Finalmente, este domingo se realizó el primer debate entre los candidatos a presidente en los comicios a realizarse el 27 de octubre. El primero bajo el imperio de una ley que determina su obligatoriedad.
En un primer análisis, las exposiciones de los principales candidatos, el presidente Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) y Alberto Fernández, del Frente de Todos, fueron las más sólidas, ayudados por el sorteo del debate que permitió los cruces más directos entre ambos, a lo que se suma la casi certeza inmodificable que uno de ellos se alzará con el premio mayor.
De los restantes aspirantes, José Luis Espert (Frente Despertar) fue de los que más propuestas e iniciativas más concretas expresó a lo largo del debate, mientras que Juan José Gómez Centurión (Frente NOS) sumó a su falta de control del tiempo una repetición de la cuestión del aborto en los diferentes bloques temáticos. Por último, Nicolás Del Caño (Frente de Izquierda) quedó encerrado en una postura dogmática y Roberto Lavagna no terminó de resolver sus argumentos y, al contrario de Gómez Centurión, desperdició tiempo en sus exposiciones. Un aspecto que también Del Caño hizo reclamando minutos de silencio en un ambiente que no era el apropiado. Ninguno se mostró dispuesto a ganar votos de otros espacios y se concentraron en hablarle a los votantes que ya tienen.
Cruces en el comienzo
Desde la presentación, Mauricio Macri hizo eje en su gestión enumerando logros y señaló que «hemos resuelto los problemas que arrastramos hace décadas. Estoy acá para pedirles que sigamos trabajando juntos y logremos juntos estos cambios que faltan». Como sería la tónica del resto de la noche, Fernández lo cruzó directamente y recordó el debate de 2015 al señalar que, en esa oportunidad, «hace cuatro años, alguien en un debate mintió mucho y alguien dijo la verdad, el que mintió es el Presidente», y señaló al exgobernador bonaerense, Daniel Scioli, y remarcó que «dijo la verdad» en ese debate y cerró con la siguiente propuesta: «Empecemos a pensar qué país queremos. Podemos hacerlo».
Por su parte, Del Caño nombró a su familia de trabajadores y castigó a los últimos mandatarios. «Sufrí a Menem, De la Rúa y después vino Macri. Se fugaron un PBI. Nos dejan una situación terrible, pero en esta situación también hay ganadores. Los bancos, los grupos empresarios, los terratenientes». Espert subrayó las dificultades que tuvo para ser candidato y sostuvo que es un ciudadano común y que «Argentina tiene solución si hacemos algo totalmente diferente a lo que se hizo hasta ahora». Gómez Centurión señaló: «Creo en Dios, en la Argentina y en el espíritu patriótico y los valores que tienen que ver con la vida, la libertad y la propiedad privada». Por último, Roberto Lavagna manifestó que la situación es grave y afirmó que «no va a ser fácil, pero vamos a salir, como salimos en 2001. Hay una economía por levantar que está paralizada».
Relaciones internacionales
El primer bloque se refirió a las relaciones de Argentina con los demás países. El primer expositor fue Alberto Fernández, quien sostuvo que se puede estar en el «mundo global preservando los derechos de la gente» sin destruir nuestra industria y hay que repotenciar el Mercosur», y criticó la actitud del macrismo respecto de las Malvinas y aseguró que en su gobierno «vamos a volver a insistir en esa soberanía».
Asimismo, Gómez Centurión afirmó: «Vamos a comercializar con todos los países del mundo sin restricciones ideológicas sin confundir el comercio con la diplomacia. Vamos a tratar que la Argentina pueda sostener a mediano plazo sus pretensiones sobre el continente antártico» sin olvidar las Malvinas, y remarcó que hay que reforzar el sistema de defensa acorde a nuestro país.
El candidato del FIT, Nicolás Del Caño, comenzó su exposición señalando los hechos de Ecuador y manifestó que el pueblo ecuatoriano «con su levantamiento, nos está dando un ejemplo de dignidad y lucha». Cerró sus primeras palabras señalando que «es utópico, que nos quieran convencer que es un sistema que nos puede beneficiar a todos» y que «la desigualdad entre ricos y pobres es brutal». Roberto Lavagna sostuvo que «Malvinas es algo para nosotros absolutamente irrenunciable. Seguramente, alcanzar los objetivos por la vía pacífica, implica cómo las crisis internas debilitan la capacidad de negociación del país. Una política exterior que ha sido errática: entre la sumisión o la verborragia», y precisó que el país tiene que concentrarse «en el comercio, en las misiones de paz, en el medio ambiente, las reglas de la comunidad internacional» y que «el Mercosur es un proyecto estratégico y hay que rescatarlo del estancamiento de los últimos años».
Por su parte, Espert elogió a Macri por habernos sacado de la cloaca en que nos puso quien probablemente vuelva a ganar este año» y afirmó que las Malvinas son argentinas, pero para recuperarlas hay que hacer cambios de fondo para tener como mínimo los niveles de vida que tiene el Reino Unido». Finalmente, sostuvo que en Venezuela hay una dictadura, aunque «el candidato del Frente de Todos nos dice que no… y hay que hacer un máximo esfuerzo para remover a Nicolás Maduro y que haya elecciones cristalinas».
El cierre del primer bloque quedó en manos de Macri, quien señaló que al asumir «Argentina era uno de los países más aislados del mundo. Personalmente me dediqué a trabar una relación de confianza con los líderes del mundo, relanzamos el Mercosur, recuperamos relación dañada con Uruguay y Paraguay».
Economía y Finanzas
La apertura estuvo a cargo de Del Caño, quien recordó la promesa de Pobreza Cero y señaló que Macri «se va con 4 millones de personas más que han caído en la pobreza». Y expresó que los ganadores de este modelo son «los grandes bancos que ganaron por mes el equivalente a los ingresos de 600 mil trabajadores. El pueblo trabajador no tiene por qué pagar esa fiesta» y propuso crear «una banca estatal única». También consideró que hay que anular los aumentos de tarifas y actualizar la Asignación Universal por Hijo (AUH) por inflación. El postulante del NOS, Gómez Centurión, propuso «que hay que achicar el gasto fiscal y público: ministerios, secretarías, subsecretarías y todo el marco de asesores del poder ejecutivo y legislativo. Con esta autoridad fiscal lo que se va a poder hacer es bajar impuestos. Dejaremos no más de 20 impuestos» y calificó las retenciones como «una confiscación».
Roberto Lavagna dijo que «Argentina es excepcional por los recursos naturales y humanos que cuenta, pero es la única economía de estas características que lleva 8 años de estancamiento». «Ha habido muy grandes errores, de gobiernos muy distintos, que derivaron en la caída de los ingresos de los argentinos. Hay que defender el consumo, defendiendo el ingreso de la población. Hay que bajar impuestos a las pymes». José Luis Espert atacó a los sindicatos y sostuvo que «han creado 5.000 trabajadores en negro, sin ningún tipo de derecho. Argentina tiene que cambiar este sistema por otro, como Chile, Perú o Paraguay. El futuro de Argentina es el libre comercio. Pero para no morir en el intento, necesitamos un Estado de impuestos razonables y costos laborales mucho más reducidos que en la actualidad».
El desorden económico fue el argumento de Macri para señalar que la economía argentina no crece. «Hace 80 años que estamos obsesionados con el dólar. La pobreza promedio ha sido del 36%, no podemos seguir así, tenemos que cambiar y ser creíbles, alcanzar un consenso de cómo tener una economía estable. Pensé que iba a ser más simple poder poner estable la economía y tener consensos. Pudimos generar acuerdos de vivir en democracia en los 80′ y una política social en el 2000», remarcó el actual presidente.
Alberto Fernández centró su ataque en el gobierno y sostuvo que fracasó rotundamente y atacó el consumo, y eso en un país «que consume el 70% de lo que produce, cuando uno afecta el consumo, afecta la producción, eso afecta la desocupación. Presidente, cuando termine su mandato va a haber dejado 5 millones de nuevos pobres». Además, indicó que «la deuda externa era el 38% del producto, hoy es el 100%. Estamos en un punto en el que podemos cambiar, generando consumo para que la economía vuelva a funcionar. Después tenemos que acordar cómo hacerlo, y vamos a terminar con la política de la imposición y vamos a ir a una política de consenso».
Derechos Humanos, Diversidad y Género
Gómez Centurión se centró en el tema del aborto y señaló que «me opongo sistemáticamente a cualquier modelo de Ley del Aborto y sus atajos legales que son los protocolos. El derecho del niño por nacer tiene rango constitucional y vamos a defenderlo» y tal como había dicho en alguna oportunidad el presidente Macri, calificó a la cuestión de los Derechos Humanos de «curro» y afirmó que «vamos a terminar con una vergüenza del pago de 2 mil millones de dólares a delincuentes y terroristas». José Luis Espert señaló que «el liberalismo que defiendo es la gran defensora de Derechos Humanos y cuestionó la pretensión de la Izquierda de «erigirse como la gran defensora de Derechos Humanos» y preguntó: «¿Cuáles son los Derechos Humanos en la dictadura de Maduro, y en otras dictaduras socialistas que hubieron? Los Derechos Humanos parecen haber sido secuestrados por solo una parte de los defensores de los asesinos de los 70′».
El candidato de Consenso Federal, Roberto Lavagna, consideró que «los Derechos Humanos adquieren distintas facetas según las circunstancias. Si hay un derecho humano que es violado con profundidad, es el tema que hemos visto en la primera plana: el hambre en la Argentina. Cuesta mucho entender que un país con esta capacidad de producción presente situación de hambre que abarca al 50% de los menores de 17 años».
Mauricio Macri señaló que «no concibo una sociedad sin pluralidad de ideas, aunque sean distintas a las que uno cree. Siempre defenderé los derechos de todos», y manifestó que lo hace feliz «ser presidente de un país donde se vive en libertad. Plural, diverso, que hacemos eje de la diversidad». Nicolás Del Caño sostuvo que «las mujeres están sometidas a la desigualdad laboral y a cargar con el trabajo doméstico no remunerado. Son las que más están sufriendo esta crisis, con la inflación, con la desocupación. La deuda no es con el FMI. La deuda es con las mujeres». En ese marco, ligó al Frente de Todos y a Cambiemos por votar «en contra de un derecho de la mujer, el aborto. No son provida, son antiderecho. No son provida son proaborto clandestino».
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, rechazó que los Derechos Humanos sean un curro y sostuvo que «para investigar el pasado dejamos el tema a los jueces que dirimieron cuál fue la verdad y le hicieron cargar con las responsabilidades a los culpables. Los Derechos Humanos deben ser un imperativo moral de la sociedad». «Una de las nuevas demandas que aparecen son las que tenemos que escuchar. El movimiento feminista que irrumpió ante nosotros de manera increíble es el que más debe llamar la atención», indicó Fernández y reiteró su iniciativa de «crear el Ministerio de la Mujer, de la Igualdad y la Diversidad para que entremos en el Siglo XX».
Educación y Salud
Esta temática fue abierta por Roberto Lavagna, que sostuvo que la educación es «junto con el trabajo, elementos fundamentales si se quiere dar una lucha integral contra la pobreza. En materia de Salud creemos en lo preventivo. Sobre lo que remedia los problemas. Y en materia de Educación creemos en un proceso de centralización, acordado con las provincias, para terminar con este mosaico de 24 sistemas distintos, de designaciones de docentes y de pruebas». Mauricio Macri sostuvo que «estamos frente a la mayor revolución tecnológica y científica de la historia y esto tiene un impacto directo en la Educación. No alcanza con leer y escribir matemática. Se le agrega robótica y programación. Lanzamos las pruebas aprender al principio resistidas y hoy apoyadas». También afirmó que «mejoramos en todas las provincias y redujimos la brecha entre mejores y peores alumnos y llevamos internet a 5 millones de alumnos. Pusimos robótica y programación desde jardín de infantes. Lo importante es que la estamos dando las herramientas a nuestros chicos para acceder a los trabajos del futuro».
Espert, otra vez, cuestionó a los gremios y manifestó que «no puede ser que los chicos pierdan 50 días de clases por paros docentes. Basta de paros, Baradel» y reiteró su idea de arancelar la educación pública para financiar con ese arancel becas para chicos con mejores notas y que no pueden financiar sus estudios», ya que es «necesario unir a quienes usan el servicio educativo con quien lo pague». Nicolás Del Caño subrayó que «Macri es un enemigo de la educación pública. María Eugenia Vidal llegó al colmo de organizar a los padres en contra de los docentes que reclamaban por salarios dignos» y los acusó de ser responsables de las muertes de docentes y remarcó que «hay que dar una respuesta integral. El FIT plantea que el Estado Nacional se tiene que hacer cargo de garantizar la infraestructura y los salarios de los docentes. O seguimos pagando esa deuda externa o garantizamos los salarios de los trabajadores y las trabajadoras de la salud».
Asimismo, Gómez Centurión Gómez dijo que hay un Estado fallido en la problemática de la educación y pidió restaurar el salario de los maestros y la jerarquía de la escuela pública e implementar «un calendario de 190 días de clase». También propuso la creación de un programa de primer empleo destinado a que por tres años los empleadores no paguen cargas sociales y consideró que «es una vergüenza que haya millones de jóvenes que no estudian ni trabajan y cobran un plan por no trabajar».
Alberto Fernández sostuvo que «si hay dos cosas que no atendió este Gobierno fueron la educación pública y la salud. Las vacunas entraron en crisis, volvieron a aparecer enfermedades que creíamos desaparecidas. Así como no le interesa la Salud Pública, no le interesa la Educación Pública». «Yo le voy a prestar mucha atención a la Educación. Creo que en la Educación está el futuro, como en la Ciencia y en la Tecnología».
Palabras finales
Al final del debate cada candidato tuvo tiempo para redondear su exposición.
Roberto Lavagna: «Los argentinos estamos mal y podríamos estar mucho mejor. Hay muchos jóvenes que se van, muchas familias enteras que se van o quieren irse. Creo que toda la clase política tiene, tenemos, la obligación de demostrarles que hay un futuro mejor, que hay un futuro distinto. Y eso no se hace con marketing, no se hace con discursos vacíos de contenido. Yo creo que ha llegado la hora de dejar de burlarse de los argentinos y de asumir los fracasos. Los fracasos que son asumidos son los que permiten cambios. Y en este caso es la clase política entera, la política, los sindicatos, los empresarios, los medios de comunicación, los intelectuales, los que, asumiendo ese fracaso, ese estancamiento de muchos años, de ocho años seguidos, los que acepten modificar sus comportamientos. Consenso Federal está dispuesto para eso».
Mauricio Macri: «Lamentablemente, hemos visto que volvió el dedito acusador, volvió el atril, volvió la canchereada. El kirchnerismo no cambió. Por más que se oculte, trate de mostrarnos algo distinto, es lo mismo. Con lo cual todo esto depende de nosotros. Sabemos que tenemos problemas, pero volver a traer los problemas del pasado no nos va a ayudar. Tenemos que confiar en nosotros mismos y en lo que hemos podido hacer. Hoy tenemos otra cultura del poder. Hoy hemos modernizado la Argentina. Hoy hemos construido infraestructura para el futuro. Hemos mejorado la Educación. Estamos dando una batalla dura contra el narcotráfico. Hemos vuelto al mundo. Si pudimos todo eso cómo no vamos a poder arreglar la Economía. Pero tres años y medio, casi cuatro, es muy poco tiempo para enderezar décadas de políticas erróneas. Depende de nosotros. Yo estoy convencido de que podemos, que vale la pena, que este octubre histórico nos tiene que encontrar dando vuelta la historia para siempre. Los espero a todos. Gracias».
Alberto Fernández: «Dos mil puntos de riesgo país y hemos vuelto al mundo, que raro lo que dice el Presidente. Pero así estamos. Otra vez nos endeudaron. Otra vez cerraron empresas. Otra vez dejaron a la gente sin trabajo. Otra vez empujaron a la clase media a la pobreza. Es lo que hacen cada vez que llegan al poder. Y después nos quieren hacer creer que los argentinos cada 10 años chocamos contra la misma piedra. La piedra son ellos. Nosotros somos un pueblo maravilloso, de gente que enseña, de gente que aprende, de empresarios que invierten para dar trabajo y de gente que trabaja honestamente. Nos hemos caído muchas veces, hemos tropezado muchas veces con esa piedra, pero ya es hora de que no nos pase más. Yo estoy seguro que entre todos y todas podemos cambiar la Argentina, podemos ponerla de pie. Ese es el compromiso que tenemos, darles trabajo a todos, volver a la Argentina productiva. Yo sé que cuento con ustedes. Cuenten conmigo. Muchas gracias».
Nicolás Del Caño: «Quiero dirigirme especialmente a la juventud, a esos millones que tienen empleos precarios, que no tienen derecho a casi nada. A los que ven peligrar su derecho a estudiar porque tienen que trabajar más horas porque la plata en su familia no alcanza. A los que lograron tener una profesión en base a su esfuerzo y que no son indiferentes a lo que sucede a su alrededor. Quiero decirles que la técnica y el conocimiento permitirían, no solamente terminar con el hambre y la ocupación, sino también reducir la jornada laboral y que todos tengan un trabajo estable que permita estudiar. Nosotros hicimos esta campaña a pulmón, con el esfuerzo de miles y miles que queremos un futuro que merezca ser vivido. Este 27 de octubre apoyanos con tu voto, para que la Izquierda sea más fuerte, en el país y en el Congreso. Muchas gracias».
Juan José Gómez Centurión: «El fracaso sistemático de la Argentina no es económico, no es financiero, no es productivo. Es un fracaso de naturaleza política, y es porque la clase política abandonó los valores clásicos que hicieron de este país un país que asombró al mundo. Por eso decimos que en la recuperación de este marco de valores el primer valor a recuperar es el marco de la vida del niño por nacer. En la Argentina si no hay el derecho de la vida no existe ningún otro derecho. La clase dirigente, nosotros los políticos, debemos ser conscientes que si no somos capaces de defender la vida del ser más inocente y precario difícilmente podamos defender la vida de cualquier habitante de la República Argentina. Los valores están para que se jueguen adentro de la sociedad y vuelvan a traernos aquellos viejos modelos de la Argentina exitosa, la utilidad, la capacidad de gestionar como corresponde el Estado, el funcionario público como modelo».
José Luis Espert: «Este es un momento de una muy honda emoción de mi parte. Estoy cerrando el primer debate presidencial de la historia por ley. Yo, como decía al principio de mi presentación, un ciudadano común, como vos, sin ninguna experiencia política previa y sin haber sido funcionario de ningún gobierno. Me toca cerrar un debate, insisto, momento de una gran, gran emoción. La gente votó dentro de la grieta el 11 de agosto, una falsa grieta, una enorme similitud entre el gobierno de Cambiemos y el kirchnerismo, la cantidad de medidas económicas que han tomado son muy similares ambos: cepo cambiario, default de la deuda, impuestazos, controles de precios, etcétera. El gobierno de Cambiemos probablemente no pueda, no pudo evitar que volviera el kirchnerismo. Estoy convencido que nosotros sí lo podemos hacer. Gracias».
El último paso
El 20 de octubre se realizará el segundo debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. En esa oportunidad, las temáticas a tratar serán: Seguridad; Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado; y Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda. Será una de las últimas oportunidades de captar votos y llegar a la presidencia. Aunque, tal vez, las cartas ya estén echadas.