Este viernes en el Noticero conversamos con la antropóloga Silvia Carlini, integrante de la Colectiva de Intervención ante las Violencias (CIAV), que lleva 10 años de trabajo y logró identificar, hasta el momento, a 866 personas. Todo ad honorem.
«En primera instancia nos pusimos a trabajar al respecto de la desaparición sobre trata de personas sexual tanto como laboral, pero el universo de desapariciones nos quedaba chico por múltiples causas por las que se llevan adelante. Así que empezamos a pensar otros motivos de la desaparición y, conjuntamente con la Procuraduría de Trata y Explotación y el Ministerio de Seguridad, pusimos el foco en identificar registros y formularios en el Registro Nacional de las Personas (RENAPER) para hacer un cotejo con denuncias que habíamos recopilado en todo el país. Empezamos a cruzar con los formularios 24, donde las personas cuando fallecen y no tienen identidad dejan sus huellas digitales», detalla Carlini.
Además, aclara que «no es que RENAPER no le da importancia, sino que el objetivo es otro». «Actualmente seguimos trabajando, cuando vienen estos casos tratamos de identificar a algún familiar, es un trabajo muy manual. Una vez que se cruzan los datos y se sabe dónde hay un cuerpo inhumado se contacta al cementerio y, en algunos casos, estos ya pasaron a osario, y muchas veces es imposible recuperar el resto material pero, por lo menos, se puede dar una respuesta a la familia. También trabajamos con desapariciones en casos como el de Tehuel o María Cash», comparte la antropóloga.
Finalmente, cuenta sobre la labor que realizan con la agrupación: «Generalmente trabajamos en causas de desapariciones, en violencia de género y lo que hacemos es leer la causa, releerla. También hacemos rastrillajes, trabajos en terreno» y «muchas veces solicitamos registros de ingreso a cementerios de cuerpos sin identificar». «Damos charlas y asesorías a distintas instituciones», completa. «Un dato que me parece interesante es que las denuncias de desapariciones mayormente son de mujeres y los cuerpos encontrados inhumados en los cementerios son de hombres. La pregunta, entonces, es qué pasa con las mujeres denunciadas como desaparecidas y no están en los cementerios», interpela Carlini.
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