El presidente de Chile, Sebastián Piñera, deberá enfrentar una acusación constitucional presentada por representantes socialistas y de Izquierda como consecuencia de los Pandora Papers, en caso de que la moción aprobada por la Cámara de Diputados este martes obtenga los votos necesarios del Senado.
Los resultados del debate y posterior decisión en el Parlamento, que se extendió por 22 horas, fue de 78 votos a favor, 67 en contra y 3 abstenciones (Pepe Auth, Carlos Abel Jarpa y Pablo Lorenzini).
Al respecto del posible juicio político al mandatario luego de la filtración de documentos que lo vinculan con el conflicto de intereses en la comercialización de una de las minas que pertenecían a su familia, se deberá aguardar por la decisión de la Cámara Alta y, por el momento, no inhabilita a Piñera en sus funciones aunque no le permite salir del territorio nacional. El proyecto minero fue vendido en el año 2010 al empresario Carlos Alberto Delano por 152 millones de dólares. Cabe destacar que Delano es íntimo amigo del Presidente y el acuerdo se realizó en las Islas Vírgenes, un paraíso fiscal. Además, se establecía en el acuerdo que no se incluiría un área de protección ambiental, que el propio Piñera durante su gobierno respetó.
Su abogado, el doctor Jorge Gálvez, advirtió en su ponencia que se extendió por cinco horas que «esta acusación puede ser un golpe que puede dejar heridas para los siguientes gobiernos» y solicitó «a los honorables diputados y diputadas, rechazar esta injusta e improcedente acusación constitucional». Al mismo tiempo que se decidía en la Cámara Baja, el Ministerio Público comenzaba la investigación judicial correspondiente por «posibles delitos tributarios y de cohecho».
Por su parte, el diputado Jaime Naranjo expresó que la votación que posibilita la potencial destitución del Presidente es «un momento histórico que solo fue posible gracias a la unidad de la oposición» y «un homenaje a todas esas familias chilenas que han sufrido tanto durante este Gobierno, algunas por graves violaciones a los derechos humanos, otras por las condiciones indignas donde viven».
Asimismo, el vocero presidencial, Jaime Bellolio, afirmó que «se abre una puerta diciendo que los presidentes pueden no durar cuatro años porque hay algunos que por pequeñeces, por miedo a las redes sociales, por miedo a compañeros de bancada, por miedo a que los amenacen o los ‘funen’ no votan por su convicción sino que votan por su supuesta conveniencia».
De todas formas, prospere o no la destitución de Piñera en el cargo, las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el próximo 21 de noviembre. «Estamos a meses de entregar el mando, es un episodio lamentable», manifestó el ministro de Trabajo, Patricio Melero.