Rusia endurece su postura conservadora aprobando una serie de restricciones para el colectivo LGBTIQA+.
Recientemente se aprobó un proyecto de ley titulado «Sobre los fundamentos de la protección de la salud de los ciudadanos en la Federación Rusa», que fue presentado a finales de mayo por casi 400 diputados de diferentes espacios políticos.
Entre las medidas que propone se encuentra la prohibición de la operación de cambio de sexo, exceptuando intervenciones destinadas a tratar anomalías congénitas en los niños y niñas, sujetas a la aprobación de una comisión médica.
No obstante, estas disposiciones no se aplican a personas que ya fueron sometidas a cirugías para el cambio de sexo antes de la vigencia de dicha ley.
Por su parte, legisladores rusos señalan que la medida protege al país de «la ideología occidental contra la familia», y algunos describieron la transición de género como «puro satanismo».
Esta postura y las continuas medidas restrictivas alertan al colectivo y, al respecto, Yulia Alióshina, candidata a gobernadora por la región siberiana de Altái, expresó en los medios: «Como primera política transexual de Rusia puedo decir que esta ley no solo es discriminadora sino que prohíbe la propia existencia de la gente trans en Rusia. Es un genocidio contra los transexuales».
