«No hay camino para la paz, la paz es el camino». Las palabras citadas de Mahatma Gandhi son el ejemplo pacificador para alcanzar la tranquilidad y la paz en un conflicto. Gaza, Israel y Palestina son los nombres propios de un conflicto que lleva años y se mantienen en la actualidad, uno que cada tanto escribe nuevos capítulos oscuros en la historia de la humanidad. No hay buenos y malos, no hay un lado mejor que el otro, pero sí hay pueblos que sufren y duelen al mundo.
Para entender el momento hay que ver toda la película y no quedarse mirando un solo canal y una sola mirada, por eso debemos entender lo que está aconteciendo desde hace días entre Israel y Palestina. Un pequeño barrio es lo que, según medios internacionales, hizo desatar la violencia en el final del Ramadán en Jerusalén.
El barrio de Sheij Yarrah habría sido el inicio del conflicto actual, cuando un Juez israelí debía decretar el desalojo de familias palestinas que vivían en edificios en esta área de Jerusalén. Según medios israelíes, el barrio recuperado durante la última Guerra de los 6 días era habitado por palestinos que no pagaban alquiler hace tiempo, y el magistrado debía declarar su desalojo en las últimas horas.
Lo que vino después de dicho suceso es una escalada de violencia que encendió las alarmas y que se transformó en un ida y vuelta constante. Las multitudes se acumularon cerca de esta zona y se anexaron a los rezos del final de Ramadán que, a su vez, fue provocado por una movilización que se realiza todos los años por los barrios de la ciudad vieja dentro de Jerusalén por el triunfo de Israel en la Guerra de los 6 días.
Estas movilizaciones habrían sido desviadas por la policía y ejército israelí, justamente, para evitar desmanes. Pero este se produjo en la explanada a los templos sagrados musulmanes en Jerusalén. Luego de varias corridas, hubo ataques con piedras y caos dentro de las mezquitas, donde la policía ingresó y arrojó bombas de ruido para dispersarlos, que provocaron una ira aún mayor sobre los ciudadanos. A esto hay que sumarle la quema de árboles cercanos al templo sagrado de Al Aqsa (mezquita, tercer templo sagrado de los musulmanes).
En las últimas horas, el resultado fue sumar más violencia a un conflicto que lleva décadas y que parece revivir y no tener un final. El balance en esos disturbios fue de más de 300 palestinos heridos, muchos de ellos tuvieron que ser atendidos, al igual que más de 20 agentes policiales.
Estos acontecimientos culminaron con lo que se vio en todo el mundo: ataques desde Gaza y la respuesta de Israel hacia territorio palestino, dejando un saldo de más de 30 muertos del lado palestino, entre ellos 10 niños, y más de 600 heridos y 3 mujeres fallecidas del lado israelí en la ciudad de Ashkelon, al sur de Tel Aviv.
Precisamente, la capital de Israel fue el epicentro de los ataques, con más de 400 misiles lanzados desde Gaza por parte de las milicias palestinas de Hamas.
Unos 130 misiles fueron lanzados este martes por Hamas desde la franja. La respuesta por parte del ejército israelí no se hizo esperar y lanzó una ofensiva feroz y efectiva sobre posiciones de Hamas donde, según la inteligencia israelí, dieron impacto y mataron aproximadamente 15 líderes de Hamas. Este fue el ataque más violento desde la Segunda Intifada en 2014, logrando una cantidad inusitada de misiles sobre espacio israelí, donde el escudo antimisiles funcionó casi a la perfección. Los lugares donde impactaron los misiles son los edificios que no poseían protección antiaérea y sobre varios vehículos, sobre todo en la zona de Holon, como se observó en varios videos. Si tenemos que cruzar hacia la Franja de Gaza, los misiles israelíes impactaron sobre edificios que se derrumbaron y otros blancos que hicieron perder la vida a más de 30 civiles.
Además, durante la noche del 11 de mayo se tuvo que cerrar el aeropuerto de Ben Gurion, que debió suspender todos sus vuelos y redirigirlos hacia Chipre y Grecia. Diversos videos caseros datan de una lluvia de misiles sobre los cielos, los que se lanzaban tanto como el escudo anti aéreo.
Por otra parte, la comunidad internacional se expresó en repudio a la ofensiva armada y con pedido de un cese al fuego. Egipto y Qatar, la Liga Árabe y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instaron a las partes a sentarse y dialogar para llegar a un fin de la violencia. Por su parte, Estados Unidos se mostró con cierta cautela, le dio la derecha a Israel (socio) para que se defendiera de los bombardeos y, a su vez, desde la Casa Blanca pidieron al gobierno israelí parar con los desalojos de familias palestinas de sus tierras, así como el fin de ataques de ambos lados.
Según el mandatario israelí, Benjamin Netanyahu, el ejército responderá contundentemente sobre los objetivos de Hamas, pero es complicado si se ubican entre la civilización. También desde el exterior se exhortó al cese de los desalojos de palestinos de las tierras ocupadas por Israel, así como la no violación de los derechos humanos en respuesta a los ataques sobre templos sagrados.
Cabe recordar que las Naciones Unidas declararon a Jerusalén como una zona neutra luego del plan de repartición de Palestina en 1947 y que posteriormente en la Guerra de los 6 días volvieron a estar en manos de Israel. A todo esto se suma que en la administración Donald Trump se instaló la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén como muestra de que esa era la capital de Israel, movimiento que provocó más agresiones.
Finalmente, vale mencionar que este es un conflicto con una sucesión de violaciones a los derechos humanos, un sinfín de violencia y con un pueblo palestino sometido y hostigado. Por otro lado, el ejército más fuerte del mundo también tiene a su población en estado de alerta constante por los ataques aéreos. No debe ser tolerada ninguna justificación en relación a la ofensiva armada, lo acontecido en los últimos días preocupa y deja un interrogante: hacia dónde irá esta vez el conflicto.