El consumo interno de yerba mate cayó casi 9% en los primeros nueve meses del año y alcanza su nivel más bajo en casi una década.
El dato se desprende del informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que indica que, de 212.000 toneladas consumidas entre enero y septiembre de 2023, se redujo a 193.400 toneladas en el mismo periodo, es decir, una contracción de 8,8%. «Es el nivel de consumo más bajo de los últimos nueve años y se encuentra a 10,1 puntos porcentuales del pico de consumo experimentado en 2021», detallaron desde la entidad. Además, las exportaciones cayeron 16,4% promedio.
Por otra parte, «empeora la relación precio al productor/precio de góndola. Si se analiza la relación entre lo que recibe el productor y el precio de góndola, el primero solo logra captar 5,7% del precio de venta en góndola, es decir, 1,3 puntos porcentuales menos que en septiembre de 2023 y 2,4 menos que el promedio 2020-2023», explicaron desde CEPA. «Es el peor momento, desde 2019, del ratio entre el precio al productor y el precio en góndola por kilo», ampliaron desde el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), y completaron que existe una caída notoria de exportaciones a la Unión Europea (UE) y Asia.
Asimismo, CEPA afirmó que «las importaciones de yerba mate agravaron la situación de los productores» por la reducción de impuestos a las importaciones implementada por el Gobierno Nacional. «El perjuicio para los productores es evidente: la materia prima ingresa a un costo promedio de 1,2 dólares por kilo que, al valor oficial más el impuesto País, alcanza aproximadamente 1.296. En cambio, la yerba canchada, que en abril de 2024 se compraba en secaderos a 1.406 pesos, se está reponiendo a precios más bajos. Eesto permite a los industriales pagar menos por la canchada o la hoja verde, además de extender los plazos de pago, lo que genera un impacto económico negativo considerable para los productores locales».
Finalmente, vale recordar que durante el primer bimestre del año el consumo de yerba mate había crecido 6,2%, pero la inflación y consecuente pérdida de poder adquisitivo revirtieron esta situación, que fue acompañada por la desregulación de este mercado y quitarle la potestad al INYM para fijar precios de referencia. De esta forma, desde el mes de abril de 2024 cada marca puede establecer cuánto cuesta el paquete en góndola.