países tienen militares con exoesqueleto, pero nosotros tenemos a Rambito y Rambón.

Todo este despliegue de poder tercermundista fue coronado con la verba sin parangón del presidente Mauricio Macri que, con un vasto conocimiento aprendido en la revista Billiken, comparó a su gobierno con las batallas dadas por Belgrano y San Martín, y como los ciudadanos de 1816 peleaban por lo mismo que nosotros. Peleaban por tener luz, agua, gas y algún que otro derecho.

El titular del sindicato de los bancarios, Sergio Palazzo, quiere que cualquiera que maneje guita esté agremiado a su sindicato… o algo así expresó en la semana al pedir que las empresas donde se hacen tareas bancarias como Mercado Libre o los supermercados sean metidos en su órbita. Qué lindo cuando los cajeros de Coto corten la atención al público a las 15 horas.

Ojo que no solo está el sindicalismo que pelea mejoras salariales sino que además está el otro, el sindicalismo lindo, ese glorioso que para morder una moneda más se caga a tiros con sus pares para evitar que laburen en un frigorífico, por ejemplo.

Eso sí, no solo hay sindicalistas serviles a las patronales, también hay periodistas como Daniel Muchnik que, ante estos últimos eventos, recordó que «en Estados Unidos solucionaron estos problemas matando a Jimmy Hoffa». Lo que se dice un hombre de ley.

Finalmente podemos decir que un día la vicepresidente Gabriela Michetti mostró un leve dejo de lógica y firmó un decreto para que los senadores no puedan canjear más pasajes. Se acordó 4 años tarde y justo cuando se está yendo, cosa que no le pongan palos en la rueda… peor es nada. Este decreto parece que no cayó nada bien entre sus pares. Lo raro fue que uno de los voceros de las puteadas fue nada menos que Pino Solanas, que pidió un mejor sueldo para los senadores… es que hoy en día un jubilado no puede vivir con un sueldo de 150 lucas.

Murió el expresidente Fernando De la Rúa y tuvo tanta puntería que justo cayó el Día de la Independencia para entrar, así, al club de los soretes que cagan el día como Augusto Pinochet el día de los Derechos Humanos, Gerardo Sofovich el Día de la Mujer o Bernardo Neustadt el día del Periodista. Mauricio tiene tanta puntería que va a palmar el Día del Fonoaudiólogo.

Al respecto de este obituario, Clarín en su tapa del martes puso que a «Chupete se lo «devoró la crisis». Mirá vos, se ve que el espíritu de Blanck sigue rondando la edición. Se podría decir que «la crisis» se llevó puesto a De la Rúa, a Kosteki y a Santillán.

Quien salió a dar su más sentido pésame fue el exministro de Economía, Domingo Cavallo, que reivindicó su presidencia y advirtió sobre un golpe para voltear a Macri. Qué loco, pensábamos que los que estábamos volteados éramos nosotros.

Largaron los spots para la gobernación de la provincia de Buenos Aires y, a menos que sea una joda, Axel Kicillof pica en punta con 3 canciones bailanteras dignas de un pueblo del interior de Santiago del Estero. Muchachos, miren que ese público no es al que tienen que seducir.

Se lanzó la campaña de Cambiemos con una convención virulenta en Parque Norte por la que pasaron Rodríguez Larreta, Vidal y por supuesto el presidente Macri, que tiró una hermosa frase lisérgica en la que sostuvo que «tenemos que matar al enano incumplidor que tenemos adentro». Si lo tomamos literalmente, estamos frente a un suicida en potencia.

Alberto Fernández pasó a declarar por el tratado con Irán y tuvo un día de furia contra los periodistas. La mandó a leer a Mercedes Ninci, casi se carajea con Jonathan Viale y a un cordobés que le preguntó por su relación con Schiaretti casi lo surte. En Cambiemos ya están pensando en bajarle el sueldo a Durán Barba.

Por último, no puede faltar la cuota demencial de Elisa «Lilita» Carrió de cada semana. En esta ocasión salió a decir que los rusos van a manipular las elecciones. El efecto Guerra Fría impulsado por Miguel Ángel Pichetto parece que está picando fuerte y en cualquier momento nos dicen que Siegfried no es de Kaos sino de La Cámpora.