Once: sigue el reclamo de justicia

Fue un aniversario triste, uno que nadie hubiera querido que pasara. Pero el 22 de febrero de 2012, hace un año, una tragedia ferroviaria se cobró la vida de 52 personas y dejó más de 700 heridos.
Hoy, en el mismo andén 2 de la estación de Once, se recordó a las víctimas. Todo se inició a las 8:32, la hora exacta en la que ocurrió el accidente, con el sonido de una sirena, seguida de un minuto de silencio tras el cual los familiares y amigos estallaron en gritos de justicia.
Y luego llegó la hora de las palabras: se recitaron poemas y hubo discursos. El actor Rubén Stella inició el reclamo “por ese hecho terrible, trágico y doloroso de hace un año. Queremos Justicia para todos los que quedamos y para los que ya no están”.
Posteriormente, los familiares arrojaron flores a las vías y se encendieron velas blancas en recuerdo de los muertos. Y, en medio del dolor, hubo apoyo y respeto de pasajeros que descendían de un tren arribado a la plataforma contigua.
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Las emociones fuertes comenzaron con la lectura de un poema por parte de Javier Lombardo: “Me siento honrado de poder estar acá. Cincuenta y un almas encendieron la mañana como antorchas y ni siquiera el mar puede apagar el fuego”, y los aplausos y pedidos de justicia aparecieron cuando mencionó que siguen “esperando por esa lluvia fresca que se llama justicia”.
Después fue el turno del grupo Plataforma 2012, representado por el actor Manuel Callau, quien leyó el documento acerca de Once preparado por la agrupación. A lo largo del discurso surgían los insultos y gritos en contra cada vez que se mencionaba a algún político o exfuncionario. Igual suerte corrieron De Vido, Schiavi, Jaime, Nilda Garré, Cristina Kirchner o Carlos Menem. La sola mención era suficiente para que los gritos de «corrupto», «asesino» o «hijo de puta» taparan la voz del orador.
“El accidente no fue una fatalidad ni un accidente, sino un crimen social largamente anunciado”, señaló Callau. “La ministra Garré reproducía la inducción de culpabilidad cuando sostenía que Lucas Menghini (la víctima número 52 encontrada dos días después del accidente) viajaba en un lugar inadecuado”, expresó, y añadió que las palabras inconcebibles de los funcionarios fueron apuntaladas por la Presidente de la Nación cuando “después de días de inexplicable silencio” dijo que el gobierno esperaría el resultado de las pericias para tomar las medidas correspondientes. “Como si no fuera de público conocimiento el estado de abandono de los trenes de pasajeros y la cadena de corrupción vinculada a su concesión que tienen nombre y apellido”.
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Durante su discurso, cuestionó las argumentaciones respecto de la costumbre de viajar en los primeros vagones o la justificación de que era un día laborable lo que causó tantas víctimas, argumentos mencionados por el exsecretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.
Pero las críticas fueron amplias y abarcaron a toda la clase política, cuando Callau señaló que “vivimos en una sociedad donde los poderosos arman las leyes para sí mismos”.
Paolo Menghini, padre de Lucas, expresó que a lo largo de todo 2012 “esperamos un acompañamiento que nunca llegó” de parte de las autoridades nacionales. Y añadió que “al año (de ocurrida la tragedia) hay una persona muy especial entre nosotros, que entiende que la justicia no conoce de adhesiones políticas, sino de historia de lucha y de consecuencia en la búsqueda de justicia». Así hizo mención a Nora Cortiñas, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora.
Cortiñas mencionó que “vine a traer la solidaridad de las Madres, que muy discretamente estuvimos acompañando. Yo también me siento víctima de esta tragedia desde el 22 de febrero, y los acompañamos, y tengo que decir que no estoy de acuerdo con las palabras de ayer de la Presidenta, lo lamento”. Cortiñas se refería a la expresión de Cristina Fernández de Kirchner, quien pidió recordar a las víctimas “y rendir homenaje», y consideró que “la vida es así, es alegría y tristeza” y “nos tocan momentos difíciles”.
Si bien los familiares de las víctimas expresaron en alguna oportunidad que están conformes con el accionar de la justicia en la causa y del elevamiento a juicio oral, consideran que el principal responsable no está, en referencia al ministro Julio De Vido. Dicha postura fue respaldada por el diputado radical Ricardo Gil Lavedra en el marco de las  II Jornadas Ferroviarias llevadas a cabo el día martes. “Es bueno que la causa haya llegado a juicio, pero es malo que no esté el principal involucrado”. En ese sentido, el exministro de Justicia dijo que lo de Once “es un ejemplo de grado de responsabilidad de De Vido, Schiavi, Jaime” en una tragedia totalmente previsible, lo que los señala como los principales involucrados según el ordenamiento jurídico. “El resultado es totalmente previsible, con un concesionario que no era controlado y no realizaba las inversiones” afirmó Gil Lavedra.
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Algunos familiares de las víctimas también estuvieron en estas jornadas. Por ejemplo, Ángel Cerricchio, quien perdió a su hijo y su nuera, apuntó a la desidia y “la corrupción de funcionarios” como causantes del accidente. Además, señaló que las víctimas eran trabajadores que viajaban en ese tren “macabro” para ir a trabajar, para “poder pagarle el sueldo a los funcionarios”.
Juan, el padre de otra víctima, pidió que los responsables sean castigados. “Si no hay un cambio no hay esperanzas de estar mejor”. Con la voz quebrada, pidió que la estación ferroviaria no se llame más Once de Septiembre. “Se tiene que llamar 22 de Febrero 52 Mártires”.
Y hubo un pedido que fue común a todos los familiares y amigos de las víctimas, que se puede resumir en los dichos de Daniel, un amigo de la familia Frumento. Reclamó a los responsables de proyectos y leyes “que se pongan un minuto en nuestra piel, en quienes perdieron familiares y en los que siguen viajando. No puede morir una persona más por viajar al trabajo de esta manera».
La diputada perteneciente a Proyecto Sur, Victoria Donda, criticó los constantes anuncios de obras, muchas veces repetidas, en el ex Ferrocarril Sarmiento. “El soterramiento se anunció seis veces y no se hizo, el dinero que dice Randazzo que se invierte parece una cargada”. Esa obra también fue cuestionada por Elsa Ojeda, tía de Carlos Garbuio, quien se preguntó si realmente se están haciendo las obras y qué utilidad tiene el cambio de vías si se anuncia el soterramiento. “No nos mientan más, trabajen de verdad” señaló y añadió que tardó mucho en volver a viajar y “las diferencias son cosméticas, no nos sirven los cambios estéticos”.
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Fotos: Charly Díaz Azcué.