El mundo se puso raro

Cierre de campaña y cruces de todo tipo que nos llevaron al carajo. Por otra parte, ya sabemos que la culpa de todo la tiene el pasado. Y encima tenemos candidatos que tiran verdura ante cualquier pregunta o, sabiendo que no ganan ni a palos, hacen promesas ridículas. Y como cierre, el periodismo sigue dando muestras de por qué es cada vez menos creíble.

Noticias de la Gorra

Cierre de campañas a puro grito y acusaciones antes de las PASO. Mauricio Macri sigue dándole de comer a los creadores de memes y en el acto de clausura impostó una frase que quedará en la historia inmediata: «¡No se inunda más, carajo!» Por su parte, Alberto Fernández prometió no pelearse más con Cristina. A esto llegaron nuestros políticos, tenemos que votar entre un títere guionado y un tipo que no se quiere pelear más con su jefa.

Durante el cierre de campaña de Juntos por el Cambio se vio un curioso hecho que lo tuvo como protagonista a Martín Lousteau, en el que se sacó una selfie grupal pero otra foto de ese acto mostró cómo la dejaron afuera del encuadre a Gabriela Michetti, que por más que cogoteó no pudo ni asomar el jopo. Para la próxima reunión deberían ver de ponerle ruedas a una banqueta.

El recientemente oficialista Miguel Ángel Pichetto nos trajo un poco de luz en tanta oscuridad económica y nos dijo de quién es culpa de que todo esté como el culo, ¿y a que no sabés? Dijo que la culpa es del kirchnerismo, o sea que la fórmula presidencial tiene a dos tipos a los que se podría culpar claramente del desastre que estamos viviendo.

El candidato que pisa fuerte en La Matanza es el ministro Finocchiaro, que busca que el oficialismo finalmente entre en La Matanza. El único problema es que no tiene la más puta idea del país donde vive, ya que una vecina le preguntó si sabía cuánto gana un maestro y, casi sin dudar, tiró que embolsaban más de 45 lucas, cuando en realidad arañan las 20. Él pensó que le preguntaban por un maestro del Newman.

Otro que tira ideas muy copadas y que seguro prende en la mayoría de la gente es el candidato José Luis Espert, que prometió que cerrará Aerolíneas Argentinas porque es un «nido de vagos». Estos comentarios son hermosos cuando sabemos que el demente que los dice no puede arañar ni 2 puntos del electorado. Imaginamos que por esta aerolínea se le va a complicar viajar a futuro.

Por suerte, Espert decidió seguir viajando en su camioneta blindada, la que casualmente esta semana recibió 2 impactos de bala mientras se dirigía a dar unas entrevistas. A alguien se le tuvo que escapar un tiro, si no no se entiende para qué le disparan a Espert.

El periodismo sigue dando muestras de su dependencia económica, y un claro caso fue el que demostró Luis Majul al hacer una nota en la que explicaba que cualquiera que no vote a Macri está votando a Fernández y perjudicando el destino del país. Faltaba el membrete de Cambiemos en la nota.

Otro periodista que debería ser un faro para Majul es Daniel Santoro, que finalmente fue procesado por tentativa de extorsión. Qué horror, ya no hay libertad de expresión. Ya no podemos expresarnos para pedir coimas o aprietes a cambio de información privada.

Finalmente, una noticia terrible golpea a toda la sociedad: habló el Indio Solari y dijo que si gana Macri él se va del país. No es necesario Indio, con que te quedes encerrado en tu casa de Leloir contando regalías por éxitos de antaño alcanza.