La gran Blondi

Junio comenzó con un estreno argentino que tuvo su premier dentro de la Competencia Oficial Internacional del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). Se trata de «Blondi», la ópera prima de Dolores Fonzi, una comedia sobre madres, hijes y crianzas.

A Dolores la conocemos bien por su trabajo como actriz: «El fondo del mar», «El aura», «La patota», «La Cordillera», «El futuro que viene», «Distancia de rescate» y «Claudia» son un puñado de títulos en los que actuó. Este es su maravilloso debut como directora.

Blondi (Fonzi) y Mirko (Toto Rovito) son madre e hijo, se llevan unos 15 años, son muy unidos y se complementan en el día a día: Blondi es demasiado relajada, una «The Dude» de «The Big Lebowski» versión femenina (en palabras de la propia directora), Mirko se divierte, pero asume un rol más responsable en el hogar. El grupo familiar se completa con la abuela Pepa (Rita Cortese) y la tía Martina (Carla Peterson).

No viven todos juntos en una mansión gigante cual tira diaria televisiva para que se entienda que son una familia, la conformación de este núcleo se crea a partir de escenas que reflejan complicidades, confianza y una cotidianidad compartida.

El conflicto se proyecta en una crisis que está viviendo la tía Martina y que lleva a Blondi y Mirko a emprender un viaje «de rescate». Y esa es la excusa perfecta para profundizar en su vínculo, algunos secretos y tensiones que salen del propio amor, concretamente, explorar cómo el cariño puede provocar focos de conflicto también. Esa mirada es la que hace que la película tenga una impronta luminosa, optimista y sensible.

Esta ópera prima es una gema dentro de nuestro panorama de estrenos: un guion redondo que maneja el balance perfecto entre el humor y el drama, con la inteligencia de sacar el conflicto de lugar común y de ofrecer a un grupo de actrices papeles profundos, cómicos y tiernos que pueden ser leídos en clave feminista, por supuesto.

La maternidad es cada vez más abordada en las narrativas audiovisuales, el costado de aquello que puede ser oscuro, complicado y doloroso necesitaba salir a la luz para combatir la óptica establecida y sacralizada que solo hablaba del amor incondicional y escondía otros vértices. Películas como «Huesera» (Michelle Garza Cervera, 2022), «We need to talk about Kevin» (Lynne Ramsay, 2011), «The lost daughter» (Maggie Gyllenhaal, 2021) o «Tully» (Jason Reitman, 2018) se atreven a relatos que mezclan maternidad y terror o maternidad y drama.

«Blondi» aporta, desde la comedia, una mirada sobre la crianza colectiva, distintos tipos de amor y roles bidireccionales: la que es abuela a su vez es madre, quienes son madres también son hijas y asumen esa multiplicidad de actitudes en la conformación del personaje.

El equipo técnico se completa con Javier Juliá en la fotografía, la música de Pedro Osuna, además de la selección de piezas de The Velvet Underground, Blondie, y la colaboración de Laura Paredes en el guion, entre otros roles que conformaron un verdadero equipo de lujo para esta ópera prima.