Reparación histórica con la comunidad trans

«Putito», «trava», «gay», «fenómeno», «deforme» o «antinatural». Así comienza la relación que entabló la Policía en Buenos Aires y Montevideo con homosexuales, travestis y lesbianas durante la última dictadura cívico militar (1975-1983), desarrollando prácticas ilegales de persecución política y social.

Ni perdón ni olvido

Es dentro de este marco general de formas de violencia, control institucional y persecución policial durante la dictadura, que se produjo en Montevideo la detención, el maltrato, el chantaje o coima de homosexuales, la tortura, asesinato y coima de travestis y, en mucho menor medida, la detención de lesbianas.
También la Policía y sus prácticas de control social revelaron fuertes continuidades con la dictadura, ya que no hubo ningún tipo de recambio entre sus cuadros, así como ninguno de sus miembros fue juzgado por sus implicancias en la violación de derechos humanos durante el régimen cívico militar.

Razzia, una técnica de sumisión

La razzia es una vieja técnica que la Policía Federal utilizó en forma intermitente en Buenos Aires a partir de los años cuarenta contra, entre otros, la población homosexual.
En Montevideo, por el contrario, fue una práctica que, si bien tenía algunos antecedentes antes de la dictadura focalizadas sobre la población en situación de prostitución y algunas fiestas de homosexuales, prácticamente se inauguró de forma masiva en los años ochenta. La razzia consiste en un operativo en donde se cerca un local, calle, manzana o barrio, y se traslada en forma forzosa a la gente atrapada en este a comisarías u otras dependencias policiales.
Las detenciones pueden, según los periodos históricos, durar algunas horas (24 o 72) o más días, durante el cual se incomunica a la persona, se la investiga e identifica y se le exige en forma brutal un comportamiento de sumisión, que puede estar acompañado en ocasiones de aprietes (golpes, insultos, humillación, violencia psicológica, maltrato o tortura). Durante las razzias se busca ejercer una forma de dominio sobre grupos de poblaciones previamente definidos al momento de realizar el operativo.
Claramente, esta forma de represión responde a decisiones políticas que buscan imponer orden y disciplina a grupos, antes que castigar faltas o delitos.

Ley Integral Trans

El proyecto aprobado en comisión el pasado miércoles, y con gran rechazo de la oposición, este martes será debatido en la Cámara de Senadores. El senador Marcos Otheguy fue el encargado de fundamentar el proyecto y asegura que con su aprobación se está haciendo un acto de justicia y comenzando a saldar una deuda histórica con esta comunidad.

¿Qué se propone?

En primera medida, permite que los menores de edad que se sientan identificados en otro sexo comiencen procesos de hormonización o identidad sin el consentimiento de sus padres o tutores. Sin embargo, sí se requiere el permiso del responsable legal en caso de una intervención quirúrgica.
Para las personas perseguidas durante la dictadura por pertenecer a este colectivo, se otorgará una pensión de hasta 11.500 pesos. La misma está validada en un régimen reparatorio para las personas nacidas con anterioridad al 31 de diciembre de 1975 que acrediten, de forma fehaciente, haber sido víctimas de violencia y perdida de la libertad por motivos relacionados a la identidad de género.
De esta forma, el que dará Uruguay será un avance no solo como país, sino como ejemplo para el resto de América Latina que, aún en sus entrañas, guardan la homofobia y las heridas de la dictadura.