El mundo se puso raro

Se largó el debate por el proyecto de “Ley Ómnibus” que, después de una depuración importante, ya se podría llamar “Ley Remis”.

Lo curioso es que cuando le preguntaron al enviado por los Dioses, jefe supremo y magnánimo absoluto, también conocido como presidente Javier Milei, dijo que no iba a negociar nada y que iba a salir todo tal cual pregonó.

Sin embargo, le bajaron todos los artículos de reforma impositiva y otros de reforma laboral y, en total, fueron 140 menos. Un éxito negociando este «Javi», ¿te lo imaginás apretando a los empresarios?

Igual, ojo, que se re plantó en la reunión de Gabinete y dijo que “no hay más cambios y que termine la novela”. Pobrecito, la casta le está dando la bienvenida y todavía no se dio cuenta.

La jornada de debate comenzó el miércoles con puteadas a Myriam Bregman desde uno de los balcones, por parte de un empresario que había hecho entrar la deforestada mental y diputada Lilia Lemoine. Cada día se parecen más al peronismo.

Después, la legisladora Alicia Moreau se plantó con un tema que realmente es muy importante para toda la sociedad como que anden los ascensores del Congreso, parece que a una se le transpira el culo por la escalera. Otro que reclamó por las cuestiones edilicias es el exintendente de Pinamar y actual diputado, Martín Yeza, porque al parecer las piernas no entran en su banca. Bueno, pensá que laburás hoy y hasta dentro de un año no volvés a pisar el Congreso.

Como el circo da para todo, durante la sesión intervino una activista de Greenpeace para reclamar por el cambio climático. Los libertarios ni con 80 grados te lo van a admitir, así que seguí participando.

El debate debía seguir hasta la madrugada, pero decidieron cortarlo y retomarlo el jueves. Es que el calor y la «merca» podía jugar una mala pasada. Mucha baja presión.

Mientras tanto, adentro teníamos a una banda de forajidos rosqueando a favor de sus partidos y necesidades políticas, afuera varias agrupaciones se manifestaron y terminaron como siempre a los tortazos con la Gendarmería y hubo detenidos, liberaludos torteados y políticos puteados mientras se volvían a sus casas. Los tuiteros picantes se pensaron que salir a la calle a hacerse los graciosos era lo mismo que tomar chocolatada en la casa de mamá.

La que vio las cámaras y quiso figurar un ratito es la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que salió a enfrentar a los manifestantes y les propuso una idea tan pelotuda que solo puede haber salido de un libertario: les dijo que iba a atender a todas las personas que tengan hambre, pero no a los referentes. Va a tener para rato.

Qué curioso que es darse cuenta de que mientras más vallas le ponen al Congreso más notorio es que adentro están debatiendo leyes que le van a romper el culo al pueblo.

Por su parte, el Presidente sigue a full con sus reuniones empresariales para ver a quién le entregamos las últimas gotas de sangre que nos queda. Además de Elon Musk, ahora se comunicó con el creador de Tinder y dicen que le va a llevar la propuesta de una aplicación para poder empernarse familiares.

Con el que también va a tener una reunión el excelentísimo fundamentalista del billete es con el CEO del fondo buitre Black Rock para pedirle inversiones. Esto termina con el país y un tachito de “se vende”.

Por último, desde acá queremos felicitar al político con mejor cintura y con un libro de pases más prolífico que el del «Betito» Carranza. Aplausos de pie para Daniel Scioli, que acaba de firmar su incorporación como el nuevo titular de la Secretaría de Deportes. «Danielito» debe ser el tipo con más capas de teflón en la política argentina… tiene principios y morales para cada postor. Pasó Patricia Bullrich y se sorprendió.