La pelea por la coparticipación

El presidente Alberto Fernández decidió disminuir el porcentaje de coparticipación de impuestos que recibe la Ciudad de Buenos Aires.

Mediante un decreto, el Jefe de Estado reducirá a 2,5 puntos ese porcentaje, aunque podría incluso llegar al 2%. En 2016 Mauricio Macri, del mismo modo, había aumentado el porcentaje de coparticipación a 3,75 y que, Pacto Fiscal mediante, quedó en 3,5.

El argumento de Fernández es que esos fondos fueron resignados por la Nación de manera injusta y hay que recuperarlos, ya que «son fondos que necesitamos en medio de esta crisis. Lo tenemos que recuperar».

Actualmente, Buenos Aires recibe 126 mil millones de pesos anuales por coparticipación. Una reducción de un punto implica una baja de 36 mil millones. Por su parte, el macrismo había señalado que esa suba de 1,4 puntos a 3,75% se destinaría en un 80% a los sueldos de la Policía de la Ciudad. Recordemos que una de las polémicas sobre el traspaso de la Policía Federal al ámbito porteño estuvo relacionada con los fondos para mantenerla. Algo que, pese a estar explícito en el artículo 75 de la Constitución Nacional y en la Carta Magna porteña, en su artículo noveno que especifican que las transferencias de competencias servicios y funciones no se harán sin los respectivos fondos, nunca pudo ser solucionado de forma clara.

Mucho más importante pero más demorada es la sanción de una nueva ley de coparticipación federal de impuestos. Algo que la constitución reformada en 1994 dispone en una de sus cláusulas transitorias que un nuevo «régimen de coparticipación» debía establecerse «antes de la finalización del año 1996». Una pequeña demora.

Negociaciones

Luego de la primera escaramuza tras los dichos de Fernández, que además aclaró que la disminución sería sobre la «coparticipación secundaria» que percibe la ciudad, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, aclaró que «todavía no se tomó la decisión» aunque reiteró el privilegio otorgado por Macri a la «ciudad más rica del país».

«No se ha tomado aún la decisión. Lo que estamos haciendo es tratar de hacerle entender al Gobierno de la Ciudad que a ellos se les dio un privilegio apenas se inició el gobierno de Macri. Y se lo dio Macri. Y eso es cuestionable, porque es un privilegio a la ciudad más rica del país», indicó Cafiero en declaraciones a los medios.

«Esa coparticipación no fue por ley, se dio por decreto. Hay que ponerse de acuerdo», remarcó el jefe de Gabinete, y expresó su confianza en que se «llegará a un arreglo» con Horacio Rodríguez Larreta. Finalmente, Cafiero sostuvo que «no nos manejamos por identidades políticas. Para nosotros, los gobernadores son parte de la Argentina, más allá de las ideologías».

Por su parte, el titular del Ejecutivo porteño se manifestó a través de su cuenta de Twitter y escribió: «Quiero ratificar una vez más mi vocación de seguir manteniendo un diálogo constructivo e institucional con el Gobierno Nacional. Hay muchos temas que tenemos que coordinar y trabajar en conjunto».

Una nueva Argentina

Desde un bastión peronista como La Matanza, su intendente Fernando Espinoza se mostró a favor de esta reducción de coparticipación y señaló que, «como mencionó nuestra querida Cristina Kirchner, en La Matanza viven 2 millones 400 mil vecinos y el presupuesto del 2019 fue de 10 mil millones de pesos. La Capital Federal, con 100 kilómetros cuadrados menos y casi igual cantidad de habitantes, recibió 350 mil millones». Además, expresó que «en la nueva Argentina que estamos construyendo, la coparticipación debe fomentar la solidaridad y beneficiar a quienes más lo necesitan. El gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal benefició a la CABA, hoy es tiempo de construir una nueva Argentina para todos con equidad».

Su colega de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, a través de Twitter sostuvo que «desde enero de 2016 y por decreto, Macri y Larreta se apropiaron de 97.396 millones de pesos de las provincias para favorecer a CABA. El esquema de coparticipación que propone Alberto Fernández es un acto de justicia: les está devolviendo a todos los argentinos los fondos que les robaron».

El jefe comunal de Merlo, Gustavo Menéndez, indicó: «Todos queremos que, no solo el Gobierno de La Ciudad de Buenos Aires, sino todas las provincias tengan lo mejor para sus habitantes. Lo que no se puede olvidar es que esta discusión la estamos dando en un contexto donde 7 de cada 10 chicos está en la pobreza». Menéndez agregó: «El gobierno de Macri fomentó la inequidad con una coparticipación que favoreció solo a la Ciudad de Buenos Aires por decreto. Necesitamos entender que la verdadera democracia empieza en la discusión seria y termina en un acuerdo. No debe haber argentinos de primera, de segunda y de tercera».

Asimismo, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, manifestó que «para que los sectores más postergados de estos últimos años se recuperen es necesario distribuir de otra forma. La coparticipación debe ser una herramienta hacia la equidad».

Injustica y arbitrariedad

Como era de esperarse, desde el oficialismo porteño criticaron duramente esta intención del Frente de Todos. Emiliano Yacobitti, diputado nacional por la UCR, sostuvo que «el Gobierno Nacional pretende reducir por decreto la coparticipación para la CABA, siendo la que más aporta por habitante a los impuestos coparticipables. ¿Es un pedido de solidaridad o una venganza contra los que no votan al Frente de Todos?». El legislador afirmó que «Macri no le regaló coparticipación a la Ciudad. Fue porque los porteños nos hicimos cargo de la Policía. Con ella se bajaron los índices de delito y se aumentó la seguridad de los porteños».

El dirigente radical porteño Juan Francisco Nosiglia consideró que «la decisión es claramente perjudicial para los porteños y también para quienes visitan o trabajan en la Ciudad. Con esta decisión complican el financiamiento de la seguridad. Parece un retroceso a los años en que Cristina Kirchner castigaba a la Ciudad dejándola sin policía en hospitales públicos y estaciones de subte». En sintonía con Yacobitti, precisó que «el aumento de la coparticipación durante el gobierno de Macri respondió a la transferencia de la policía a la Ciudad y se hizo con los recursos correspondientes, tal cual dicta la Constitución Nacional. Esta decisión de Fernández, institucionalmente, representa más concentración de recursos en la Nación y más arbitrariedad para distribuirlos. O sea, menos federalismo».

Desde la Coalición Cívica, el diputado y presidente del bloque Maximiliano Ferraro utilizó Twitter para denunciar que «Alberto Fernández pretende sacarle recursos a la Ciudad de Buenos Aires», que «aporta solidariamente al progreso de todo el país». Por su parte, la titular de la Coalición Cívica en la Ciudad de Buenos Aires, Paula Olivetto, acusó a Alberto Fernández de quitarle recursos a la Capital Federal «para dárselos a gobernadores e intendentes K». «Si nos castigan por no votarlos deberán saber que estamos orgullosos de lo que somos e hicimos», remarcó.

El legislador del GEN, Sergio Abrevaya, sostuvo que «es una estafa, así no vamos a poder pagarla» y consideró que el Gobierno Nacional quiere «colapsar la Ciudad». En ese sentido, manifestó que «los gobernadores multimillonarios ven disminuidos sus ingresos y se los quieren sacar a la Ciudad, pero esta vez vino lo peor. Como no les funciona el impuestazo en la provincia de Buenos Aires, en vez de devolverle la plata que le sacó la Nación, se la quieren sacar a la Ciudad». «Exprimen a la Ciudad de Buenos Aires que aporta el 25% del Producto Bruto Nacional y solo se queda con el 3,5. ¿Qué más quiere el Gobierno Nacional para cubrir su déficit?», cuestionó Abrevaya, y señaló que «la solidaridad para las oligarquías provinciales la quieren hacer con plata de otros».