Joropo entre llanos y pampas

Camoruco es un conjunto de música llanera integrado por cuatro músicos argentinos y colombianos quienes desde la práctica musical, la investigación y gestión cultural abordan las expresiones musicales de los llanos de Colombia y Venezuela para profundizar en el conocimiento de sus saberes, difundirlos, y establecer puentes culturales, musicales y humanos entre Argentina y la región llanera.

A través de sus propuestas, difunden esta música desde una perspectiva social y cultural latinoamericana al entender que, como otras músicas populares del continente, el joropo es una expresión de la cultura que se vincula integralmente con las identidades locales, el territorio, la historia social y la idiosincrasia de su pueblo.

Sus integrantes

Amanda Rozo es cantante, furruquera y bailarina de joropo. De padre y hermano arpistas, Amanda se crió en Bogotá escuchando música llanera, hasta que con la práctica del baile en su adolescencia empezó a generar un gusto propio por este folclore. Al radicarse en Argentina comenzó a cantar un repertorio de joropos asociados principalmente al estilo «criollo» del departamento colombiano de Casanare, que profundizó con la práctica del furruco, instrumento que por su rol de base rítmica equivalente al bajo, le permitió sintetizar sus saberes en música y danza para potenciar el sonido de Camoruco.

Juan Viviani Ghiselli es cuatrista. Con formación en música académica y popular desde la percusión, comenzó en su adolescencia un camino en las músicas populares de Latinoamérica, en especial las de Cuba y Colombia. En medio de ese camino llegó a sus manos un cuatro que, por su impronta rítmica, le resultó desafiante para adentrarse en el estudio de las músicas llaneras, primero desde el cuatro en rol «acompañante» con Jhon Narváez y después al rol «solista» con David Bedoya. En Camoruco desarrolla una propuesta que juega con ambos estilos de ejecución.

Lautaro Perez Miranda. Flautista y bandolista, comenzó sus primeros pasos en la música de forma popular, primero en la músicas andinas argentinas, bolivianas y peruanas para después comenzar a través de la flauta traversa a aprender la música académica europea. Escuchó el joropo llanero por primera vez en distintas guitarreadas porteñas y se entusiasmó por aprender a tocar esta música. Por eso comenzó a estudiarlo junto a Jhon Narváez para buscar formas de adaptar en la flauta traversa, los lenguajes típicos e improvisatorios de los instrumentos de tradición llanera como el arpa, la bandola, la mandolina, entre otros. Para ahondar en esta música y sus significados culturales, complementa su práctica musical con el estudio de la etnomusicología.

Jhon Narváez es maraquero. Es la persona que ideó y formó los cimientos del grupo Camoruco. Dictaba el taller de ensamble de joropo a Lautaro y Juan en 2014 cuando este fue convirtiéndose en lo que hoy es Camoruco, un espacio de práctica musical, gestión cultural e investigación dedicado a la música llanera. Formado con el gran maraquero colombiano Omar «Choco» Fandiño (Palo Cruzao), desde el 2010 se avoca a la enseñanza y ejecución de este instrumento en Buenos Aires, así como a la colaboración con diferentes grupos de la escena local.

Joropo entre los llanos y las pampas

Camoruco y Aires Llaneros presentan un concierto el 1° de agosto
en Hasta Trilce en el que el joropo, en sus distintas facetas, instrumentaciones y estilos será el conector para que músicos de Colombia, Venezuela y Argentina se encuentren en escena para evocar en este llano pampeano el ambiente de parrando y trabajo ganadero de la llanura colombo-venezolana.

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