Dos años sin el Flaco

Recuerdo que a través de una tapa de revista nos enterábamos de una mala noticia que produjo un gran debate acerca del rol que deben cumplir los medios, cuáles son sus límites y el respeto por el otro. Toda esta discusión se produjo al enterarnos que uno de los músicos mas grandes de nuestro país estaba pasando por un mal momento de salud.
El desenlace fue que el Flaco, como le decían, dejaba este mundo. Para quienes somos admiradores de la música nos sorprendió y fue muy fuerte. El hombre generoso, el genio musical que ha marcado una época y que hoy en día es admirado por varias generaciones. Fue un artista que, a través de metáforas y poesía, pudo decir muchas cosas que nadie en ese momento se animaba a decir, fue quien nos transportó por un viaje inimaginable de sensaciones… el padre del rock, o nuestro Beatle, como algunos periodistas se referían a él.
Luis Alberto Spinetta nació el 23 de enero de 1950, hijo de un cantante aficionado de tangos. Durante su infancia exhibió su gusto por la música y luego, con sus compañeros de escuela, formó «Almendra». Supo combinar influencias como el jazz y bossa nova y su primer disco del mismo nombre fue elegido el sexto mejor álbum del Rock Nacional por la Revista Rolling Stone, allí se encuentran temas como «Plegaria para un niño dormido», «Muchacha ojos de papel», «Color Humano» y «Ana no duerme», entre otros.

Luego vendría una de las bandas que no tuvo presentación oficial, «Torax», que se disolvió rápidamente. A comienzos del setenta conformó «Pescado Rabioso», banda con la que logra un sonido más rockero y fuerte, integrada por dos ex de Pappo’s Blues: Bocón Frascino y Black Amaya, al que luego se sumarían David Lebon y Carlos Cutaia. La agrupación duró poco tiempo pero dejó temas como «Me gusta ese tajo» y el «Cantata de puentes amarillos».
En 1973 formó “Invisible”, del que fueron parte Héctor “Pomo” Lorenzo y Carlos Alberto Rufino, y luego se sumó Tomás Gubitsh. Con esta formación se destacan temas como «El Anillo del Capitán Beto»,»Durazno sangrando» y «Elementales leches», tema que fue prohibido durante la dictadura cívico militar.

La banda se separó en su mejor momento de popularidad y allí Luis comenzó la etapa como solista, en la que compartió creaciones y se nutrió de diferentes músicos para hacer surgir el disco “A 18′ del sol”, donde se destaca la “Canción para los días de la vida”. Continuó con el reencuentro de Almendra, que fue acompañado por una serie de recitales históricos por la gran convocatoria en el Estadio de Obras. Asimismo, otra de las bandas no tardó en llegar y era “Spinetta Jade”, del cual fueron parte en un primer momento Pedro Aznar y Lito Vitale, banda que se destacó por incluir en sus instrumentos dos teclados, algo inusual para la época.
Uno de los recitales más destacados en ese momento fue cuando tocaron junto a Serú Girán y demostraron que las bandas con más popularidad en ese momento podían tocar juntos en un escenario. Le siguió “Spinetta y los Socios del Desierto, discos solistas como «Kamikaze» y «Spinetta Jade II», en la que varias canciones reflejan la historia de nuestro país, como el regreso a la democracia. Compartió escenarios y discos con Fito Páez y Charly García, con quien iba a grabar un disco y del cual se registró solo «Rezo por vos». También cantó y tocó junto a Mercedes Sosa y Pedro Aznar, todos grandes referentes de la música nacional.
Otros de los discos en su haber fueron «Téster de violencia», «Exactas» y «Pelusón of milk», al cual le debemos una de las canciones más hermosas y que seguro muchos de los que leen esta nota le han dedicado a alguno de sus amores: “Seguir viviendo sin tu amor”.

Cabe destacar que en 2009 brindó en el Estadio de Vélez Sarsfield uno de los recitales más recordados, ante 40 mil personas, con “Spinetta y las Bandas Eternas”.

Recuerdo la última vez que lo vi. Fue en el Luna Park, en uno de los recitales que organizan los familiares de las víctimas de la Tragedia de Santa Fe. Él era uno de los tantos artistas que acompañaban en el día del Estudiante Solidario, brindando su música y mensaje de conciencia sobre la seguridad vial en cada oportunidad que tenía.
A dos años de su muerte, hoy será recordado por muchas personas que lo quisieron: su familia, amigos y también quienes lo admiran. El mejor recuerdo para el Flaco es escuchar alguna de sus canciones porque, como sucede en estos casos, nos queda su arte, es la que lo mantendrá vivo siempre que suene alguno de sus temas.
Para recordarlo te dejo una de las frases de la canción “Quedándote o yéndote” que más me gustan: “Y deberás plantar y ver así a la flor nacer y deberás crear si quieres ver a tu tierra en paz, el sol empuja con su luz, el cielo brilla renovando la vida”.