Alianza por el derecho al cannabis terapéutico

Tejer lazos y organizarse es la respuesta de la sociedad argentina a la avanzada que tuvo el cannabis en los últimos años. Un movimiento que comenzó con un puñado de madres que exigen poder plantar para tratar patologías de sus hijos, hoy se convierte en un movimiento que contiene a organizaciones, mutuales, asociaciones y cooperativas que se organizan para abanderar la lucha por el derecho a la salud pública, llevar el cannabis a los hospitales públicos y reconocer la tarea de los cultivadores solidarios.

Así nació la asociación Plantar y Crecer Libre de la mano de su presidenta Mabel Canosa, cultivadora solidaria que abanderó la lucha motivada por Thiago, su hijo con Trastorno del Espectro Autista (TEA). A ella se unieron: como vocera, la médica homeópata Ana María de Leo; el doctor en Ciencias Fisiológicas formado en neurociencias, Luis Acosta, como vicepresidente; y Damián Pereyra, cultivador solidario y secretario de la asociación.

Para presentar la organización en sociedad y también el primer servicio mutual conexión con cannabis como herramienta terapéutica, se celebró el pasado 14 de mayo un encuentro cannábico en el Centro Cultural Nicolás A. Ostrovsky en Lanús, que contó con show musical, stands de exposición, gastronomía cannábica y charlas de distintos actores dentro de la industria cannábica.

La jornada comenzó a las 12:30 horas con un show musical a cargo de Mr. Mágiko, artista que se trasladó desde Tornquist junto a la delegación del campamento cannábico Flipex. En los stand se ofrecían productos derivados del cannabis elaborados por las cooperativas Sembrando Futuro de Moreno, Cooperativa Nueva Jauregui, Oeste Cultiva y la anfitriona Plantar y Crecer Libre.

Durante el evento, distintas voces se expresaron con un punto en común: la autogestión en salud y el derecho a la salud pública como pilares de las organizaciones en torno al cannabis. En la jornada se hicieron presentes Mariano Percivalei de Proyecto Cáñamo, el abogado Marcos Torti, Leonardo Davies (miembro del INTA Vicente López), René Castro de Cooperativa del Surco, Juan Palomino (abogado y fundador de Estudio420), Ayelén Crapanzano (secretaria de la Mutual Conexión), Pablo Dolly de la Organización Buenas Raíces y, como «frutilla del postre», el dúo de Lorena Albarracín y Diana Castellanos con su proyecto Cannatest y una explicación magistral sobre control de calidad.

La doctora Ana María, vocera de la asociación, recalcó el papel de los médicos: «Debemos abrir la cabeza o hacernos a un lado. Cualquier médico, tranquilamente así no sepa de la planta o no haya hecho un posgrado, puede acompañar a un paciente cuyo tratamiento convencional no funcione, simplemente se trata de sentarse a leer o derivarlo a otro médico. Hay que aceptar que la autogestión en salud es la actitud más inteligente que puede tener el ser humano», concluyó la especialista.

Por su parte, Ayelén Crapanzano durante su presentación señaló la importancia de organizarse para conocer las necesidades internas que desde el movimiento surgen. «Es un tiempo histórico, es momento de organizarnos y la política es la clave. No se trata de preguntar qué falta desde el Estado, más bien, qué demandas tenemos internas y cómo construir un modo de ser desde los distintos actores y su diversidad», enfatizó.

La jornada terminó con el sorteo de esquejes y las emotivas palabras de Mabel Canosa, quien fue homenajeada por la asociación con el obsequio de una máquina de extracción que necesitaban por la alta demanda de derivados que tiene la comunidad. «Esto no es mío, esto es de todos», concluyó entre lágrimas la titular de la organización.