El mundo se puso raro

Empezó el plan de vacunación contra el COVID-19 y los políticos argentos de todo color no pudieron con la costumbre y vacunaron primero a sus amigos, colegas y parientes. Bueno, al resto de la gente también la vacunaron. Para solucionarlo, cortaron la cabeza del ministro de Salud y asumió la viceministra “que no vio nada”. Además, se armó un cruce de denuncias sobre vacunatorios VIP en todo el país. La Justicia hizo lo que debía y metió en cana a Lázaro Báez… seguro que en un par de años lo suelta y aquí no ha pasado nada.

Noticias de la Gorra

Explotó el «vacunagate» y, como era de esperarse, la idiosincrasia argentina, más puntualmente la de los gobernantes argentinos, demostró lo que ya todos suponíamos… la teoría de que se salve el que tiene contactos se cumplió como era de esperar. A la cabeza de toda esta operatoria estaba, justamente, el Ministerio de Salud con Ginés González García como principal responsable y primer eyectado.

Se había armado una especia de lista de Schindler que, justamente, salió a la luz por una boconeada del pseudo periodista Horacio Verbitzky en la que blanqueó que, gracias a un “llamado a su amigo Ginés”, consiguió que lo vacunaran. Esto confirma, una vez más, que ser un buche es la pasión del “perro”.

Entre los beneficiados por la “Diosa Fortuna Vacunatoria” hubo otras personas esenciales como el sobrino y el ahijado de Ginés; Hugo Moyano, su esposa e hijo de 22 años; la esposa del procurador, Carlos Zaninni; el expresidente Eduardo Duhalde y su familia; y una larga lista que hasta el momento suma 70 personas. Sin dudas, una de las más curiosas fue la de una camporista que adujo que era payamédica… y sí, señoras y señores, era el detalle que faltaba para demostrar que este país es un circo.

En medio de todo este quilombo, Alberto Fernández estuvo de gira por México y ante la consulta de los periodistas por el quilombo de las vacunas, Alberto se mandó otra gran argentineada que es señalar a otro y reclamó a los periodistas que investiguen al expresidente Mauricio Macri y sus chanchullos. El famoso, «¿y vos qué?».

Justamente, Macri aprovechó la volteada para salir a pegarle al Gobierno por esta inmoral operatoria… y todos sabemos que Mauricio jamás favorecería a familiares y amigos y la daría ventajas con respecto al resto de la sociedad.

En el lugar de Ginés asumió Carla Vizzotti quien, a pesar de ser la segunda a cargo, parece que nunca se enteró ni vio nada raro en el Ministerio de Salud. Qué curioso.

Por suerte, en la Ciudad de Buenos Aires demostraron que moralmente son superiores y propusieron darle prioridad a las obras sociales y prepagas para distribuir la vacuna, porque todos sabemos que siempre es un buen momento para hacer un negocio para aquellos privilegiados que pagan por salud privada.

Finalmente, le dieron 12 años de prisión al empresario Lázaro Báez, acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Lo interesante sería saber a quién se la lavaba, pero todos sabemos que hasta ahí la Justicia no va a llegar. A todo esto, el senador Oscar Parrilli salió a defenderlo y dijo que lo metieron en cana «por morocho»… ¡morocha era la guita que movía!