Durante varias generaciones, el sexo fue un tema tabú. Dependiendo la cultura y religión, podría provocar penas si el acto no era ejercido según dichas creencias y costumbres. Incluso con eventuales charlas del tópico, solo se repetían los riesgos de embarazos no deseados y solo una enfermedad de transmisión sexual (ETS): sida.
No quisieron enseñar siquiera a disfrutar el acto, todo era manejado bajo el manto de la culpa.
Con el paso del tiempo, empezamos a barrer. Había polvo en el piso, cada vez más, pero nadie sabía de dónde provenía. O quizás sí, pero el silencio ganó el debate por cuestiones morales. De a poco, la alfombra que ocupaba el 80% de la sala se fue corriendo y solo encontrábamos más polvo. Me encantaría decir que fue expuesto en su totalidad, pero hoy en día continúa saliendo aún más.
Un familiar te cuenta que sufrió abuso sexual en su niñez. Fue un amigo de la familia, o un integrante de la misma. Te impacta la noticia y no entendés por qué no lo relató antes. «No sabía qué era lo que me hacía. Solo me sentí mal, pero por mucho tiempo estuve sin saber por qué».
Tu pareja se sorprende cuando le pedís que se haga exámenes de ETS. Desconoce la lógica de tu demanda y sugiere que sufrís paranoia. «No tengo nada, ¿por qué debería tener algo? Estás exagerando», puede ser la respuesta.
A la hora de tener relaciones sexuales por primera vez, no entendías bien cómo ponerte el preservativo o cómo ponérselo a quien te acompañaba en el encuentro. No quisiste preguntar, preferiste no arriesgarte a quedar como ignorante. «¿Hasta la mitad tenía que bajarlo? ¿O tiene que cubrirlo por completo?».
Semana de la Educación Sexual Integral en Argentina
«El objetivo es incorporar la Educación Sexual Integral (ESI) dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas; asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual; promover actitudes responsables ante la sexualidad; prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual y reproductiva en particular; procurar igualdad de trato y oportunidades para varones y mujeres.”
El desconocimiento de algo no indica la inexistencia de ello. Hay que brindar información completa y detallada para que cada individuo pueda tomar decisiones en plena conciencia y con convicción. Sin miedo, con herramientas. Para saber cuándo frenar una situación y cuándo continuar otras. Para aprender a prevenir, pero también a disfrutar. Para cuidarse, y cuidar al otro.
Artículo elaborado especialmente para puntocero por Mica Vitello.