Mientras en países como Bolivia y Chile se celebra un paso importante hacia la construcción de la democracia, Colombia sigue en un rápido retroceso en la paz que tanto anhela el pueblo. El país comienza la semana en medio de una bruma de miedo causada por una nueva masacre.
Luego de la agitación social producto de la Minga que participó de una movilización activa desde el interior de Colombia hasta su capital y que se dio de manera pacífica y ejemplar, las autoridades reportaron el fin de semana una nueva masacre en la comunidad de Calle Nueva, ubicada entre los municipios de San Benito Abad y San Marcos, en límites entre los departamentos de Sucre y Córdoba. En la redada fueron asesinadas 5 personas. Los hechos ocurrieron el sábado en la noche, pero este domingo el Ejército confirmó las denuncias de vecinos del sector, hasta donde se trasladó una tropa de esa institución.
Integrantes de la Fiscalía General, la Policía y la Fuerza Armada acompañan al equipo que investigará el crimen en el que, al parecer, fueron asesinados cuatro campesinos y el abogado que los representaba en un proceso de reclamación de tierras.
Según los registros, en lo que va del año más de 240 personas murieron en 60 masacres en el país. A principios de octubre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió un informe que verifica 42 casos por la misión de la organización. Vale mencionar que Colombia contabiliza 70.280 casos activos de coronavirus, 30.154 decesos y 915.451 personas recuperadas.
Asimismo, hace unos días el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) advirtió que desde 2018 grupos paramilitares se fortalecieron en Sucre y en la región de los Montes de María y amenazan de muerte a líderes sociales y organizaciones de derechos humanos. En relación con esta situación, lanzaron un alerta tras el atentado que sufrió el líder campesino Hernando Benítez en el departamento de Sucre.