Grecia decidió y atraviesa horas difíciles

Grecia tuvo este domingo una de las fechas más importantes y de máxima tensión en su historia moderna. Con la propuesta sobre un referendo del primer ministro Alexis Tsipras que reivindica la democracia en la nación que dio origen y acuñó el término, los ciudadanos eligieron este 5 de julio acatar las directivas de la Troika (expresión que une al Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, el trío que conglomera los principales poderes económicos del continente) o desarrollar un plan propio para intentar salir de la crisis financiera y social en la que se encuentra sumergido el país helénico en los últimos años.

Desde el punto de vista legal, para que el referendum tenga efecto se necesitaba la participación de al menos el 40% del electorado. Y la voz del pueblo se hizo notar, ya que más del 60% de estos emitieron su opinión (en la que triunfó el «NO» por 61,31% frente al «SÍ» con 38,69%) a las políticas de ajuste que intentaron imponer. Recordemos que Tsipras días atrás presentó iniciativas para paliar la situación y fueron rechazadas inmediatamente.

Por eso, miles de personas salieron a las calles a celebrar que, más allá de lo que suceda, las consecuencias serán por decisión propia de su pueblo. Así, la plaza Syntagma en Atenas estuvo atestada de ciudadanos hasta altas horas de la noche del domingo.

Además de lo antes detallado, desde algunos medios de comunicación se intentó incluir que en la decisión de Grecia estaba implícita la opción de abandonar o no la comunidad, la Eurozona, hecho que reiteró Tsipras que no estuvo en los planes ni en duda, aunque la exclusión puede ser una de las penas que la región le imponga por no acatar los planes de austeridad.

Inmediatamente un día después del recuento final de votos, las bolsas europeas cayeron y se planean reuniones de emergencia para tratar el nuevo estado de situación. Por su parte, Yanis Varufakis, ministro de Finanzas, también expresó que están trabajando a contrarreloj y coordinó un encuentro con la Asociación Nacional de Bancos, ya que durante las últimas semanas el país vivió un corralito financiero y, además de encontrar cerradas las puertas de las entidades, no permitían la extracción mediante cajeros automáticos de más de 60 euros por día.

La cara visible de la derrota en el referendum fue Andonis Samarás, líder opositor de Tsipras, quien renunció a su cargo de presidente del Partido Nueva Democracia. «Hoy dimito del liderazgo y pedí a Evángelos Meimarakis asumir provisionalmente la presidencia». Asimismo, manifestó que «el pueblo decidió en un referendo de división. El Gobierno tiene ahora la responsabilidad de traer un acuerdo que evite que el país se hunda. La victoria del ‘no’ algunos la traducirán en Europa como voluntad de salir de la eurozona. Llamo a los socios a ayudar a Grecia a permanecer en el euro».

Vale recordar que en lo que va del año se fugaron capitales por 60 mil millones de euros, es decir, un cuarto del total existente en Grecia.

Finalmente, por pedido de Angela Merkel y Francois Hollande, canciller de Alemania y presidente francés, respectivamente, se realizará una reunión de líderes de la Eurozona este martes para analizar los pasos a seguir «para contribuir a una solución duradera en Grecia». Al mismo tiempo, el vicecanciller germano Sigmar Gabriel manifestó al conocer la decisión del pueblo griego que «Tsipras derrumbó el último puente», en alusión a la posibilidad de salir de la crisis.

Un tono más grave fueron las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quien aseguró que Grecia no está ahora «en una mejor posición para negociar» y «a más tardar el martes habrá que hablar de ayuda humanitaria». El pedido ya está hecho: Gabriel Sakellaridis (portavoz del gobierno de Tsipras) comunicó que solicitarán un incremento de liquidez a través de un préstamo de emergencia para cumplir con los pagos a sus acreedores, «dentro del plazo de las próximas 48 horas».