Lo imposible

Luego de un breve paso por salas de cine, se puede ver en Netflix «La sociedad de la nieve» de Juan Antonio Bayona, la historia del avión que se estrelló en la Cordillera de los Andes y sus 16 sobrevivientes contada, esta vez, por el director de «El orfanato» y «Lo imposible».

Las historias reales de humanos que sobreviven a situaciones extremas parecen destinadas a transformarse en películas que se cuenten, y que lo hagan más de una vez. Además de los libros y las decenas de entrevistas, existe también la película «Alive» de Frank Mashall del año 1993 y, con todos estos antecedentes, Bayona emprendió una vez más el camino de llevar a la pantalla grande (y pequeña) esa epopeya.

El narrador en este caso es Numa Turcatti (Enzo Vogrincic), lo cual posterga la figura de Fernando «Nando» Parrado como un inmediato protagonista y lo hace tomar forma como personaje más avanzada la película. Esta decisión lo cambia todo, la posibilidad de imaginar otro punto de vista nos ubica en los ojos de un observador que reflexiona a cada momento sobre dilemas de vida y muerte.

Si las personas escapamos a pensar en la finitud de nuestra existencia, esta tragedia trae frente a los ojos aquello que no queremos ver. El recorrido ficcional lo que añade a la experiencia es una reflexión posterior sobre qué es lo que trasciende al agotamiento del cuerpo, de dónde sale la voluntad de vivir y qué pasa cuando la muerte se acerca tan lentamente que da tiempo a aceptarla.

«La sociedad de la nieve» es enorme en todo sentido. La destreza visual traduce la magnitud de la montaña, lo infinito del tiempo y lo inabarcable de la tragedia. Al revisar la ficha técnica se puede dar cuenta de un equipo gigante en cada área como, por ejemplo, las decenas de asistentes de dirección y directores de segunda unidad.

El equipo de actores mantuvo contacto de manera constante con los verdaderos sobrevivientes para la composición y el desarrollo de sus personajes. Estos hombres, además, tienen pequeños cameos fugaces donde se los puede ver en escena cerca de quienes los interpretan.

En evidencia, todo lo que la película construye amplía la forma de ver y sentir este pedacito de historia desde una perspectiva profundamente humana, triste y poderosa. La duración de casi dos horas y media dedica especial atención a dimensionar la crudeza de tres aspectos clave: el frío que duele hasta hacer gritar o matar a quien lo enfrente, la lucha emocional entre responder a los instintos más primitivos de supervivencia y respetar las reglas de una moral perteneciente a una sociedad que en ese momento se encuentra a un mundo de distancia.

Por último, la angustia por despegarse de ese pedazo de avión y alejarse de esos objetos sobre los cuales se cimentó esperanza. Como el inexplicable vacío de dejar un hogar en el que se vivió, se amó, se lloró y se vivió una vida entera de 72 días.

El casting se completa con Matías Recalt interpretando a Roberto Canessa, Agustín Pardella como «Nando» Parrado, Andy Pruss como Roy Harley, Tomás Wolf como Gustavo Zerbino, Esteban Kukuriczka como Adolfo “Fito” Strauch Urioste, Valentino Alonso como Alfredo «Pancho» Delgado, Francisco Romero como Daniel Fernández Strauch, Esteban Bigliardi como Javier Methol, Agustín Della Corte como Antonio “Tintín” Vizintín y Rafael Federman como Eduardo Strauch Urioste, entre muchos otros con distintos tipos de participación como, por ejemplo, Jaime James Louta.