Las mascotas representan una gran parte de nuestra vida. Lo afirmo como una de esas personas que lleva en los genes profundo amor por los animales, que bien podría decir que es una de las mejores «locuras». Es ilusión cuando somos chicos y una compañía de vida cuando crecemos. Los miramos y nos damos cuenta: nos entienden, los entendemos. Son amigos fieles, una ternura peluda y amor en estado puro, como pocas veces encontramos.
Dependen de nosotros, de nuestro cuidado y cariño, tanto mascotas como los animales que están en cautiverio en zoológicos dedicados al entretenimiento y al lucro, los que son sometidos a pruebas en los laboratorios de grandes marcas, los que son víctimas de la caza indiscriminada, y los que están en la naturaleza y todavía la mano del hombre (por suerte) no les llegó, pero les pasa cerca. Dependen de nosotros porque está en nuestras manos garantizar sus derechos y protegerlos del daño que, irónicamente, les causamos con las mismas manos.
Tienen derechos, sostenidos por la Declaración Universal de los Derechos de los Animales pero, lamentablemente, seguimos presenciando situaciones de maltrato animal, en formas renovadas y crueles.
Esta fecha particular, en la que muchos piensan únicamente en ñoquis, no fue elegida al azar. Se conmemora el fallecimiento del doctor Lucas Albarracín, presidente de la Asociación Protectora de Animales, que impulsó la ley de Protección de Animales (n° 2786), promulgada en junio de 1891, donde se declara como un acto punible el maltrato animal (fue un avance significativo, pero la realidad es que ya está desactualizada: habla de una multa de 2 a 5 pesos).
Como toda efeméride, instala un tópico que es sometido a debates, cuestionamientos y celebraciones. Esta en particular nos da pie, desde 1908, a plantearnos cuál es el escenario actual, qué se puede mejorar, qué tiene que cambiar. ¿Adoptar o comprar? ¿Zoológicos como espacio de protección o maltrato?
En la actualidad somos espectadores, y en muchos casos partícipes, de una gran movida de concientización. La lucha de las ONG, agrupaciones barriales o refugios de animales tienen cada vez más visibilidad y más peso. El trabajo de los voluntarios es fundamental, pero hay que aplaudir también al rol que tomaron las redes sociales, desde donde tenemos conocimiento y acceso a las obras y, sobre todo, donde se gestó una red interconectada de ayuda: por medio de Facebook se etiquetan y comparten publicaciones, circulan fotos de animales en adopción y formas de contactarse. Son agrupaciones que etiquetan a otros grupos que se dedican a la adopción de animales, y que etiquetan a su vez a personas que los siguen. De este modo, generan un movimiento tal que facilita las adopciones. Formando parte de esta dinámica, los cachorritos encuentran una familia en poco tiempo y pueden abandonar el refugio, donde, en su lugar, un nuevo callejerito entra a formar parte del círculo de rehabilitación y adopción.
Una de estas ONG que hay que destacar por su laburo de años es El Campito Refugio. Esta organización alberga alrededor de 750 perros, 120 de ellos discapacitados, que están al cuidado de más de 250 voluntarios que le ponen garra para rehabilitar a los “camperitos”. Una buena forma de entender un poco el amor que tienen por los perros es revisar las fotos de la sección «Antes y Después» de la página. Emocionan, son un ejemplo de vocación y trabajo en equipo. Y si vos querés ayudar, ¡podés hacer tu aporte apadrinando o amadrinando al refugio!
El Campito está en la Ruta 16 parcela 501, en Esteban Echeverría, y se realizan visitas todos los sábados (menos el primer fin de semana del mes, que las realizan los domingos). Desde el Obelisco salen combis hacia el refugio y designan un punto de encuentro en Longhchamps, en Hipólito Yrigoyen al 18500. Vuelcan toda la data en la fanpage de Facebook.
En el refugio, organizadores y camperitos van a festejar el día del animal. Hacen una invitación abierta a disfrutar del día, y, por qué no, a adoptar o apadrinar. Como este fin de semana tuvieron que suspenderlo por lluvia, nos esperan el domingo 5 de mayo para visitar al «Campito».
Ayudar es sencillo. Adoptá un perro de la calle en lugar de comprarlo, o ponete en contacto con una agrupación si ves un animal que necesita ser rehabilitado. Las herramientas las tenemos al alcance de la mano, solo falta tomar consciencia de que los animales tienen tantos derechos como nosotros.
Ah, te paso el contacto para reservar lugar en la combi: campitotraslado@gmail.com.
contamos con vos