Nobel por baterías de litio

El miércoles en Estocolmo fueron galardonados con el Nobel de Química el estadunidense John Goodenough, el británico Stanley Whittingham y el japonés Akira Yoshino por la invención de las baterías de litio, presentes en numerosas tecnologías de la vida diaria.

John Goodenough, que se convierte a los 97 años en el más anciano de los ganadores en toda la historia de los Nobel, predijo luego que las propiedades de este cátodo podían ser aumentadas si se producía a partir de óxido metálico en lugar de disulfuro. «Este tipo de batería ligera, recargable y poderosa es ahora utilizada en todas partes, en teléfonos y ordenadores y vehículos eléctricos», explicó la Academia sueca, que otorga el premio. «Pueden también conservar cantidades significativas de energía solar y eólica, abriendo la vía a una sociedad liberada de energías fósiles», añadió.

Primer metal de la Tabla periódica de los elementos de Mendeleyev, el litio es también el más ligero, una característica ideal para los aparatos electrónicos.

En 1980, John Goodenough demostró que la combinación de óxido de cobalto y de iones de litio pueden producir hasta cuatro voltios. Akira Yoshino creó, luego, la primera batería comercial en 1985. Yoshino trabaja en la empresa Asahi Kasei de Tokio y es profesor en la Universidad de Meijo, en Nagoya.

Por su parte, Whittingham (de 77 años) es profesor en la Universidad de Binghamton, en New York.

Los premiados reciben un premio de nueve millones de coronas (830 mil euros o 920 mil dólares), que deben repartirse en el caso de que haya más de un premiado, además de una medalla y un diploma. Por su parte, la sociedad recibe un descubrimiento que quizá pueda alejarnos por siempre de los recursos no renovables o fósiles como el petróleo.