Marina Bazzolo y el Ciclo Hembra

Comienza la segunda edición del Ciclo Teatral Hembra, el mismo se llevará a cabo los sábados 17 y 24 de junio a las 21 horas en el teatro Tole Tole. Allí se estrenarán las obras “Ricardo” de Belén Cañas y “Urana” de Lucila Quarleri.

Charlamos con Marina Bazzolo, una de sus creadoras, quien nos contó cómo surgió esta propuesta, al respecto nos dijo: “Hembra surgió hace aproximadamente dos años, de la necesidad de autogestionarnos un espacio para mostrar nuestras obras y ocupar por primera vez el rol de dirección y hacerlo con acompañamiento. Esto fue en un ambiente donde el teatro independiente cuenta solo con la autogestión para poder llevar a cabo proyectos. A medida que fue tomando forma y notamos que la cuestión de género nos atraviesa, nos planteamos extenderlo a otras mujeres. Mujeres acompañándose y dando los primeros pasos en la dirección”.

La primera edición del ciclo se llamó “Monologal”, compuesta por cuatro obras, con la característica de que todas eran monólogos, hilo conductor del ciclo. En esta oportunidad, Hembra realizó su primera convocatoria abierta, seleccionando las obras “Ricardo” y “Urana”.

Asimismo, Marina nos comentó sobre el desafío de encarar un proyecto autogestivo: “La pandemia fue durísima para todo el sector artístico y cultural, pero en particular para el teatro, ya que lo presencial es lo nuestro, el ritual es en conjunto con el público. Muchas salas tuvieron que cerrar sus puertas por no poder pagar ni los servicios. Yo creo que el sector aún se está recuperando. Al mismo tiempo, lo autogestivo da muchas herramientas para poder hacer proyectos desde otro lugar, nosotras lo reivindicamos pero, indudablemente, no queremos romantizar las dificultades concretas del sector”.

En este sentido, agrega que “hay presupuestos destinados al sostenimiento de la cultura, sin esos apoyos sería imposible pero no son suficientes, en muchos casos son simbólicos. Tenemos que trabajar mucho ad honorem, invirtiendo tiempo que no está pago, poniendo plata para pagar salas de ensayo, profesionales. Es una tarea que tiene muchas dificultades y necesita soluciones”.

Para finalizar, la creadora reflexiona sobre la misión que lleva adelante este ciclo en cuanto a la inclusión de mujeres y feminidades en el ámbito teatral: “Se trata de ocupar los roles que queremos y no los que podemos, porque en todos los ambientes ocurre que hay menos mujeres en las cabezas de equipo, pero no porque no estén las mujeres sino porque acceden mucho menos, tenemos menos posibilidades como si no tuviéramos la capacidad. Por eso venimos a plantear esto, a aportar nuestro granito de arena. Nuestro género no tiene que definir nuestro desarrollo profesional. Este año sucedió algo muy simbólico, en la programación del Complejo Teatral de Buenos Aires, de 24 obras solo había una dramaturga y una codirectora. Hay muchas mujeres que están emergiendo en la escena teatral, es hora de que esos lugares estén disponibles para que los ocupemos”.