Una mujer intoxicada de palabras

Dentro de la Competencia Oficial Argentina del 23° BAFICI se presentó «Julia no te cases», un documental de Pablo Levy sobre la historia de ¿amor? de su madre.

Una narración capturada en el sentido literal, la voz en off corresponde a Julia Azar, quien no sabe que su testimonio está siendo grabado. Con la soltura que permiten los relatos privados y las conversaciones secretas, cuenta la historia de su vida que es, a su vez, la de su matrimonio con el padre de Pablo.

La frase del título es el comienzo profético: «Julia no te cases» le dice su madre a solo días de la ceremonia mientras ella se lamenta por un desencuentro con su pareja. Pero, pese a las dudas, Julia se casó, esos desencuentros proliferaron en sentimientos de desamor y en ella creció una necesidad de algo más feliz, más romántico, más vivo.

Cuenta en detalle el día a día de un matrimonio lleno de domingos aburridos y actividades para llenar los vacíos. También cuenta cada separación, cada vuelta y cada aventura con una mirada sumamente reflexiva, y allí es donde esta película excede lo anecdótico y lo particular para abarcar algo más grande: qué pasa cuando una mujer rompe los mandatos sociales, cuando se arrepiente, cuando se decepciona de sí misma y cómo volver a empezar.

Hoy se recuerda y se narra con la certeza de haber sido una transgresora y con el tono de una novela apasionante y llena de metáforas espectaculares, pero como esto es un documental, la evocación convive con el choque que significa entender que Julia no vivió con tanta claridad ese pasado cuando fue su presente, y que eso implica dolores, nostalgias e incógnitas de las más fuertes, de esas que se preguntan «¿qué hubiera pasado si…?».

En los últimos años nos encontramos varias veces con películas hechas a partir de material audiovisual casero y archivo familiar. El eje de la cuestión, en estos casos, es justamente identificar los propósitos de la auto referencialidad, y Pablo Levy notablemente trasciende cualquier motivación autocomplaciente. Además, lo hace con un montaje que es un lujo.