Maestros de la revolución

El año comenzó con animación en Netflix y el estreno de «Masters of the Universe: Revolution», la tercera parte de las aventuras que tienen a He-Man como protagonista… aunque no es el único.

Parte de las críticas de esta nueva etapa del hombre más poderoso del universo recayeron en que Teela se convertía rápidamente, en «Revelation», en el personaje principal en el mundo de Eternia. Luego de darle tiempo al dibujo para revolucionarlo todo, acomodar las piezas y hacer avanzar una historia iniciada en 1983, incluida versión cinematográfica live action en 1987 y contada nuevamente en 2002, esta producción encabezada por Kevin Smith se propuso evolucionar, literalmente, a una veintena de héroes, heroínas, villanas y villanos… algo que también incomodó al fandom. También para fans: la lista de personajes que aparecen esta nueva versión animada es inmensa.

En los 5 episodios de «Revolution», el príncipe Adam (Chris Wood) deberá lidiar con el inminente paso hacia su adultez y finalmente asumir el rol para el que nació, con el dilema de seguir siendo He-Man o dejar a un lado la espada de poder para continuar su legado en Eternos. Por su parte, Teela (Melissa Benoist) se encomienda a la tarea de restaurar Preternia, junto a Evil-Lyn (Lena Hadey), para darle descanso a las almas de los caídos en la batalla contra Skeletor (Mark Hamill), «acólito» de Hordak (Keith David). La batalla final entre la magia y la tecnología acaba de comenzar.

A partir de estas misiones, Eternia estará sumida en el caos y la destrucción y, para peor de los males, Grayskull se encuentra bajo el mando de Motherboard (Meg Foster), donde reina la nanotecnología.

De esta forma, «Masters of the Universe: Revolution» completa con audacia una trilogía que no hace más que dar paso a futuras nuevas aventuras que, posiblemente, puedan acercarse más a lo que ya vimos décadas atrás. Estará por verse, Netflix tiene el poder.