Pasó el paro, ¿cómo seguimos?

Fue uno de los paros mas conversados de los últimos tiempos. Desde el oficialismo se lo calificó de político, pero es claro que cualquier medida de este tipo tiene esas características. Desde los sindicatos que convocaban a la huelga se sostenía que era en reclamo de mejoras para los trabajadores en lo que hace al impuesto a las ganancias, la inflación y la seguridad, entre otras cuestiones.
barrionuevo moyano
La clave de “éxito” de la protesta era el transporte, en él se situaban las esperanzas de que el ausentismo fuera masivo por el lado de Hugo Moyano CGT disidente) y Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y de bajo acatamiento del lado del Gobierno. Claro, en un área metropolitana como la de Buenos Aires, la falta de transporte público tiene una influencia decisiva en el hecho de que la gente pueda concurrir a su trabajo.
Y en ese aspecto, el transporte no les falló a los impulsores del paro. Desde la medianoche del miércoles no circuló ningún medio de transporte, era imposible encontrar un colectivo, un tren o subterráneo que estuviera en servicio. Solamente quedaba la posibilidad de encontrar alguno de los pocos taxis que circulaban o usar vehículo propio. Pero esto tenía un inconveniente no menor: toparse con los múltiples piquetes y cortes de calles que se anunciaban, con el riesgo de no poder regresar.
Y en el tema transporte hubo una amenaza desde el gobierno nacional que era descontar el subsidio correspondiente a un día. Y la amenaza se hizo real. El Ministro de Interior y Transporte anunció la quita corrrespondiente. La medida, la Resolución 249 de esa cartera, expresa en su texto que «las compensaciones por incrementos de costos de las empresas de transporte público de pasajeros ha tenido como objetivo sostener de manera efectiva las necesidades del transporte terrestre […] el Estado Nacional viene realizando sostenidos esfuerzos a fin de asegurar el normal acceso de la población a los servicios públicos. Se considera pertinente la supresión de la percepción de las compensaciones previstas […] en el monto equivalente que le hubiese correspondido percibir a los mismos por la prestación del servicio comprometido en dicha fecha». Un detalle no menor es que esa quita se aplica solamente al transporte automotor de pasajeros, no siendo efectivo en el caso de las concesionarias de ferroviarias, de subterráneos, ni a las empresas aerocomerciales, que tampoco prestaron servicio.
Paro
En el caso del subterráneo porteño se dio una situación que se podría calificar de curiosa. En múltiples ocasiones hemos sufrido paros sorpresivos y cortes por diversos motivos como ser aumentos de salarios, despidos, problemas en la infraestructura e, incluso, quejas por tener que cargar la tarjeta SUBE. En esas oportunidades, el gremio de trabajadores del subte, los metro delegados, eran quienes llevaban adelante las medidas de fuerza con la oposición del otro gremio, los enrolados en la Unión Tranviaria Automotor (UTA). Este paro fue el reino del revés. Ambos sindicatos sostenían casi los mismos argumentos de siempre pero cambiados para defender la posición contraria. Mientras la UTA quería parar los, metro delegados querían trabajar. Y por si quedaban dudas del componente político del paro, el propio Hugo Moyano señaló este hecho del cambio de actitud cuando hacía la evaluación de la medida de fuerza.
Durante el análisis que el camionero hizo del paro señaló que fue “una jornada muy, pero muy importante. El acatamiento superó el 90%. Una inmensa mayoría expresó claramente su disconformidad por la falta de respuesta del Gobierno a sus reclamos».
moyanoEn la conferencia de prensa que se dio en la sede de la central moyanista en Azopardo 802, estuvo acompañado del gastronómico Luis Barrionuevo, de Pablo Micheli (CTA disidente), del “Momo” Venegas (del sindicato de peones rurales) y de Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, entre otros sindicalistas.
Además dijo que “algunos quieren hacer creer que porque hubo piquetes la gente no fue a trabajar, pero ha sido un paro extraordinario. La gente voluntariamente dijo: No voy a trabajar porque me sumo a los reclamos del movimiento obrero organizado». Micheli coincidió con Moyano y aseguró que la huelga «fue muy contundente» aún en ciudades donde no hubo piquetes, y remarcó la «unidad de acción» de las centrales opositoras «pese a las diferencias».
Finalmente, otro de las cabezas de la huelga, Barrionuevo, criticó los dichos el gobierno acerca de que los sindicalistas obedecían a los políticos de la oposición.
El gobierno y su lectura
Por el lado del kirchnerismo se insistió con politizar el paro y el relacionar sus principales promotores con el diputado Sergio Massa, del Frente Renovador. El senador Aníbal Fernández indicó que »no es un paro. Es un gesto político de dos personajes que entienden que son los líderes de un sector del sindicalismo. Lo que han hecho a través de distintos piquetes colaborados con el trotskismo impidiendo que la gente fuera a viajar es una manifestación de la política burlándose de lo argentinos y lo consiguieron».
Según Fernández, Moyano y Barrionuevo «son dos personajotes que intentaron hacer de esto la mesa ‘Massa presidente’ y Massa un inescrupuloso que acepta que estas cosas se vayan haciendo, no es la primera cosa que vemos, ya lo vimos con el código penal, no les importa mentir descaradamente con tal de llevar agua para su molino».
anibalEl senador nacional por el Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, insistió hoy en vincular al líder del opositor Frente Renovador, Sergio Massa, con el paro de actividades de ayer que organizaron los sindicalistas Hugo Moyano y Luis Barrionuevo y relativizó el impacto de la medida de fuerza.
Además, relativizó el éxito al señalar que si se saca el transporte la gente no puede concurrir a sus trabajos. “Si la gente no tiene para viajar qué quiere que hagan. No pararon el país, pararon el área metropolitana, en el resto de los lugares la gente fue a trabajar sin inconvenientes», afirmó.
Por otra parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que la medida de fuerza “no modifica ni un ápice en la dirección en la que va el Gobierno. Al respecto, calificó de incongruente la convocatoria a la huelga, ya que las reivindicaciones y medidas que se piden son las mismas por las que trabaja” la administración central, y sostuvo que “el aumento de asignaciones familiares y los cambios en Ganancias es algo que hace el Gobierno todos los años“. También dijo que hubo una “fuerte impresión de paro” producto de los “piquetes” de agrupaciones de izquierda.
Cómo sigue
Antes del jueves, Barrionuevo adelantó que si no tenían la respuesta que querían en sus reclamos por parte del gobierno no se descartaba realizar nuevos paros de 36 y 48 horas en el marco de un plan de lucha. La primera etapa ya se cumplió y la evaluación de cada una de las partes fue la esperada. Por las primeras reacciones no se vislumbran grandes cambios. Y, sí, estas cuestiones seguirán siendo políticas.