Aires de cambio

En el primer día de gestión del recientemente electo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden dio a conocer una serie de medidas para revertir la imagen norteamericana en el plano internacional. Entre estas se incluye el regreso al Acuerdo de París (COP26) para combatir el cambio climático, volver a ser participante activo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la firma de un decreto que obliga a usar mascarillas, barbijos o tapabocas en todos los edificios federales.

Apenas concluido el acto de «presentación» del nuevo mandatario -que incluyó una impecable performance de su himno en la voz de Lady Gaga-, Biden anunció el regreso de la nación a formar parte del Acuerdo de París, iniciativa que pone el foco en la implementación de acciones contra el cambio climático.

«Para Joe Biden y Kamala Harris. ¡Mis mejores deseos en este día tan importante para el pueblo estadounidense! Estamos juntos. Seremos más fuertes para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo. Más fuertes para construir nuestro futuro. Más fuertes para proteger nuestro planeta. ¡Bienvenido de nuevo al Acuerdo de París!», tuiteó el presidente francés Emmanuel Macron.

«Joe Biden reincorporándose al Acuerdo de París es una noticia muy positiva. En el año que hospedamos el COP26 En Glasgow, espero trabajar con nuestros socios estadounidenses para hacer todo lo posible por proteger nuestro planeta», expresó en la misma red social el primer ministro británico, Boris Johnson. Precisamente, en Escocia se va a realizar la conferencia desde el 1° al 12 de noviembre de este año.

Asimismo, en otro orden de medidas que van en consonancia con estos aires de cambio, Biden suspendió la construcción de un oleoducto que recorre desde Texas hasta Alberta, en Canadá. Esta decisión despertó la crítica inmediata de su primer ministro, Justin Trudeau, quien manifestó: «Saludamos el compromiso del presidente de luchar contra el cambio climático pero estamos decepcionados por su decisión sobre el proyecto del Keystone XL» que enviaría petróleo en forma directa al país vecino.

Finalmente, la entrante administración tiene un proyecto que enviará al Congreso (el cual no será un escenario fácil) en los próximos días para invertir cerca de 20.000 millones de dólares en políticas verdes con efectos positivos para el medio ambiente, a sabiendas que los Estados más poderosos y contaminantes del planeta se plantearon un objetivo de neutralidad de emisión de gases de carbono a mediano plazo.