Paro anunciado

Finalmente, tras el reclamo hecho por los manifestantes durante la movilización del 7 de marzo, el triunvirato a cargo de la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió que el día 6 de abril se realizará un paro general. También tenían la presión puesta por la otra central obrera, la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA), que había anunciado medidas de fuerza para el 30 de marzo una semana antes de lo dispuesto por la CGT.
En la sede de la central, en Azopardo 802, el trío compuesto por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña que dirige los destinos de la entidad hizo el anuncio y por triplicado. Tal vez para dejar atrás el trago amargo de no responder con certeza a la multitud que le pedía una fecha concreta en la última movilización, los tres sindicalistas que manejan la organización indicaron el día del paro: el 6 de abril.

«Una respuesta a los sectores»

De esta manera Acuña, del sindicato de estaciones de Servicio, sostuvo que los «trabajadores han perdido poder adquisitivo», ya que se firmaron «convenios con el 30% de aumento y la inflación fue del 40». Además, señaló que los empresarios han cumplido menos que el Gobierno porque se comprometieron a colaborar con la paz social «no despidiendo ni suspendiendo trabajadores» y eso no ha ocurrido.
Al argumentar el porqué de la medida, expresó: «Este Gobierno golpea muy fuertemente a los sectores del trabajo, a los más humildes, a los que más necesitan, y también a la industria nacional y a la pequeña y mediana empresa que sufren esta política llevada adelante. La CGT tuvo la responsabilidad de ir marcando todos estos errores que se venían cometiendo y, teniendo la prudencia necesaria y tratando de contener la paz social, de hacerlo con responsabilidad más allá incluso de la mesa de diálogo, que la mayoría de las cosas no se cumplieron. Quedamos en este momento con la necesidad de darles una respuesta los sectores que representamos».
Finalmente, Acuña manifestó que «ojalá que el Gobierno recapacite y escuche a los sectores más necesitados que ya pusieron el hombro 15 meses mientras que los empresarios no pusieron el hombro ni un solo día». Y agregó que «el gobierno solo aumenta las tarifas».
A su turno, Schmid (Dragado y Balizamiento) calificó a la marcha del 7 de marzo como una «formidable demostración de descontento popular, eje de todos los reclamos» y una muestra «contundente de malestar generalizado de la población». También negó que la medida implique un «programa alternativo porque nosotros no fuimos votados por la ciudadanía». Esa es «una tarea pendiente del Parlamento, del Ejecutivo que no la puede hacer el sindicalismo», afirmó.

«La inversión más baja de la región»

Por último, el tercer miembro del grupo, Héctor Daer del gremio de Sanidad, indicó que se han registrado «importantísimas pérdidas de puestos de trabajo» y que el año pasado «se tuvo la inversión más baja, la más pequeña de toda la región cuando la expectativa era que llovieran inversiones». «Hay caída del consumo y más ingreso de productos importados. Nos movilizamos para señalar cómo se estaba destruyendo la industria y el Gobierno no tomó nota», manifestó Daer.
Respecto de las características del paro, el sindicalista precisó que será de 24 horas, sin movilización y se busca «que el 100 por cien de la población» se sume. «Queremos que el plan económico nos incluya a todos, por eso vamos a parar el 6 de abril por 24 horas y vamos a generar el debate en toda la sociedad, no solo los postergados y dañados por este modelo económico somos los trabajadores, son los sectores medios y todos los sectores sociales», indicó Daer, y finalizó señalando que «no vamos a invitar a nadie, que se sumen todos los que se tienen que sumar», en referencia a las CTA que tienen previsto parar el 30 de este mes.