Más órganos para donar

En los últimos doce meses, Argentina registró la tasa de donación de órganos más alta de su historia. En el lapso transcurrido entre el 24 de julio de 2018 y el 23 de julio del corriente año se realizaron 888 trasplantes, lo que representa una cifra de 20 donantes por millón de habitantes y que, según el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), es la más alta de la historia de nuestro país. La cifra «se acerca por primera vez a la del promedio anual de donantes de los países de la Unión Europea (22,3) y de Australia (20,8)», señaló el organismo.

Las 888 intervenciones realizadas en este período posibilitaron que 1.966 personas que estaban en lista de espera, pudieran recibir un trasplante. De ese total, 1.188 fueron renales, 487 hepáticos, 122 cardíacos, 85 renopancreáticos, 42 pulmonares, 25 hepatorrenales, 7 pancreáticos, 6 cardiorrenales, 2 hepatointestinales y 2 intestinales. Además, se concretaron 2.097 trasplantes de córneas.

En el año relevado, en 11 provincias superaron los 20 donantes por millón de habitantes. Se trata de Tucumán, Ciudad de Buenos Aires, Formosa, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe, Santiago del Estero, Córdoba, Jujuy, Misiones y Neuquén.

El Incucai remarcó que el incremento en la donación de órganos «hizo que varias provincias reduzcan la lista de espera» para trasplante de córneas, como son los casos de Entre Ríos, Misiones, Corrientes, Formosa, La Pampa, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Chaco, que «tienen menos de 10 pacientes en lista de espera».

En Argentina, el 4 de julio del año pasado se sancionó la Ley 27.447 de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células que «fortaleció el sistema de procuración, agilizó y simplificó los procesos de donación y trasplante, permitiendo que en 2018 se superara la marca histórica de donantes y trasplantes de órganos en nuestro país», precisó el instituto.

La concreción del trasplante «es posible gracias a la sociedad representada en el acto de donar, a la intervención de los profesionales y trabajadores de la salud de todo el país y al trabajo de los organismos provinciales de procuración», agregó.

Ley Justina

La nueva norma sobre transplantes de órganos, denominada Ley Justina, fue impulsada por el senador Juan Carlos Marino (UCR-La Pampa), que cambió el marco de la donación,ya que estableció que todos somos donantes salvo expresa mención en contrario.

La iniciativa de ley surgió luego del fallecimiento de Justina Lo Cane, una chica de 7 años en noviembre de 2017, tras esperar infructuosamente un trasplante de corazón. Transcurrido un año de su sanción, los trasplantes se incrementaron un 60%.

Al cumplirse seis meses de la sanción de la ley, el titular del Centro Único de Ablación e Implantes de la provincia de Buenos Aires, Hugo Petrone, había señalado que 2018 fue «un muy buen año. A partir de agosto con la sanción de la nueva ley hubo un incremento al doble de donantes y de órganos implantados. De hecho, el periodo de agosto a diciembre fue el mejor año en comparación con los últimos cinco años».

«Al principio, el primer mes, no se podía descartar un incremento por la difusión mediática que hubo y entonces no sabíamos si era una suba real o momentánea, pero la verdad es que se mantuvo y actualmente en enero también esa tendencia sigue en alza, así que ya no es una cuestión pasajera sino que de verdad está funcionando», había evaluado Petrone.

La mayoría de las donaciones de órganos y tejidos se produce después de que el donante fallece, aunque algunos órganos (incluidos un riñón, parte del hígado o parte del pulmón) y tejidos pueden donarse mientras el donante está vivo. Anualmente, el número de donantes en vida es similar al de donantes fallecidos.

Los pacientes en la lista de espera están inscriptos en una red de informática nacional. Cada vez que se identifican los órganos donados, un programa informático nacional de la Red de Procuración y Trasplante de Órganos genera una lista de posibles receptores clasificados según determinados criterios para establecer la compatibilidad.