El nido vacío

Se denomina nido vació al conjunto de pensamientos y emociones que experimentan los padres cuando los hijos se van de casa. ¡El tiempo pasó y parece que muy rápido! ¿Cuándo creció tanto mi hijo? Parecía que nos iba a necesitar por siempre o, por lo menos, eso es lo que nosotros pensábamos. De pronto, esos hijos deciden independizarse, emigrar y construir su propio espacio, y nos deja a nosotros, los padres, un espacio vacío. El nido vacío.

El paso del tiempo, el cambio de etapa de nuestros hijos, suele darles a los padres una sacudida emocional interesante la cual, muchas veces, sienten que no están preparados. Nuestros chiquitos no lo serán por siempre, sí quizás en nuestro imaginario, pero no en lo real.

Los cambios de etapa suelen provocarnos sensaciones de vacío, de angustia y ansiedad. Si recordamos el momento en que tuvimos que llevar a los pequeños a las guarderías, jardines maternales o el primer día de clase, seguramente recordaremos la emoción que nos generaron esos primeros desprendimientos. Y es justamente esa angustia de separación, ese desapego que debemos transitar para permitir que los hijos crezcan y busquen ese espacio de aciertos y equivocaciones, de experimentar nuevas vivencias, sus propias vivencias. Empezar de cero, pero con la ilusión de su propia independencia.

Pero también los padres comenzamos a vivir una nueva etapa. No dejamos de ser padres porque nuestros hijos ya no vivan en nuestra casa. De a poco, nos vamos convirtiendo en padres consultores. Pasamos recetas, instrucciones de conexiones eléctricas, cambios de cueritos y todo aquello que los hijos fueron viendo que se hacía en casa. O a quienes llamábamos, y comenzamos a resolver otros problemas, desde otros lugares. Disfrutemos de nuestros hijos en todas sus etapas: pequeños, adolescentes y adultos.

Pero atención, no nos olvidemos que además de ser mamá y/o papá, somos personas deseantes, personas con proyectos propios o deberíamos generarlos para poder realizarlos.

La vida de un hombre o de una mujer no se reduce a la paternidad o maternidad ya que, si solo vivimos para nuestros hijos, nuestra etapa de nido vacío será más difícil y angustiante. Y si así ocurriera, buscar ayuda profesional para comenzar a llenar ese nido con otros buenos momentos y disfrutar de esos hijos jóvenes adultos, pero sin olvidarse que también es un muy buen comienzo para comenzar una nueva etapa como padres a distancia.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por Analía Flores.