Campusano y la brutalidad de «El Azote»

José Celestino Campusano, director de numerosas películas y entre ellas la reconocida «El Sacrificio de Nehuen Puyelli», este 5 de julio estrena «El Azote», un nuevo producto con el mismo sello de brutalidad que lo caracteriza. Por este motivo, tuvimos la posibilidad de hablar con él al respecto.

En primer lugar, es interesante la forma en la que concibe las películas. Es decir, se nota un interés sobre temáticas fuertes y su forma de narrar es brutal. La película no puede pasar desapercibida, hay escenas difíciles de ver. Es una experiencia que interpela muy duramente.

Al consultarle sobre cómo surgen los temas de los que decide hablar y la forma en la que lo hace, ¿qué es en particular lo que lo moviliza de estas realidades para llevar al cine?

«Los temas surgen como fruto de largas charlas con personas vinculadas a este tipo de vivencias. A veces recibo aportes muy acertados de trabajadores sociales (como en el caso de ‘El Azote’) y, principalmente, me moviliza que la historia conceda visibilidad a sectores que no la poseen y que sean atípicas en el espectro audiovisual».

Un punto muy comentado de tu cine, y es ineludible preguntarte, es por tu forma de trabajar lo actoral.

¿Por qué elegís esta forma de trabajo?

«Respecto a lo actoral, mi pregunta es si el homogéneo código de representación actoral televisiva o cinematográfica tiene algo que ver con los verdaderos modos de expresión de nuestra población. Invariablemente, la respuesta es que no tienen relación, por ende, estoy convencido que cualquier modo exacerbado, exagerado o exasperante es, a mi juicio, más creíble que esas formas vetustas instaladas en definitiva para repeler la verdadera heterogeneidad humana.»

¿Qué te sucede con las críticas hacia este punto?

«Mi única respuesta ante las críticas, en ese sentido, es y será una próxima película.

Por último, algo de lo más maravilloso de ‘El Azote’ es el plano más mágico y oscuro que está presente más que nada en el personaje de la madre de Carlos, pero también en el clima de varias escenas. Ese costado más espiritual es muy sutil pero genera una especie de incomodidad y miedo bastante intenso.»

¿Por qué agregar ese costado?

«Esas escenas que hacen mención a cuestiones sobrenaturales están basadas estrictamente en episodios verídicos, sucedidos parte en la Argentina y en la Patagonia Chilena.»

Podés leer más sobre la película acá.