Este viernes en el Noticero dialogamos con el doctor Marcelo Puddu, médico nefrólogo y director de Fresenius Medical Care Argentina, sobre salud por el Día Mundial del Riñón que se conmemora cada 9 de marzo.
«La enfermedad renal es mucho más frecuente de lo que uno imagina. Aproximadamente, 1 de cada 10 personas padecen algún grado de enfermedad renal crónica y la mayoría lo desconoce porque evoluciona muy lentamente, generalmente en años, y lamentablemente hasta que no llega a etapas muy avanzadas no da sintomatología y es difícil darse cuenta, hasta que no se pierde casi 80% de las funciones de los riñones, entonces, la única forma de detectarla es ‘yendo a buscarla’, es decir, haciendo chequeos de salud para identificar determinadas cosas que nos van a alertar sobre la posibilidad de una enfermedad renal crónica en cualquiera de sus etapas», advierte el especialista.
«Simplemente con ir al médico y hacer una consulta, un análisis de sangre, detectar a tiempo hipertensión o diabetes son parte del cuidado, y con hacer análisis de orina» podemos detectar una enfermedad renal y sus diferentes etapas. «La idea es tratar, a través del chequeo, detectar lo más tempranamente posible para instrumentar las medidas adecuadas para frenar o enlentecer una evolución hacia las etapas más avanzadas en las que lo único que queda es hacer diálisis o un trasplante de riñón», detalla Puddu.
Asimismo, aconseja «llevar una vida lo más saludable posible, alcanza con ejercicios diarios por 20 minutos sin necesidad de ir al gimnasio, por ejemplo, ir a hacer las compras caminando o subir una escalera en lugar de usar un ascensor. También mantener una dieta saludable, privilegiar el consumo de frutas, verduras y legumbres por sobre las carnes y evitar alimentos ultra procesados que muchas veces se elaboran a base de sales de sodio, lo cual es perjudicial para la salud. Si es posible abolir el consumo de salir, también las bebidas azucaradas, controlar la presión y azúcar en sangre, la ingesta de por lo menos 2 litros de líquido diarias, no fumar y, por último, no automedicarse. Es muy común tomar analgésicos que en forma crónica pueden llevar a algún grado de deterioro de la función renal», advierte el médico.
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