Psicopedagogía: sujeto en situación de aprendizaje

La psicopedagogía, al igual que las diferentes formaciones profesionales, nos invita a considerar la importancia del trabajo interdisciplinario, principalmente, a la hora de planificar e intervenir.

Repasando el contenido de una nota anterior en la cual mencionaba que cada alumno/a aprende distinto, podría suceder que más allá de implementar diferentes recursos internos o externos, el aprendizaje no se logre. A partir de ese momento es cuando el dispositivo educativo (docente y/o directivo) sugiere a los adultos responsables (padre/madre o tutor) que se realice una interconsulta con un profesional psicopedagogo/a.

Generalmente, lo esperable es que el sujeto alumno/a aprenda los contenidos académicos en la escuela, a una edad “esperable” y cumpliendo el rol de alumno/a. Sin embargo, no siempre es posible. Las exigencias impartidas para el grupo de clase son exactamente iguales cuando todos/as aprenden distinto. Algo, creo yo, no “funciona” bien.

Cuando llega al consultorio, el adulto responsable trae consigo a su hijo/a, con las dificultades traídas como alumno/a y convirtiéndose en mi paciente. Al cambiar los roles, cambia la mirada porque cambia la realidad.

El contexto irrumpe para impactar provocando el cambio de rol como ocurre en la vida misma. Y más adelante continúa en la vida adulta (por ejemplo: rol de madre en el hogar, rol de amiga en el contexto social, rol de psicopedagoga en el quehacer profesional).

En cada contexto nos comportamos distintos porque el rol es distinto. Ocurre lo mismo cuando el rol de alumno/a cambia a rol de paciente, se establece un intercambio entre dos personas (paciente/profesional) transformando la dinámica radicalmente.

Generalmente, en el área psicopedagógica, se establece comunicación con otras áreas para obtener otro tipo de información. Pues trastoca en el aprendizaje académico de modo directo o indirecto por diversos motivos (por ejemplo: cuestiones de salud física, mental, orgánica, comportamental, emocionales y/o vincular). Cada recorte de cada área profesional da su aporte desde su formación, convirtiendo a aquellos diferentes roles en uno: ser”, en términos de unidad.

Volviendo al dispositivo escolar, entonces, al ser complejo flexibilizar el aprendizaje para lo singular (que es lo verdadero y real) desaparece y, con la falta de ello, obliga a que triunfe lo plural del “ser”, lo cual anula u opaca posibilidades valiosas de futuro.

Artículo elaborado para puntocero por la licenciada Vanesa Ferreiro.