«Pienso para qué y no por qué tuve un ACV»

Charlamos con Malena Mendizábal Valenzuela sobre su accidente cerebro vascular (ACV) sufrido hace 18 años, su presente y proyectos a futuro.

“Hace un tiempo estaba en la PC y, como soy súper curiosa, leí una nota que decía ‘niña de 10 años le salvó la vida a su abuelo’ y me llamó la atención. Uno de sus abuelos había sufrido un ACV, lo habían salvado los médicos y, cuando otro de sus abuelos padeció lo mismo, lo detectó ella y ganó un premio en la Feria de Ciencias en Estados Unidos”. En base a esa experiencia, Malena se cuestionó la posibilidad de concienciar la prevención y/o detección de los accidentes cerebros vasculares en Argentina e inició el proyecto Male te Cuida.

“El accidente cerebro vascular es una enfermedad para cualquier persona, en cualquier lugar, cualquier edad. Si la concienciación sobre la enfermedad existe en Estados Unidos, ¿por qué no puede existir en Argentina? Por eso cree el programa de prevención. El objetivo principal es tener encuentros con los chicos en las escuelas y entregar las revistas. Con la pandemia esto aún no se pudo realizar, pero espero poder llevarlo a cabo a la brevedad”, expresa deseosa. Y agrega, a modo informativo, que los principales factores de riesgo son la hipertensión, diabetes, enfermedades del corazón, tabaquismo, sedentarismo y obesidad, que los hombres son más propensos a sufrir un ACV pero son las mujeres las que en su mayoría fallecen. Por otro lado, relata que también forma parte de la campaña Actúa con Velocidad (AcV) “porque las 3 horas posteriores al accidente cerebro vascular isquémico (el que se tapa una arteria) son determinantes”.

“Cuando tenés una malformación congénita, te explota entre los 15 y 20, a mí me sucedió a los 19, a un mes de cumplir los 20”, recuerda Malena. “En el 2003 el ACV era una enfermedad casi anónima, y de gente adulta, pero le puede pasar a cualquier menor como me sucedió a mí. Estaba en mi casa con mi novio de ese momento mirando una película de Woody Allen, que aún al día de hoy no recordamos cuál, y me agarró un dolor en la cabeza imposible de explicar. Solo lo puede entender alguien que lo vivió“, asegura Malena. “Esa noche vomité y no reaccioné y me acosté sobre el vómito y ahí mi mamá se dio cuenta que algo no andaba bien”, describe la joven.

Malena estuvo en coma farmacológico durante 14 días, tuvieron que hacerle una craneotomía y, tal como lo cuenta ella, tuvo que comenzar de cero en todo: “Cuando uno se despierta, es un trabajo artesanal de los médicos. Van regulando drogas todo el tiempo, no es una tarea fácil”, describe Malena. Y cuenta también que su madre escribió durante toda su internación en un cuaderno en formato diario para que ella tenga registro de todo lo que sucedió y, en base a esos escritos, salió el libro «Malena despierta». Cuando habla de su madre, la actriz María Valenzuela, a Malena se le encienden sus ojos verdosos y el alma al mismo tiempo. “La persona más importante de mi vida es mi mamá, es lo más grande que hay. Ser madre no es algo interno, ella no hizo todo porque es mi mamá sino porque lo sintió. Ella se fue de su casa el 10 de febrero y volvimos un 2 de abril. Nunca durmió en su cama durante esos días, no se movió de mi lado. Es de fierro. Volví a nacer a su lado”.

“Cuando salí del coma me quería arrancar todo, me agarraban ataques de furia. Después estuve en Fleni, en Escobar, para rehabilitarme. Llegué a pesar 36 kilos y estuve en silla de ruedas por dos semanas, pero la parte cognitiva fue lo que más me afectó. Antes del derrame estudiaba Ciencias Políticas, después lo único que decía era ‘Hola, ¿cómo estás?’ y no podía armar una oración. Tuve 2 años de rehabilitación, con fonoaudióloga y terapeuta ocupacional”, relata Malena. “Hoy me quedo con que si necesito hacerme entender, me hago entender. No me preocupo cuando no me sale una palabra, es parte de mi secuela”, confiesa Valenzuela. “Intenté retomar la carrera pero no pude y mi vieja me dijo un día: ‘¿recordás que te gustaba Diseño de Interiores?’ y me incliné por esa carrera y me recibí”, rememora la joven.

“Años después de mi ACV fui a ver a Carlín (Calvo) a Mar del Plata y recuerdo que me abrazó y me dijo: ‘tu mamá va a estar en todas como siempre, pero yo te voy a entender porque solo los que vivimos algo como vos y yo, nos comprendemos”, recuerda con mucha emoción Malena. Finaliza la charla contando que una vez le dijo a su madre: «En lugar de pensar en el por qué me pasó el ACV, ¿por qué no pensás en el para qué?». «Creo que hay dos motivos por los cuales ocurrió mi derrame: para unir a mi familia que en ese momento estaba rota y el otro es el proyecto Male te Cuida».