El boom de genéticas en cannabis

El término genética hace referencia a la planta fruto de un cruce entre dos plantas idénticas o de la misma familia, conocidos y puros bajo condiciones controladas, esto con el fin de obtener descendencia con características morfológicas deseadas.

Este proceso se denomina hibridación y, a diferencia de las landraces, se busca que sean estables o, en otras palabras, sean lo más homogéneas posibles entre sí. La hibridación entre sativas e índicas, en un principio, fue necesaria para poder cultivar en los más diversos climas y escenarios sin perder características sensibles a lo que el cultivador buscaba.

¿Cuáles son las variedades de cannabis?

Carlos Linneaus, botánico de origen sueco, en 1753 creó el sistema actual de clasificación de organismos y clasificó a la planta por primera vez con el nombre de Cannabis Sativa. Posteriormente, se halló una descripción de subespecies Cannabis Indica identificada por el biólogo Jean-Baptiste Lamarck en 1785. Una variedad más pequeña aparece en la escena proveniente del sur de Rusia denominada Cannabis Ruderalis clasificada por el botánico D. E. Janischevsky.

Primeros híbridos y sus características

El primer híbrido que llegó masivamente al mercado fue la variedad Skunk#1 en los años 70′, algo muy importante, ya que para esa época solo se cultivaba con semillas y en exterior. Esta es una variedad de floración más corta, gran potencia y fácil cultivo, características que la popularizaron rápidamente y se convirtió en la elegida en los cultivos de interior en la década de los 80′.

Desde ese momento y hasta la actualidad se crearon incalculables cantidades de variedades que responden a las demandas del cultivador y lo que se quiere obtener. Las variedades pueden diferenciarse en cuánto a producción, morfología, composición de cannabinoides y sabor, solo por citar algunas de los más comunes.

¿Por qué es importante la variedad en el cultivo?

Las variaciones dan como resultado plantas que se adecuan mejor a las necesidades del cultivador, respondiendo a la demanda de una cepa específica con determinada cantidad de THC, CBD y otros componentes.

Por ejemplo, en el caso de las medicinas hechas a base de CBD, por lo general, la resina se extrae de plantas que fueron criadas para producir altos niveles de ésta molécula. Los terpenos y flavonoides son los compuestos orgánicos responsables del olor y el sabor que juegan un papel esencial a la hora de definir qué efecto tendrá el cannabis en el cuerpo, actuando como moduladores de los cannabinoides y las interacciones que ocurren entre ellos.

Fruto de las distintas concentraciones de los compuestos psicoactivos, los terpenos y flavonoides se categorizan arbitraria y popularmente las distintas genéticas en índicas o sativas. A las primeras se les atribuye un efecto más sedativo, calmo y narcótico que se asocia a la relajación muscular, mientras que las sativas son energizantes de sensación más alegre y eufórica. Sin embargo, estas características son orientativas, ya que cada usuario es distinto y puede presentar otras sensaciones.